miércoles, noviembre 10, 2010

Con Laura Pollán sobre los 13 del Grupo de los 75 que desean quedarse en Cuba

Nota del Bloguista

No es nada raro que el Cardenal Ortega no se haya reunido con ellas, pues durante 7 años el cardenal no se reunió con Las Damas de Blanco ni con una representación de ellas de manera oficial. El Cardenal se reunió con una representación de ellas DESPUÉS que se reunió con Raúl Castro y Caridad Diego, la jefa del departamento del Comité Central que atiende a las iglesiasy religiones.

Por otra parte, el trabajo de ¨desguazamiento¨ de Las Damas de Blanco y el destierro del grueso de los presos de la Primavera Negra ya está prácticamente finalizado. En marzo de 2003 la tiranía Castrista no tenía país adonde desterrar a los encarcelados y muchos de ellos se hubieran opuesto a ser desterrados. De los 13 que quedan algunos serán excarcelados y permanecerán en el país pues no están interesados en seguir en la Oposición política; otros serán excarcelados y posteriormente se irán del país; otros que no piensan salir del país y seguirán con su labor opositora quizás permanecerán en prisión mientras que otros estarán neutralizados y controlados después de ser encarcelados. Quizás se esté esperando por el momento oportuno para esas excarcelaciones sin destierro; un buen momento para la tiranía sería cuando se esté discutiendo ahora en en este mes de noviembre y en el mes de diciembre en el Congreso de los Estados Unidos la Propuesta de Ley Peterson, también conocida con el nombre de HR 4645, que autorizaría los viajes de estadounidenses a Cuba y el otorgamiento de créditos a la tiranía Castrista para esas actividades y otras, con las que el Embargo norteamericano a la dictadura prácticamente desaparecería.
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Tomado de http://www.cubanet.org/


Con Laura Pollán



LA HABANA, Cuba, 10 de noviembre (Redacción CubaNet) - Laura Pollán, líder del movimiento Damas de Blanco, conversó por teléfono, ayer por la tarde, con su esposo Héctor Maseda, uno de los 13 presos del Grupo de los 75 que se niegan a ser desterrados a España y permanecen en la cárcel. Cumplido hace tres días el plazo que dio el propio Raúl Castro para la excarcelación, Maseda dijo a su esposa que él no creyó nunca, ni cree, en ninguna promesa de los hermanos Castro, y se mantiene fiel a los principios que lo llevaron a la cárcel.

( Laura Pollán)

“Dice Héctor que el oficial de Seguridad del Estado de la prisión, conocido como Vladimir, no le ha hablado acerca de la liberación de los presos, y él no le pregunta. Ese señor me dijo durante una visita que él “atendía a Maseda”. Le contesté que él seguía el caso de Héctor, pero no “lo atiende”; si así fuera, ya mi esposo estaría en la casa” –enfatizó la señora Pollán.

-Usted y Berta Soler intentaron hablar con el Cardenal Ortega.

-Ayer nos pasamos el día llamando al Arzobispado, y nos atendió Nelson, el secretario de Ortega. Nos dijo que el cardenal estaba muy ocupado, porque sale de viaje en unos días, y no podía recibirnos. Nelson nos comunicó que haría lo posible porque otro funcionario del arzobispado nos atendiera. Le dije que no, que si no era con el Cardenal, no queríamos hablar con nadie, porque fue él quien dialogó con Raúl Castro y Moratinos, y siempre ha conversado con nosotras.

-¿Emprendieron otras gestiones para saber qué sucede?

-Mañana (hoy) a las doce del día nos reuniremos en la embajada de España, y el jueves en la de Bélgica, a ver si el gobierno cubano les ha dado alguna explicación de por qué ha incumplido con lo que se acordó. Bélgica ocupa la Presidencia de la Unión Europea.

-¿Habló con Guillermo Fariñas?

-Sí, y le aconsejemos a él y los prisioneros políticos que no se declaren en huelga. Fariñas no resistiría otro combate de ese tipo.

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Tomado de http://www.rnw.nl/

Cuba: ¿Libres en la Quinta Avenida?
Publicado el : 4 de mayo 2010

Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, profundiza en la posición que empieza a asumir la Iglesia Católica al romper sus silencios y hacer de mediadora ante el régimen castrista.

Hace pocos días trascendió la noticia de que las Damas de Blanco obtenían en Cuba el permiso para manifestarse, libremente, en la Quinta Avenida, una de las calles más emblemáticas de la isla, y lo mejor: sin necesidad de licencias y sin el consentimiento del régimen castrista.

Es de esta forma que los familiares de opositores cubanos encarcelados en 2003, logran reanudar sus marchas dominicales, gracias a la mediación de la Iglesia Católica y tras semanas de hostigamientos.

El arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, fue quien reveló sus gestiones ante las autoridades de la isla para encontrar una solución a los actos de acoso que han impedido a las Damas de Blanco celebrar sus habituales desfiles dominicales en las últimas semanas.

Visto en perspectiva, todo indica que la Iglesia Católica cubana ha empezado a romper ciertos silencios que venía manteniendo. Semanas atrás, el cardenal Ortega se pronunciaba en una entrevista en términos severamente críticos sobre los cambios que no terminan de llegar a una población “agotada” por la situación política y económica.

El mes de Mayo será de prueba para las Damas de Blanco: de Raúl Castro obtienen “garantías” de que pueden celebrar sus marchas de forma pacífica, sin que esto signifique acoso de grupos castristas.

Pablo Gámez: ¿ Todo indica que estamos ante un buen comienzo si consideramos que ustedes se podrán manifestar libremente en la Quinta Avenida?

Laura Pollán: Efectivamente, creo que en estos momentos estamos viviendo algo especial, porque el gobierno está utilizando como mediador al cardenal Jaime Ortega, es decir, a la Iglesia Católica. Y es muy bueno porque nos hacía falta ese apoyo de la Iglesia. Conocemos que en otras ocasiones la Iglesia ha pedido por nuestros presos, pero lo ha hecho de una forma muy discreta. En estos momentos lo ha hecho de forma pública. Y eso es muy importante, sobre todo para nosotros los católicos saber que la Iglesia no nos va abandonar nunca. Esto ha sido una pequeña victoria. Vamos a afianzar nuestras marchas y continuar con nuestra labor que realizamos desde hace siete años. La victoria final es lograr la liberación de los presos políticos.

PG: ¿Cómo interpretar este gran paso que ha dado la Iglesia Católica de mediar por ustedes y haber conseguido que las Damas de Blanco se puedan manifestar libremente en la Quinta Avenida?

LP: Creo que eso no solamente nos está ayudando a las Damas de Blanco, sino también a todos los fieles e incluso al pueblo en general, al ver la preocupación que ha tenido la Iglesia ante tanta injusticia, porque esto no es la primera vez. Cuando Fidel Castro y su grupo asaltaron el Cuartel Moncada y estuvieron encarcelados, la Iglesia Católica fue la que medió ante Batista hasta que accedieron a la amnistía. Por eso nos extraña tanto que en aquel momento la Iglesia jugara un papel fundamental, y ahora no lo había hecho públicamente, es decir, mantenía sus peticiones pero de una forma muy discreta, sin que el pueblo lo supiera. Pero ahora se ha visto coronado ese esfuerzo y lo ha manifestado públicamente.

PG: ¿A la luz de lo obtenido puede ser esto el inicio de conseguir un espacio mayor para Ustedes dentro de Cuba?

LP: Es posible, pero ya le digo: nosotras no aspiramos a ese espacio mayor, aspiramos a la libertad de nuestros familiares. Es el objetivo fundamental de nuestra lucha. Por eso es que surgieron las Damas de Blanco. Hemos enfrentado todo lo necesario pero es por la liberación de nuestros familiares.

PG: Los últimos domingos han sido en particular violentos contra ustedes, ¿ por qué? LP: Se nos han sumado una gran cantidad de mujeres de apoyo. Llamamos Damas de Apoyo a aquellas mujeres del pueblo que no tienen familiares presos, pero se solidarizan con nuestra causa. Y se han unido a nosotras, van a diferentes lugares, a la Quinta Avenida (...) Y estas mujeres fueron poco a poco aumentando, ahora son más de setenta mujeres de apoyo. Esto se pudo ver en las caminatas que realizamos en jornadas durante siete días. Esto pienso es lo que realmente alarmó al gobierno, porque mientras fuéramos las Damas de Blanco un grupo pequeño, no había mayor problema, pero nos ampliamos con las damas de apoyo, parte del pueblo. Es lo que el gobierno no quiere. Para mí ha sido como darle una lección al pueblo: no pueden sumarse a ellas, miren lo que les estamos haciendo, y a la mujer que se sume se lo vamos a hacer. Y de paso también a la oposición en general, para seguir su campaña de terror de Estado, que es lo que siempre han hecho y que tienen al pueblo hundido en muchas cosas, por el miedo que tienen durante más de cincuenta años. El miedo se ha inmaculado en casi todas las personas, pero vamos dando pasos de avance. Y la posición de la Iglesia Católica es fundamental para esto.