Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), burdas mentiras
Tomado de http://www.cubaencuentro.com
Duele ver cómo un intelectual de valía se comporta como una marioneta de un poder dictatorial
Félix Luis Viera
México DF
07/11/2010
Debemos suponer que el ser humano, en la medida en que envejece, mejora en su ética. No siempre es así, pero la regla indica que en la mayoría de los casos, sucede. Mas, ya sabemos que no hay regla sin las excepciones que la justifiquen. De manera que existen personas que, si alguna vez tuvieron decoro, pues por alguna razón, cuando entran en la fase final de sus vidas, lo pierden, lo tiran.
El escritor Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), ha declarado recientemente en Roma que “en Cuba existe la libertad de expresión”. Barnet sabe perfectamente qué es la “libertad de expresión”. Pero en esta entrevista concedida a la agencia EFE en la capital italiana ha soltado semejante falacia, a sangre fría. Y caben estas preguntas: ¿ni siquiera le habrá temblado la voz?, ¿su pulso cardíaco se mantuvo estable en esos momentos?, ¿no sintió deseos de vomitar, o de vomitarse, después de mentir de semejante manera?
Pero dijo más el laureado escritor: “Yo nunca he sido maniatado”. Claro, esto debe entenderse en sentido figurado. Quiere decir que nunca fue censurado, humillado, preterido. Hay dos razones para tal afirmación de Barnet: amnesia, o un cinismo de récord. Cuba “no es pobre, hay más pobreza en otros países de América Latina”, agrega. Aquí, según EFE, no aclara en qué países hay más pobreza que en Cuba. Pero lo fundamental: Cuba no es pobre. Debe ser que es rica.
Asimismo, afirma el presidente de la UNEAC en la citada entrevista que la mayoría de los presos políticos que hay en Cuba “recibe beneficios de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos”. Las preguntas: ¿se puede recibir algún beneficio de manos extranjeras estando en la cárcel?, ¿o ya fuera de la cárcel —debe ser— reciben “beneficios para hacer sus demostraciones”? ¿Cuáles serán estos beneficios y cómo podrán llegar a cada uno de los ex presos o disidentes radicados en una y otra ciudad de la Isla? “Muchos de ellos —según Barnet— han continuado llevando a cabo acciones de agresión y sabotaje a la economía del país”. Ésta quizá sea la más infantil y a la vez la más ejemplar de sus calumnias en estas declaraciones.
(El escritor Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC))
Cuba “tiene una riqueza intrínseca e intelectual de la que nos sentimos orgullosos”. Debemos suponer que con esta máxima el escritor y etnólogo quiere decir que “ellos” se sienten “orgullosos” de la riqueza intelectual que está bajo sus órdenes. De ninguna manera pensemos que está aludiendo a la riqueza intelectual, y también intrínseca, que se halla fuera de Cuba gracias a “la libertad de expresión” existente en la Isla.
La verdad es que yo no me siento orgulloso al ciento por ciento de la riqueza intelectual de Cuba cuando constato que, aparte de su labor creadora, personas como Miguel Barnet se alzan como embusteros de 22 quilates. Ni deben sentirse orgullosos de su presidente, si acaso saben que éste se dedica a desvirtuar la triste realidad cubana, aquellos escritores y artistas que, dentro de Cuba, pasan sufrimientos y carencias de todo tipo para llevar a cabo su obra y la promoción de ésta.
En el remate de sus declaraciones a EFE, Barnet afirma que no cree que haya otros países en América Latina en los que los escritores, músicos, deportistas e intelectuales viajen tanto como los cubanos, “desde la Patagonia hasta el Ártico”, dice. Creo que cuando daba esta respuesta estaba pensando en sí mismo.
Pero el Presidente de la UNEAC tiene sus haberes de rebeldía. Afirma que está “abogando para que se suprima la tarjeta blanca”. O sea, el permiso que deben solicitar los ciudadanos cubanos al Gobierno para poder salir de la Isla. Me imagino que con tanta gente viajando al extranjero, como ha afirmado Barnet, debe ser muy engorroso eso de estar expidiendo tarjetas de salida luego de infinidad de averiguaciones previas.
Y aquí terminamos. De cualquier manera duele, al menos a mí me duele, ver cómo un intelectual de valía se comporta como una marioneta de un poder dictatorial. Y duele también comprobar cómo hay seres humanos que cierran el ciclo de sus vidas hundidos en la desvergüenza.
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Félix Luis Viera es poeta, cuentista y novelista, nació en Santa Clara, Cuba, el 19 de agosto de 1945. Ha publicado, entre otros libros, las novelas Con tu vestido blanco (Premio Nacional de Novela de la UNEAC 1987 y Premio de la Crítica 1988. Ediciones Unión, Cuba), Serás comunista, pero te quiero (1995, Ediciones Unión, Cuba), Un ciervo herido (Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico, 2003) y la noveleta Inglaterra Hernández (Ediciones Universidad Veracruzana, 1997. Reediciones 2003 y 2005).
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