Encuestas engañosas
Por Juan González Febles
Lawton, La Habana, 15 de agosto de 2011, (PD) Acabo de leer el post de Fernando Ravsberg el corresponsal de BBC Mundo que, (quién si no) sería el periodista estrella de Granma si este medio oficial fuera un diario con todas las de la ley (siempre autorizado a informar) y pagara de acuerdo a los estándares de BBC y otros medios afines en el mundo real. en_cu
No quiero ser injusto, pero el colega consigue decir las cosas en forma tal que, aunque siempre al final beneficia al régimen cubano, parece todo lo contrario. Publicado el 30 de julio en ‘Cartas desde Cuba’ y titulado “Los dineros y las políticas”. Ravsberg carga con profesionalidad y sutileza contra los dineros de Washington y el mal uso tradicional dado a estos.
Quizás el colega pasa por alto lo principal, tanto Usaid como el resto del equipo norteamericano priorizan el asentimiento de políticos e intereses locales. No se trató nunca de la democratización de la Isla. Al menos, no fue ni es este, el tópico principal. No se trata de hacer lo mejor para apoyar la lucha por la democracia en la Isla. Se trata de atemperar los ánimos y las expectativas de personas e instituciones más preocupadas por trascender y por la continuidad de la actividad que realizan allá por el Norte, que por alcanzar la democratización de una Isla dejada atrás en el tiempo. Gente que por una parte fue derrotada por muy adversas circunstancias, que perdieron su partida con la historia y que se resisten a aceptar que toca jugar a nuevos actores.
Todas las corrupciones e incorrecciones de allá, son peccata minuta y objetivaciones de segundo grado, del todo irrelevantes Cuba adentro. Que a fin de cuentas, donde se roba es allá.
(FERNANDO RAVSBERG, BBC Mundo)
En relación con señor embajador Farrar, no pienso que la acción emprendida en su contra habría tenido éxito si sólo hubiera hecho su trabajo. Lo vetaron para ir a Nicaragua porque en Cuba, no hizo su trabajo. El ex embajador Parmly, trampas aparte de la contrainteligencia cubana, hizo su trabajo de forma brillante y por ahí andará, en representación y servicio de su país. Parmly no provocó al régimen cubano, conoció y habló con todos. La diferencia entre ambos funcionarios es obvia. Quizás no lo hayan hecho alcalde, pero en Cuba libre, será bienvenido cuando el momento llegue.
Existen dos polos de poder político e influencia en los asuntos cubanos bien diferenciados: Europa y USA. Ambos polos son tan semejantes que en ocasiones parecen la misma cosa. El polo europeo es más sutil, más centrado y en ocasiones, más políticamente correcto. El polo USA suele incurrir en costosos desatinos, escándalos y resulta especialmente vulnerable a las maniobras del régimen cubano, que consigue mantenerlos en una patética desventaja política. Ambos crean sus héroes y promueven sus campañas a espaldas del pueblo y la tierra que dicen querer liberar. De estos héroes y de acuerdo a su conveniencia, los medios al servicio del gobierno aportan lo suyo.
Ravsberg se refiere (y lo cito) a encuestas realizadas en Cuba que arrojan (cuando si no) resultados parciales y engañosos. Ahí va:
“Se trata de una consulta realizada entre 263 solicitantes de visas. Mientras Posada (Carriles) era reconocido por el 67%, Martha Beatriz Roque fue identificada por el 43% y Oswaldo Payá por apenas el 29% de los encuestados.
Sólo un 16% conocían a Laura Pollán, dirigente de las Damas de Blanco, y la bloguera Yoani Sánchez –considerada por la revista Times como una de las 100 personalidades más influyentes del mundo- sólo fue reconocida por un 2% de sus compatriotas.
Los diplomáticos culpan al monopolio informativo del gobierno, pero eso no explica casos como el de Oscar Espinosa (18%) quien durante cinco años, tuvo un programa en Radio Martí, emisora que asegura tener gran audiencia en Cuba”
La primera pregunta podría ser: ¿Hasta qué punto fue representativa la muestra seleccionada? ¿Quién asegura que los encuestados respondieron con honestidad o al menos con ‘relativa’ honestidad las preguntas? ¿Puede alguien en Cuba confiar que una encuesta realizada en la SINA (Sección de Intereses de Norteamérica) en Cuba) por SINA, en términos de que la omnisciente Seguridad del Estado no esté al tanto? ¿Se arriesgaría alguien a perder la tarjeta Blanca por una respuesta que no sea del agrado de quien puede dársela o no? ¿Puede confiarse en cualquier extranjero que hace preguntas y que si esta gente lo aprieta un poco, te echará palante como un carro de helado, si de coger un avión y largarse se trata? Recordemos que pasa con quien no coopera. Véase el caso de Alan Gross, el típico rehén de una vendetta política ajena.
Muchas veces junto a otros colegas, nos hemos preguntado desde que país reporta Ravsberg y un prestigioso grupo de colegas de la prensa internacional.
Laura Pollán y las Damas de Blanco son ampliamente conocidas por el pueblo en La Habana, en Santiago de Cuba y en otros sitios Cuba adentro. Existe un amplio bagaje de imagen gráfica que respalda esta afirmación. ¿Alguien en su sano juicio puede negar que las personas que las vieron desfilar (remitirse al pietaje filmado de esas marchas) no las conozcan?
Las recepciones y veladas organizadas por SINA transcurren en residencias diplomáticas en que se exige no pasar con cámaras y teléfonos móviles. Como se trata de un gobierno amigo, los opositores y demás miembros de la sociedad civil respetan esta posición. No se violenta el orden que los amigos imponen en su casa. No obstante los blogueros oficiales y la prensa oficial disponen de imágenes tomadas in situ, nadie sabe cómo y las publican para que nadie diga que no hacen su trabajo.
En la habanera calle Obispo he visto a equipos de la televisión oficial realizar encuestas. Recuerdo que en una de estas preguntaban sobre si conocían a Luís Posada Carriles, las respuestas invariablemente eran afirmativas. Luego de apostrofar al individuo con epítetos de terrorista, las gentes aseguraban conocerlo por la Mesa Redonda y el Noticiero Nacional de Televisión. ¿Puede alguien en su sano juicio esperar otra cosa?
Por otra parte, de forma continua “los imperialistas yanquis” son vencidos por los “heroicos” segurosos que los sacan ante las cámaras con camaritas, antenas y con cualquier cantidad de sapingos infiltrados “que intentaron atentar contra la revolución”. ¿Se puede confiar en Cuba en los americanos “que siempre pierden”, de acuerdo a la saturación propagandística de los medios oficiales?
En Cuba las encuestas realizadas en tales condiciones son engañosas. Los héroes creados por los dos polos Europa-USA, también y lo que afirma Ravsberg, otro tanto.
juanchogonzal@gmail.com
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