Nota del bloggista.
Francisco Chaviano desarrolló un gran activismo dentro de la oposición a principios de los años 90s. El ensañamiento sobre su persona en cuanto a años de cárcel y maltratos en la prisión se debe en gran parte en que Chaviano, lejos de ser reclutado por la Seguridad del Estado para trabajar para ellos, fue capaz de captar, en cierta medida, para la oposición a agentes de la Seguridad del Estado o Policía Política.
Francisco Chaviano no es del Grupo de los 75 detenidos en la Primavera Negra del 2003 ydesconozco si Ana B. Aguililla Saladrigas, su esposa, forma parte formalmente de las Damas de Blanco pero Francisco Chaviano ha sido uno de los presos de conciencia sobre el cual se han ensanñado más el (des) gobierno cubano.
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Una Dama de Blanco y su familia
Por Ana B. Aguililla Saladrigas
30 de enero de 2006
La Habana –
http://www.payolibre.com/ – Entre finales del año pasado y el comienzo del 2006 se han tomado nuevas medidas represivas contra nuestros esposos, presos de conciencia en Cuba y sus familiares.
Mi esposo, Francisco Chaviano González, el preso de conciencia en Cuba que ha tenido que cumplir mas años de prisión y yo no somos una excepción.
El 28 de diciembre en vistita ordinaria, se me planteó de forma severa que rayaba en maltrato, que no tenía derecho a entrar la jaba (bolsa) de alimentos correspondientes, a lo que tuve que responder con energía y realizar trámites con las autoridades del penal hasta que me permitieron entrarla ya al final de la misma.
En los primeros días de este año el oficial de Seguridad del Estado que atiende el caso de mi esposo conocido como “Jorge”, le comunicó que la aplicación de la medida de mínima severidad para él no estaba aprobada aún por la Dirección General de Cárceles y Prisiones, donde se analizaba su caso. Esto es también algo que indica un retroceso en cuanto al caso de Chaviano, por cuanto este mismo oficial nos había comunicado a finales del mes de noviembre que ya se había aprobado esta medida para mi esposo.
He conocido de presos de conciencia a quienes les han tratado severamente a sus familiares en las requisas y otros a quienes le han alejado la frecuencia de visitas. Según nuestra experiencia estas medidas han sido tomadas por las actividades que hemos desplegado últimamente las Damas de Blanco y los reconocimientos obtenidos. Pero para mi esposo Francisco Chaviano y para nuestra familia no es la primera vez.
Para nosotros los problemas comenzaron en el año 1991. En diciembre de ese año la policía política le exigió a mi esposo que abandonara el país con amenaza de que en caso contrario le sancionaría a 15 años de cárcel y agregaron: “…nosotros tenemos una mente muy prolífera y se nos ocurren muchas cosas…”. Cumplieron su palabra. Carteles en las paredes en contra de los miembros de la familia, ventanas rotas, ruptura también del metro contador de electricidad durante la madrugada, actos de repudio, etc. Nuestros dos hijos mayores tuvieron que emigrar. Tres meses después encarcelaron a Chaviano para echarle los 15 años prometidos, aprovechando que dos oficiales del Dpto. 21 de la contrainteligencia hicieron una Revelación de Secretos a él sobre la naturaleza de las agresiones de que estábamos siendo víctimas.
Desde el 1999 hasta el 2003 no nos fue permitido visitar a mi esposo en prisión y fue llevado a celdas de castigo en varias oportunidades siendo maltratado físicamente.
A finales del 2003 se produjo un cambio de política para con nosotros. Se nos comunicó que pondrían en libertad a mi esposo y creímos que nuestro calvario concluiría. A mediados del 2004 liberaron al principal oficial del Dpto. 21 de Seguridad del Estado que revelara los secretos (el otro fue liberado en el 1998); ellos eran los únicos con responsabilidad penal exigible pues Chaviano no trabajaba para el estado y actuó en defensa propia.
En lugar de cumplirse la promesa de liberar a mi esposo, todo terminó en una sádica burla pues le dieron una golpiza y le enviaron a castigo sin más ni más.
Tantos años de maltrato y encierro sin tomar el sol con la frecuencia que este necesita le han producido una grave lesión en los pulmones que según los médicos requiere de una delicada operación, sin embargo al gobierno no parece importarle su enfermedad pues no lo liberan a pesar de que hace 4 años le corresponde la libertad condicional.
Mi esposo Francisco Chaviano González lleva 12 años en prisión, por lo que le han convertido desafortunadamente en el activista de derechos humanos que más años de cárcel ha cumplido en América y a mí en la decana de las Damas de Blanco.
En los últimos años luego de que nos anunciaran una próxima libertad, han comenzado un juego sórdido. Para con mi esposo se repiten una y otra vez las promesas de libertad, que si el mes que viene, que si el otro más arriba y nada. Le ingresan en el Hospital y le dan de alta del mismo sin terminar de hacerse los exámenes y el tratamiento adecuado. También nos vimos necesitados de enviar nuestra hija menor que quedaba con nosotros al exilio.
Llamo a la conciencia humana a unirse a nosotras pidiendo a nuestro gobierno que se respete nuestro dolor por el encarcelamiento de nuestros seres queridos, permitiendo al menos el desarrollo normal de nuestras familias, incluyendo un adecuado sistema de vistas y tratamiento en las mismas.
Sumo además a este, el reclamo a que antes de que continúe deteriorándose la salud de mi esposo le ponga en libertad como estipulan las leyes cubanas.
Las ideas no pueden ser encarceladas
Firma:
Ana B. Aguililla Saladrigas
Calle 236 No. 126, Jaimanitas, Playa, Ciudad Habana
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Síntesis biográfica de Francisco Chaviano González
Francisco Chaviano González nació el 7 de marzo de 1953 en Sagua la Grande, provincia de Villa Clara. Su abuelo, José González Valdés, fue coronel del Ejercito Libertador que ganó la independencia de Cuba de las manos de España, y mas tarde fungió con los mismos grados en el Ejercito Nacional de la recién creada República de Cuba. Al cumplir 7 años de edad su familia se traslada a la Ciudad de La Habana y en el año 1975 comienza a trabajar como Jefe del Departamento de Organización del Trabajo y Salarios de la fabrica de ómnibus Girón, donde empieza a constatar según sus propias palabras "lo absurdo, irracional e infuncional de la economía cubana". En 1980 abandona ese puesto y comienza a ejercer como Profesor de Matemáticas en el nivel Medio Superior, posición que abandona en el año 1984 por discrepancias con el sistema educacional del régimen castrista.
Después de abandonar su trabajo de maestro comienza a laborar como Jefe de una Brigada Especial de Obras de Construcción del Ministerio del Interior, puesto del que es expulsado en octubre de 1988 debido a sus frecuentes criticas abiertas a Fidel Castro. Producto de esta situación, intenta abandonar el país de forma clandestina en marzo de 1989, pero es apresado y conducido a Villa Maristas, Cuartel general de la Policía Política castrista, de donde es conducido con posterioridad a la Prisión de Quivicán, en la provincia Habana.
Una vez dentro de ese penal funda allí el Consejo de Lancheros de Cuba, organización dedicada a aglutinar a la mayoría de los cubanos presos o ex presos por haber intentado hacer uso del derecho de salir del país por su propia cuenta. Al salir de la cárcel comienza a desarrollar un amplio trabajo con dicha organización, documentando casos de personas desaparecidas en el Estrecho de la Florida en busca de libertad. La actividad de denuncia desplegada en ese campo es tan intensa, que contribuye de manera decisiva a que el gobierno cubano se vea precisado a cambiar su postura con relación a esa causa, reduciendo las condenas a los individuos capturados en el intento de escapar de la Isla. Al comprender que las causas de este éxodo sistemático obedecen, según sus palabras "a la discriminación social, el apartheid turístico, la legislación laboral y en sentido general la falta de los derechos inalienables" que sufre el pueblo cubano, deciden extender el radio de acción de la organización y cambiar su nombre por el de Consejo Nacional por los Derechos Civiles en Cuba.
Esta toma de conciencia no pasa inadvertida para los cuerpos represivos del gobierno cubano. Francisco Chaviano comienza a ser víctima de acoso e intimidación por parte de la Seguridad del Estado, siendo el más notorio de estos incidentes el ocurrido el 7 de marzo de 1994, cuando cuatro hombres armados invadieron su casa y lo golpearon ante la indiferencia y el beneplácito de las autoridades castristas. Este incidente fue denunciado por Amnistía Internacional, que el 15 de marzo emitió una Acción Urgente expresando su condena y preocupación por el caso de Chaviano. Pero esto no frenó la furia represiva de Fidel Castro y sus servidores.
El 7 de mayo de 1994, el presidente del Consejo Nacional por los Derechos Civiles en Cuba fue detenido por la Seguridad del Estado y conducido a Villa Marista, donde se le fabrica una falsa acusación de "Revelar secretos concernientes a la Seguridad del Estado". Después de permanecer 11 meses incomunicado en la llamada Lubianka cubana, Chaviano fue finalmente condenado a 15 años de prisión en un juicio carente de las más mínimas garantías procesales.
Recluido en la actualidad en la prisión Combinado del este, en la ciudad de La Habana, fue proclamado el 11 de mayo de 1994 como prisionero de conciencia por Amnistía Internacional, que emitió otra acción urgente pidiendo su liberación. Ocho días después, el 19 de mayo, el Departamento de Estado norteamericano emitió un comunicado oficial respaldando su labor y solicitando su liberación inmediata.A pesar de todos los intentos de la dictadura por aniquilarlo con su odio irracional, Francisco Chaviano González es un hombre de profundas convicciones humanistas y sentido de nación. Como el mismo dijera en un documento enviado al exterior, "Mi lucha, es convencer a las partes de la necesidad de retirarle a tiempo el apoyo tanto a aquellos que quieren hundir la Isla en el mar, como a los que están obcecados con la venganza, pues por encima de estos mezquinos intereses está la nación cubana, que no es mas que la comunidad de intereses y derechos individuales de todo un pueblo."Causa 132/95, juzgado abril 15, 1995 por un supuesto delito de "revelación de secretos concernientes a la Seguridad del Estado".
Tiene 50 años de edad, casado con Ana Bélgica Aguililla Saladrigas. Es maestro de profesión, su familia reside en calle 236 #129 e/ y 3 Jaimanitas, Playa, Ciudad de la Habana. Le ha sido denegada la solicitud de revisión de su caso, ha sido enviado en reiteradas ocasiones a celdas de castigo y al cuartel general de la policía política.
Sufre de hipertensión arterial, artrosis y desordenes digestiva.
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