domingo, julio 16, 2006

Y DESPU'ES DE CASTRO, QU'E ?

Y DESPUES DE CASTRO, ¿QUE?

Fidel, tras 47 años en el poder,prepara la sucesión. No quiere nuevos líderes,sino reforzar el 'aparato'. La oposición dudaque el régimen le sobreviva.

Mauricio Vicent
El País
España
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José F. Sánchez
Jefe de Buró
Cuba
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Julio 16, 2006

..."Y después de Fidel, ¿qué?, es ya una pregunta corriente en la isla.

Un conocido sociólogo cubano ironiza con haber analizado "al menos veinte escenarios" hipotéticos. "Sucesión o transición; de ritmo lento o rápido; pacífica o violenta. En vida de Fidel Castro o después de su muerte; con Raúl o sin Raúl; con los más jóvenes en el poder, o con una generación intermedia al mando". El momento de la verdad: Lo que diferencia este momento de otros es que ahora las autoridades han puesto sobre la mesa las cartas de la sucesión. Y que, al parecer, el proceso en marcha "contempla una transferencia en vida de Fidel, de forma gradual y ordenada, con el fin de garantizar una posterior gobernabilidad", afirma un embajador europeo.

Durante algún tiempo, la apuesta de Castro favoreció un relevo centrado en la "cuarta generación", integrada por líderes estudiantiles y cuadros de la Unión de Jóvenes Comunistas, menores de 40 años, con quienes en los últimos años, en una especie de gobierno paralelo, el mandatario ha ejecutado la "Batalla de Ideas", dirigida a atender las necesidades de los sectores más castigados por la crisis y resucitar el "espíritu revolucionario". Sin embargo, tras consagrar formalmente el V Pleno la iniciativa de Raúl de promover un relevo institucional guiado por el partido, cambiaron las reglas del juego.

La cúpula del PCC eligió un Secretariado de 12 miembros, integrado mayoritariamente por cuadros de entre 40 y 50 años y fogueados en el trabajo partidista; un mensaje claro de dónde reside el poder y cuál es el camino a recorrer por los futuros dirigentes para llegar a los puestos de mando, en opinión de analistas locales. Si, efectivamente, en la isla han comenzado los preparativos para la sucesión, éstos tendrían el único fin de prolongar la vida del sistema, sin cambios verdaderos, creen los disidentes. "La raíz del problema es la exclusión del pueblo y la negación de su participación en la vida económica y política del país. Todo lo que no implique acabar con ello es una continuación de la injusticia", afirma el líder del Proyecto Varela, Oswaldo Payá. Para Payá, igual que para otros opositores, "el fidelismo, como concentración del poder en una persona, no puede tener continuación sin Fidel", y por ello cualquier futuro Gobierno de sucesión será transitorio.

Sin estar convencidos de las tesis de la oposición, un buen número de académicos e intelectuales cubanos coinciden en que varios factores pesarán en cualquier evolución de los acontecimientos. El primero es el denominado factor Estados Unidos. Después de 47 años enfrentados a Washington, en Cuba hay un incuestionable sentimiento nacionalista, y hasta los más críticos declaran que no admitirían la intromisión de Estados Unidos. Si el Gobierno norteamericano persiste en su actual política e incrementa la presión, como se desprende de la denominada Comisión de Ayuda una Cuba Libre, creada por la Administración de Bush, que contempla ayudas millonarias a la disidencia y veta a cualquier sucesor que no promueva una transición democrática a corto plazo, esto podría condicionar el enroque de las nuevas autoridades.

El modelo económico a implantarse es el segundo factor. La mayoría coincide en que, sin Fidel Castro, Cuba ha de abrirse económicamente para buscar un nuevo consenso, o de lo contrario la tensión interna crecerá. Algunos plantean buscar un modelo chino a la cubana. Otros, como el académico Pedro Campos, se inclinan por la cooperativización y "la autogestión empresarial obrera" para dinamizar la economía. No introducir reformas de calado, afirma la mayoría de los analistas, sería a medio plazo un suicidio político.

En tercer lugar, el papel del Ejército será clave. Son muchos los que creen que los militares cubanos poseen considerable poder económico y político y que jamás permitirían la "entrega" a Estados Unidos. Pero tampoco los militares cubanos son reacios a las reformas. En contraposición de su fama de hombre duro y ortodoxo, Raúl Castro ha sido "pragmático" a la hora de introducir cambios y, señalan analistas y diplomáticos, en las empresas de las FAR y corporaciones turísticas bajo su control fue donde comenzó la descentralización y la autogestión empresarial en los años noventa.

Sea cual sea el peso real de estos factores y el modo en que, a la hora de la verdad, se combinen las variables, dos cosas están claras: que los preparativos ante la era pos Fidel han comenzado y que sustituir al Comandante en Cuba no será fácil. "Fidel Castro es la principal fuerza de la revolución, pero también su principal debilidad", ha dicho alguna vez García Márquez . Si ello es cierto, el último reto al que se enfrenta..."