HORROR Y CRIMEN EN CUBA
Horror y Crimen en Cuba Comunista.
Por Ramon Humberto Colas.
Eran tres jovenes negros como las noches oscuras de la isla. Habian vivido bajo vigilancia y golpizas. Hambre y prisiones. Eran chocantes al extranjero y peligrosos a la policia. Inadaptados al CDR. Descarrilados para la UJC. Enemigos del pueblo para el partido. Bandoleros sin sueldo para los vecinos. Ellos no eran el reflejo del "hombre nuevo" y pocas veces fueron a la plaza a contagiarse de la hipocresia y la doble moral. Preferian la algarabia de las calles y el tejado marchito de La Habana Vieja o los rincones protervos del solar y las largas colas de una cervecera.
Pero tenian el suenio de ser libres del horror y el cautiverio. De la intriga y el miedo, la adulacion y el cansancio. Ocuparon la playa y la bahia. Tomaron el rumbo de sus muertes ansiando cruzar el golfo y alcanzar la otra orilla para secar su sed en la arena, caminar sin temerle a la policia y cambiar sus vidas en el trabajo. Serian heroes de ellos mismos. Nuevos navegantes en el siglo de las computadoras. Adalidel del mar y la bitacora. En el camino, soniaban con enviarle dolares a las madres, cartas a los amigos, regalos a las novias, blasfemias al tirano y a los complices de la barriada; fotos en restaurantes famosos y playas libres del sur de la Florida o de sus autos del anio(quien sabe). Pero el infortunio les fraguo sus suenios. La nave, adoctrinada a navegar sus pocas millas, consumio el combustible en la peor hora. Habia que regresar y regresaron. Ya estaban dictadas sus condenas. El 11 de abril del 2003 les descargaron rafagas cortas de fusiles AK en sus pechos puberes, cubriendo la sangre el color ebano de sus cuerpos jovenes.
La madre de Barbaro Castillo, de apenas 21 anios de edad, lloraba enloquecida por las calles de Francisco Guayabal, su pueblo natal, y gritaba con dolor "!Fidel asesino!" hasta perder la voz. Le cerraban las puertas las autoridades del partido de la zona y le decian "loca".
Tambien la mama de Lorenzo Copello, una negra obesa y cansada, mostro su desconsuelo, negandose a creer que su hijo hubiera muerto en manos de una revolucion en la que habia creido. Este crimen contra tres inocentes, incluyendo a su vastago, le permitio conocer la naturaleza asesina del castrismo y lo dijo mil veces arrepentida: "!Maldito Fidel, asesino, eres tu quien merece morir!".
!Que horror! !Que crimen! ?Donde estaban los amigos de la vida? !Que pena! Cierto, "se trata de tres negritos condenados por la furia del viejo tirano". "Hagamos silencio", se dijeron Lucio Walker y Garcia Marquez. Tambien Benedetti y Galiano, la izquierda mundial militante y frustrada. Jose Saramago, ganador de un Nobel, se conmovio con la condena y luego se retracto como una infanta temerosa del castigo seguro..
Si estos muertos hubieran sido victimas de la derecha, otra cosa seria. La prensa mundial los destacara y las condenas al tirano serian en masa. Castro, este "dictador comodo", puede asesinar y luego es aplaudido. Hundir barcos con ninios en su interior y ser absuelto del juicio de los pueblos; derribar aviones en pleno vuelo y ser considerado inocente, fusilar a tres cubanos negros y despues alabar a Martin Luther King en la batalla de las ideas y la desinformacion.
!Que horror! !Que crimen!
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