martes, enero 23, 2007

LA EXPERIENCIA DE VIVIR EN PRISIÓN

La experiencia de vivir en prisión
Por Pablo Pacheco Ávila

23 de enero de 2007

Prisión de Morón, Ciego de Ávila – www.PayoLibre.com – En la vida no todos tenemos la capacidad de llegar a la universidad. Pero en Cuba, donde la enseñanza es gratuita, un gran porciento de la población ha superado la diversidad del dolor. Esto que escribo, ¡parece de loco!, pero no, querido amigo lector.

Muchos cubanos hemos sufrido el régimen penitenciario. ¡Es tan fácil ir a la cárcel en esta bella isla!, pues desde que compramos la onza ilegal de café, para desayunar, estamos infringiendo la ley. Debo señalar, que este país es netamente agricultor y existen grandes caballerías sembradas de cafetos.

Ahora, adentrémonos en el tema de mi título.

En mis cuatro años de cautiverio he visto todo, o mejor, para no ser absoluto, casi todo. A la memoria me viene el joven que prefirió lanzarse del cuarto piso en el penal de Agüica, Matanzas, antes de recibir una golpiza por los funcionarios de Orden Interior. ¡Y que decir del que fue esposado con las manos a la espalda y empujado escaleras abajo!

Y aunque quisiera, no puedo olvidar al cienfueguero que perdió el conocimiento por tantos golpes recibidos de los guardias.

También, hay pobres reclusos que la policía los envía a hostigar y delatar a los presos políticos. Realmente, son dignos de pena.

Me faltan muchos casos, pero este no puedo pasarlo por alto, sino, no sería digno de escribir: Noel Rodríguez González, este muchacho se quemó la niña de los ojos y perdió la vista. Nada más de pensarlo… se me ponen los pelos de punta. Y aun así, lo mantienen en cautiverio.

He dejado para finalizar mi artículo, la situación de todos los presos políticos; sin exclusiones. Y no es el hecho de ir a prisión, no es secreto, que la mayoría de los hombres que han luchado por una causa que creen justa, han tenido que pasar por la cárcel. Pero ¿Cómo se puede dormir tranquilamente, sabiendo que tienes personas encarceladas por ejercer el derecho de pensar, escribir, y actuar con libertad? La libertad que Dios nos dio al nacer.

Para mí la familia es todo. Y esta forzosa separación inmerecida, y nada deseada, es muy triste, pero también, demasiado dolorosa para mis seres queridos. Ellos sufren más que yo, de eso estoy convencido. No existe mayor tristeza, que la pena de estar ausente de lo que más se quiere.

Tengo Fe y esperanza de ver un nuevo amanecer, sin tinieblas. Y sé que volveré a disfrutar del mayor placer que me ha dado la vida, besar la mejilla de mi hijo cada mañana, y ayudarlo a prepararse para la escuela. Asimismo, proteger y compartir los trabajos de la casa con mi esposa. Eso no tiene precio, y los humanos lo sabemos bien.

Confiemos en el señor. Nada está perdido. El gran día llegará, claro, la huella de la herida, jamás se cicatrizará. Algo sí es muy cierto, siempre hay un día mejor, y en ese gran día, prefiero, que todos los que hoy, estamos recluidos, confiemos en nuestro gran Dios. Para él, nada es imposible.
Pablo Pacheco Ávila, Cooperativa Avileña de Periodistas Independientes, encarcelado en la prisión provincial de Morón; perteneciente al Grupo de los 75. Condenado a 20 años de prisión. Dado el día 16 de enero de 2007.

1 Comments:

At 2:17 p. m., Blogger Unknown said...

Te agradezco que nos enseñes una muestra de tu vida y de lo dolorosa que es la vida en prisión.
Que el resto del mundo no crea que los presos no sienten ni sufren.
Y aunque sea cierto que en muchos casos hayan cometido actos horribles, también sois personas. Lo digo como víctima que ha sufrido las consecuencias de estos actos. Pero a pesar de todo, nadie merece estar extento de libertad.

¡Gracias por tus palabras!

maría

 

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