EX CORONEL DE LAS FUERZAS ARMADAS CUBANAS DENUNCIA EXISTENCIA DE LABORATORIO DE ARMAS BIOLOGICAS EN LA ISLA
EX CORONEL DE LAS FUERZAS ARMADAS CUBANAS DENUNCIA EXISTENCIA DE LABORATORIO DE ARMAS BIOLOGICAS EN LA ISLA
El Nuevo Herald
Florida
E.U.
Infosearch:
José F. Sánchez
Analista
Jefe de Buró
Cuba
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Febrero 27, 2007
Un ex coronel del Ejército cubano aseguró en Miami que el régimen de Fidel Castro cuenta desde hace más de 20 años con una instalación militar soterrada para el desarrollo de armas biológicas. ''La instalación se construyó a comienzos de los años 80 en un área cercana a San José de las Lajas [al sureste de La Habana], y es conocida como Labor Uno'', relató ayer el doctor Roberto Ortega Morales, quien se desempeñó como jefe de los servicios médicos de las Fuerzas Armadas Cubanas (FAR) entre 1984 y 1994.
Ortega, de 58 años, explicó que el laboratorio fue edificado bajo tierra con medidas de máxima protección (grado cuatro), debido a que se concibió para procesar gérmenes de enfermedades altamente epidémicas y rápida propagación. Según el testimonio, los bacilos fueron traídos principalmente de Africa, donde las tropas cubanas libraron las llamadas guerras internacionalistas hasta 1989.
Ortega participó en misiones en Etiopía y Angola, adonde viajó en 17 ocasiones desde 1976. ''Son gérmenes de alta peligrosidad que pueden desencadenar epidemias de consecuencias fatales, como la peste bubónica, el ántrax y la fiebre amarilla'', agregó durante una entrevista con El Nuevo Herald. ``En particular, Angola se utilizó como una fuente de gérmenes''. Ortega no descartó que el laboratorio pudiera estar aún en funcionamiento y sugirió que organismos internacionales pudieran reclamar una inspección en el área. ''Al menos hasta hace tres o cuatro años estaba en operaciones'', recordó. ``Ellos [Cuba] pueden haberlo desactivado, pero allí deben quedar las evidencias''.
El Departamento de Estado declinó ayer referirse a las declaraciones de Ortega en cumplimiento de su política de privacidad. ''No discutimos públicamente asuntos de inteligencia sensibles a la seguridad del país'', expresó un alto funcionario de esa dependencia gubernamental. Ortega dijo que conoció de la existencia del laboratorio a fines de 1992, cuando él tuvo que acompañar a una delegación militar rusa de alto nivel que visitó Cuba con el propósito de inspeccionar Labor Uno. Añadió que Labor Uno fue un proyecto atendido directamente por la máxima jerarquía de las FAR y para dirigirlo se designó al general Guillermo Rodríguez del Pozo, un médico vinculado a la familia del actual gobernante interino Raúl Castro. Rodríguez del Pozo es padre del economista Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, yerno de Raúl Castro. Ortega indicó que hace dos años se entrevistó con un representante de la inteligencia estadounidense para ofrecer su testimonio sobre el tema. ''Toda esa información se la di a un oficial de la CIA'', manifestó. ``Pienso que todo eso se está procesando y supervisando''.
Anoche Ortega compareció en el programa A Mano Limpia del Canal 41-AmericaTeVe y hoy, a las 7 p.m., intervendrá en un panel sobre la transición y los militares en Cuba, auspiciado por el Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami. Ortega precisó que Labor Uno se construyó con fondos del presupuesto militar, aprovechando la fachada de desarrollo biotecnológico para fines pacíficos que impulsó Cuba en la década de los 80. Fueron los años en que comenzaron se inauguraron instituciones científicas como el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), el Centro de Inmunoensayo y el Instituto Finlay (para la fabricación de vacunas).
Las versiones fragmentarias acerca del presunto programa de armas biológicas de Cuba se consolidaron en un informe enviado al Congreso por el representante cubanoamericano Lincoln Díaz-Balart en 1998. Durante la administración de George W. Bush, funcionarios estadounidenses han hecho mención a la supuesta capacidad de Cuba para construir armas biológicas. La Habana lo ha negado enfáticamente en varias ocasiones. El ex presidente Jimmy Carter aseguró que Cuba no posee armas biológicas ni tiene intención de fabricarlas tras realizar una visita al CIGB, en mayo del 2002. Pero Ortega considera que a Carter ``lo llevaron al lugar donde no podía hallarlas''.
Tras 28 años de servicio, Ortega fue separado de las FAR en 1994 por considerarse inapropiada su relación de amistad con un médico estadounidense que visitó la isla. Luego pasó a trabajar con la Dirección de Contrainteligencia del Ministerio del Interior hasta 1996, cuando recibió la baja del organismo. Logró entonces un empleo en empresas de turismo y en el 2003 consiguió viajar a México, donde desertó para cruzar la frontera por Matamoros y pedir refugio en Estados Unidos.
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http://www.eldiarioexterior.com/noticia.asp?idarticulo=13292
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Revelan que el Gobierno de Cuba desarrolla armas biológicas
Lo denunció un ex coronel del Ejército cubano. El doctor Roberto Ortega Morales aseguró que el régimen de Castro cuenta desde hace más de 20 años con una instalación militar para el desarrollo de este tipo de armas.
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Diarioexterior.com
28 de febrero de 2007
Lo denunció un ex coronel del Ejército cubano. El doctor Roberto Ortega Morales aseguró que el régimen de Castro cuenta desde hace más de 20 años con una instalación militar para el desarrollo de este tipo de armas ´´La instalación se construyó a comienzos de los años 80 en un área cercana a San José de las Lajas, y es conocida como Labor Uno´´, le dijo el jefe de los servicios médicos de las Fuerzas Armadas Cubanas (FAR) entre 1984 y 1994, al diario El Nuevo Herald. Según cuenta Ortega, el laboratorio fue construido bajo tierra y cuenta con las máximas medidas de seguridad. En el lugar se trabaja con bacterias y virus epidémicos y de rápida propagación. ´´Son gérmenes de alta peligrosidad que pueden desencadenar epidemias de consecuencias fatales, como la peste bubónica, el ántrax y la fiebre amarilla´´, agregó. ´´Al menos hasta hace tres o cuatro años estaba en operaciones´´, recordó y pidió a los organismos internacionales que soliciten una inspección del área donde está montado, según una información que publica hoy por este diario. Pero esta no es la primera vez que señalan que Cuba viene produciendo armas biológicas. Ya en 1999 un ex coronel del ejército soviético y directivo del programa de armas biológicas de la Unión Soviética había hecho una denuncia similar.
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¿ ARMAS BIOLOGICAS?
Por Alejandro Armengol
EN 1999 UN desertor soviético —ex coronel del ejército y ex subdirector del programa de armas biológicas de la URSS— afirmó que Cuba venía “produciendo armas biológicas desde hacía diez años”. Desde entonces, la acusación reaparece periódicamente. Sólo cambia el nombre del desertor y el lugar de la instalación que alberga, fabrica o experimenta con este tipo de productos. Ahora un ex coronel del Ejército cubano se une a una lista que parece extenderse.
El doctor Roberto Ortega Morales aseguró en esta ciudad que el régimen de Fidel Castro cuenta desde hace más de 20 años con una instalación militar soterrada para el desarrollo de armas biológicas, según una información que publica hoy este periódico.
Las declaraciones del ex coronel deben ser contrapesadas con las formuladas por otras fuentes con anterioridad, el punto de vista del Departamento de Estado y el historial del ex militar.
Ortega se desempeñó como jefe de los servicios médicos de las Fuerzas Armadas Cubanas (FAR) entre 1984 y 1994. De acuerdo al ex militar, fue separado de las FAR en 1994, por considerarse inapropiada su relación de amistad con un médico estadounidense que visitó la isla. Pero esto no lo obligó a dedicarse a la práctica médica en algún oscuro hospital o centro médico de la isla. Todo lo contrario, pasó a trabajar con la Dirección de Contrainteligencia del Ministerio del Interior hasta 1996, cuando recibió la baja del organismo. De las declaraciones del doctor Ortega, se desprende que el régimen de Castro no había perdido la confianza en él al ser separado de las FAR.
Luego de abandonar la Contrainteligencia cubana, el médico logró un empleo en empresas de turismo —un sector que en Cuba está estrechamente vinculado a las FAR y el Ministerio del Interior—, y en el 2003 consiguió viajar a México, donde desertó para cruzar la frontera por Matamoros y pedir refugio en Estados Unidos, según el artículo del periodista Wilfredo Cancio, que aparece hoy en este periódico.
Ortega dice que hace dos años se entrevistó con un representante de la inteligencia estadounidense para ofrecer su testimonio sobre el tema. Hasta ahora, no había hecho una declaración pública al respecto. El lunes en la noche apareció en un programa de televisión en Miami y hoy participará en un panel sobre la transición y los militares en Cuba, auspiciado por el Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami.
Ambos desertores, el soviético y el cubano, tienen una serie de similitudes, que van más allá del mismo grado alcanzado en las fuerzas armadas de sus respectivos países.
Cuando en 1999 el ex coronel soviético declaró que en Cuba había armas biológicas acababa de publicar un libro: Biohazard (Peligro Bacteriológico). También había pasado varios años desde su llegada a Estados Unidos.
El ex coronel Kanatjan Alibekov llegó a este país en 1992. Aquí cambió su nombre por Ken Alibek y trabajó como asesor del Departamento de Defensa y de la CIA. Posteriormente se dedicó a la producción de medios de defensa contra las armas bacteriológicas.
En octubre de 2001, Alibek —que ya para entonces, y gracias a la ayuda de varias donaciones federales, contaba con su propio laboratorio (Hadron Advanced Biosystems Inc,) con 35 empleados— declaró en una audiencia congresional que la isla tenía “la intención de desarrollar armas biológicas mediante la ingeniería genética” y que Washington conocía de la capacidad cubana al respecto.
Ortega dijo a este periódico que conoció de la existencia del laboratorio a fines de 1992, cuando tuvo que acompañar a una delegación militar rusa de alto nivel que visitó Cuba con el propósito de inspeccionar Labor Uno, una instalación militar soterrada para el desarrollo de armas biológicas situada en un área cercana a San José de las Lajas, al sureste de La Habana.
En 1981 y durante una visita a la Unión Soviética (URSS), Castro logró que el entonces premier Leonid Brezhnev entregara a la isla los equipos y la asistencia técnica necesarios para la creación de una industria biotecnológica. El interés primordial del gobernante cubano pareció ser entonces la producción de la sustancia interferón, para investigar su empleo y comercialización en el tratamiento del cáncer.
En septiembre del 2004, el diario The New York Times publicó una información que afirmaba que “la comunidad de inteligencia había concluido que en la actualidad no se sabía con certeza si Cuba poseía un programa en ejecución de armas biológicas”. El artículo agregaba que en la nueva evaluación del caso, la comunidad de inteligencia “continuaba creyendo que Cuba contaba con la capacidad técnica para desarrollar algunos aspectos de un programa de armas biológicas ofensivas” y citaba un agente de inteligencia no identificado.
La información sobre la existencia de un programa de armas biológicas ofensivas, por parte de La Habana, siempre ha chocado con la misma piedra. La carencia —al menos en lo que se conoce públicamente— de pruebas objetivas que disipen las dudas.
La evaluación de los expertos nunca ha sido concluyente. Los testimonios de quienes supuestamente han conocido estos planes y luego roto con el régimen no han podido ser verificados de forma independiente, al menos de acuerdo a las informaciones publicadas. Tampoco se conoce que el gobierno norteamericano haya adoptado medida alguna al respecto. Luego de la guerra de Irak, han aumentado las precauciones a la hora de analizar los datos provenientes de exiliados, desertores y opositores de cualquier tiranía.
1 Comments:
Video sobre armas químicas y biológicas en Cuba
Red Alert - Manuel Cereijo
https://youtu.be/0S-sO4-Zj_Y
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