BARACUTEY CUBANO

Por Iliana Curra

Para nadie es un secreto que el ex golpista venezolano Hugo Chávez está financiando a todos los revoltosos de América Latina. Para eso le sobra el dinero, aunque su pueblo siga sumiéndose en la miseria y la devastación.

Para el militarote, es todo un orgullo robarse el dinero de la nación proveniente de los altos precios del petróleo para subvertir a los países vecinos, muchos de los cuales, resentidos y antiamericanos, se sienten realizados haciendo manifestaciones en contra del presidente norteamericano, George W. Bush.

Ese ha sido el sueño del vejete de Cuba, quien ahora pernocta por las salas de operaciones de un hospital a todo dar que se esfuerza por revivirlo. Pero sabiendo que le queda poco, ha transmitido al ex golpista toda su experiencia malévola para que continúe su obra.

Hoy, Chávez, con los bolsillos repletos de billetes, se siente el hombre capaz de arrodillar al mundo a sus pies. Es por eso que, unido a otros tontos útiles como son, sus presidentes vecinos elegidos recientemente, se lanza a una ofensiva contra los Estados Unidos.

Y no hay un sentimiento peor que la envidia. Sí, la envidia y el resentimiento que aqueja a los socialistas, comunistas o como quieran llamarle. Y como sumisos rebaños echan a andar detrás del excéntrico militar que, ahora como presidente, cree ser el mismísimo Dios.

Y vemos desfiles y desfiles de chillones que dicen querer la vida, pero piden la muerte. Vemos a los que chillan por la libertad, pero aplauden las cárceles de Fidel Castro. Que hablan de paz y amor, pero piden la guerra y la muerte para los demás. Que hablan de cuidar el ambiente, pero lo llenan de excretas. Enorme hipocresía todos ésos que exigen lo que no son capaces de cumplir ellos mismos.

Ya están los pacíficos violentos creando el caos en las ciudades, destruyéndolo todo con la violencia que los caracteriza, pero aún así dicen que son “marchas pacíficas”. Bonita conjugación entre la ficción y la realidad. Como una novelita barata. Ya están quemando, rompiendo y desnudándose, porque no podía faltar el desnudo como parte del show para llamar la atención. La jungla está sedienta.

La extrema izquierda está alborotada, revuelta, tienen el dinero que necesitan para pagar las multas y las fianzas impuestas. Para participar en los disturbios sin necesidad de trabajar. Es la mejor forma de vivir en libertad y aprovecharse de ella, sobre todo cuando reciben el pago en dólares y como premio ideológico, las palmaditas en el hombro de algún lidercillo comunista que, además, le canta La Internacional al oído.

No importa, Chávez paga. Para eso le entra el dinero por tuberías debido a la venta del crudo. Ese oro negro que ha servido para pagar a los radicales de izquierda de una América que se pierde en la inmoralidad comunista.

Todos conocerán de las igualdades sociales del comunismo, porque todos vivirán en la misma miseria. Pero la peor miseria que vivirán, será la espiritual. Cuando pierdan todas las esperanzas de mejorar sus vidas como les prometieron. Cuando se den cuenta que estarán adoctrinados y amenazados hasta la misma muerte.

Pero no importa. Chávez sigue pagando. Y paga porque su sueño de convertir a América Latina en el socialismo del siglo XXI como proyecto ideológico se ha convertido en su enfermiza obsesión. Es como el tuerto que se siente rey en el país de los ciegos. Pobre de aquellos que lo siguen como carneros al matadero.

Mientras, la destrucción y el caos se apoderan de países libres, hasta hoy libres, que creen que ser antiamericanos les resuelve todo. Cómoda posición para recibir los dólares del ex golpista militar de Venezuela. Poca visión y carencia de perspectivas para adaptarse al desarrollo mundial.

No es por gusto que están como están. A fin de cuentas, Chávez paga, porque Chávez manda.

Fonte: cubalibredigital.com
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