sábado, abril 28, 2007

LA ESTELA MALIGNA QUE DEJA ATRÁS EL VIAJE DEL CANCILLER ESPAÑOL MIGUEL ÁNGEL MORATINOS

Nota del Blogguista
El revelador escrito es VITRAL Y LOS DERECHOS DE DIOS de Gabriela y Celso Sarduy Aguero, editores de LiberPress que fue publicado ayer en este Blog .

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Tomado de http://www.noticierocuba.blogspot.com

La estela maligna que deja atrás el viaje de Moratinos


NC.- Reproducimos a continuación un revelador escrito tomado de la página amiga Baracutey Cubano de nuestro amigo el catedrático Pedro Pablo Arencibia y les brindamos un breve vídeo donde se incluyen entrevistas a Dagoberto Valdés cedidas por el corresponsal de Radio Martí en España, Enrique Dausá, a éste noticiero.

Vitral es la pequeña semilla que ya está en la conciencia y el alma de los buenos cubanos, y aunque clausuren y cierren el Centro de Formación Cívica y Religiosa, la fuerza de lo pequeño, como muy bien expresa Dagoberto, tendrá su eficacia en el mañana ¿Por qué se cerró? Pues porque la fuerza de lo pequeño es muy peligroso para los tiranos, la semilla del civismo y la libertad una vez sembradas en "tierra buena" les salen raices muy profundas y hacen peligrar a las tiranías.

QUÉ ES LA REVISTA VITRAL Y EL CFCR


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Tomado de http://www.democraciaparticipativa.net

El cierre de Vitral. (II): La consumación del complot.
2007/04/26 15:51

Por Miguel Saludes.

Vitral nunca fue bien vista por las autoridades políticas de Cuba y razones no les faltaban. La revista católica pinareña fue un espacio para decir cívicamente lo que otros prefirieron callar. Su ejemplo cundió en otros medios católicos que decidieron desarrollar la doctrina social de la Iglesia desde los medios de comunicación, una misión a la que no debe estar ajena la prédica cristiana para iluminar todos los aspectos de la sociedad humana, el político incluido.

Mientras José Ciro González Bacallao estuvo al frente de la diócesis en Pinar del Río el Centro Cívico y Religioso donde estaban contenidas esta y otras publicaciones, creció con fuerza y prendió sus raíces. Con su retiro se produce el nombramiento del nuevo obispo Monseñor Jorge Serpa. Uno de los primeros gestos del nuevo prelado es precisamente el cierre de Vitral y todos los proyectos del Centro de Formación Cívica y Religiosa, que ahora asegura sufrirán una “adecuación” para funcionar según las estipulaciones del nuevo mandato. De nada sirven consideraciones de falta de recursos alegadas en la breve nota de la Iglesia cubana. Si de recursos económicos se tratara, no sería una fortuna lo que se necesitaría, pues la edición de la revista se hace con medios muy austeros y bien administrados. Basta ver la sencillez del sitio donde se produce y los pocos recursos invertiros en cada tirada. Si esta justificación es verídica queda muy mal parada la acción solidaria de la Unión Católica de Prensa Cubana, a la cual pertenecía. Por qué no reducir otros gastos o sacrificar medios para ayudar a su hermana en el occidente del país. Por qué no buscar ayudas si fuera preciso, sabiendo que en la diáspora no faltarán cubanos dispuestos a evitar esa drástica solución.

Testigo soy de la mala voluntad con que era acogida la liberalidad de Vitral. Tanta iluminación enceguece a quien se empeña en seguir andando en la oscuridad, apegado a la conformidad de las migajas regaladas por su majestad el poder. Quienes alzan la frente y pregonan la verdad terminan por ser molestos. Su esfuerzo es visto como alarde de imprudencia se considera perjudicial para quienes deben imitar el ejemplo.

A pesar de las limitaciones de los números publicados muchos eran los lectores de Vitral en toda la Isla. Como la suscripción se hacía a través de las parroquias, el medio eclesial era la vía de recepción de Vitral, Meñique, el Boletín, y otras creaciones del centro. Católicos y no católicos se unieron entorno a la luz emanada desde Vitral esperando con ansiedad su salida. Solamente la pequeña comunidad de Cojimar contaba en el 2005 con casi un centenar de suscriptores y la cifra amenazaba con seguir creciendo. Las revistas pasaban de mano en mano. Posiblemente una sola era leída por un estimado de diez personas.

Obstáculos siempre existieron en torno a la distribución de Vitral. La frase de contrarrevolucionaria que personeros del gobierno esgrimían contra la revista y su director era acompañada por la atenuada consideración de algunos católicos quienes la veían demasiado atrevida, incluso provocativa, por los escritos aparecidos en sus páginas. Algo parecido ocurrió con la habanera Espacios que alcanzó un nivel destacado entre las publicaciones católicas cubanas aparecidas en la década de los noventa. Un buen día se decretó su cierre y aunque reapareció con el nombre cambiado, la calidad de su contenido ya no fue igual.

¿Qué se obtiene a cambio del cierre de Vitral? Puede ser que tranquilidad. Mayor cantidad de permiso para procesiones, apertura de algún templo, o la entrada de sacerdotes que deberán cumplir a carta cabal los dictados de la Oficina de Asuntos Religiosos. Si no lo hacen, si acogen y dan crédito a las voces discordantes, entonces tendrán que marcharse por donde vinieron al desobedecer los gustos de Palacio. Si esos son los espacios que se ganan silenciando Vitral, entonces que se callen de una vez los que no estén dispuestos a afrontar las consecuencias que se derivan del apostolado de la Doctrina Social de la Iglesia, Al menos que no hablen más de Derechos Humanos o de las enseñanzas de Juan Pablo II.

Tal vez algunos prefieran apuntar que la determinación es el preámbulo de un diálogo entre Iglesia y Estado. El gobierno cubano siempre ha despreciado a las figuras cimeras de la institución católica en Cuba. Pensar que tienen disposición de diálogo franco y abierto con ella es ingenuo. Por suerte nos queda el brillo que dejó traspasar durante poco más de diez años la revista. El esfuerzo de esos que con muy poco hicieron tanto no se ha perdido. Vitral sigue abierta en muchas casas cubanas donde cada día se abrirán sus páginas para releer los escritos publicados en estos años. La sociedad civil ya está creciendo en toda la Isla. La libertad de la luz no podrá ser tapada nunca más.