BARACUTEY CUBANO

Diagnóstico presuntivo

Por Dr. Renato Lafont Arregoitia

Según me informan fuentes médicas solventes y cercanas a los círculos del poder, Fidel Castro (en lo adelante, FC) está aquejado de psicosis postoperatoria aguda, un mal provocado por la anestesia que afecta a los ancianos sometidos a intervenciones quirúrgicas, documentado en la literatura médica por primera vez en 1819.

La disfunción cognitiva postoperatoria (DCPO) es un síndrome específico muy conocido, con una incidencia que oscila de forma variada, entre el 0 y el 79% según las diferentes estadísticas, en dependencia de múltiples variables, entre otras, el tipo de cirugía.

En el caso de FC se debe agregar como factor adicional su estado mental preoperatorio. Antes de someterse a las tres operaciones, FC había mostrado en público signos de evidente deterioro intelectual, con frecuentes lapsus y olvidos, traspapeleos, incoherencia y falta de coordinación en sus discursos.

Los criterios diagnósticos del DCPO toman en cuenta la reducción de la capacidad para mantener la atención ante estímulos externos, pensamientos descoordinados, disminución del nivel de conciencia, alteraciones de la percepción, actividad psicomotriz alterada, desorientación temporoespacial y problemas de memoria.

Según el momento de aparición y su cuadro clínico, se distinguen diferentes tipos de DCPO:

- Delirio agudo, que se detecta inmediatamente, en cuestión de minutos, con desorientación y aumento de la actividad psicomotriz

- DCPO precoz, que aparece en la primera semana después de la operación

- DCPO tardía, que puede dejar secuelas permanentes y aparece algún tiempo después.

Varía desde una ligera alteración de la memoria hasta una demencia severa.

La incidencia de las DCPO precoz y tardía no ha sido definida con claridad, y aún quedan por contestar interrogantes sobre la evitación de ciertos anestésicos o técnicas anestésicas; o si se podría reducir la incidencia de DCPO precoz y tardía apoyando los postoperatorios con oxigenoterapia los tres primeros días.

La forma más estudiada de DCPO es el delirio agudo postoperatorio, caracterizado por el alto grado de confusión mental tras una cirugía. La elevada incidencia de este trastorno oscila entre el 14% y 44% de los ancianos operados, según el tipo de operación. Se trata de un cuadro clínico que suele fluctuar a lo largo del día. De modo que de repente el paciente puede mostrar episodios de aparente lucidez.

Si la incidencia de se síndrome puede llegar al 44%, luego de sufrir tres operaciones seguidas son mucho mayores las probabilidades de que FC se halle intelectualmente incapacitado por delirio agudo.

Se c omenta insistentemente en los círculos médicos de la Isla que en el test Mini-Mental State (MMS), de Folstein, sobre memoria, orientación espacial y temporal, atención y cálculo, memoria diferida, lenguaje y psicomotricidad, FC obtuvo menos de 23 puntos, o sea, quedó por debajo de la puntuación considerada normal. Las preguntas son del tipo: ¿En qué ciudad estamos? ¿En qué año estamos?, etc.

Los médicos cubanos están convencidos de que el mal que mantiene a FC alejado de la escena pública es su estado delirante agudo postoperatorio, sin perjuicio de que tampoco haya rebasado aún sus problemas colorrectales. Ésa es la razón por la cual no pueden presentarlo ante las cámaras de la televisión para dirigirle una breve alocución al pueblo de Cuba desde su lecho de enfermo.