BARACUTEY CUBANO

Virutas de otoño II

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La delgada frontera entre fascismo y antifascismo, y el socialismo 'irreal', según 'Granma'.
martes 27 de noviembre de 2007 6:00:00
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Por Manuel Díaz Martínez
Gran Canaria

-Oriana Fallaci decía que en Italia el fascismo es el fascismo más el antifascismo. Pero esto no es privativo del país natal de la inolvidable Oriana: fascismo y antifascismo constituyen un monstruo bifronte que hiberna en Europa. En días recientes lo vimos desperezarse en España, provocando destrozos y heridos en calles de Barcelona y Granada, un muerto en el metro de Madrid y la inquietud en quienes son conscientes de que lo menos que le conviene a este país, tan tenso políticamente y por lo mismo tan necesitado de moderación y sensatez, es actualizar las pesadillas de la Segunda República, la Guerra Civil y el franquismo.

La transición española evidencia que esta nación supo extraer, de tales pesadillas, lecciones útiles para la convivencia y el progreso. Lo peor que puede pasarnos es que el espíritu de la transición acabe siendo sustituido por la irresponsabilidad de los sectarios y la estupidez de los extremistas.

(Un grupo de jóvenes, denominados 'antifascistas', se enfrenta a la policía española durante una concentración no autorizada en Madrid. (EL PAÍS) )

-El 7 de noviembre se cumplieron 90 años de la Revolución de Octubre. A cuenta de dicha efemérides, Granma, periódico del Partido Comunista Cubano, dedicó a Lenin un artículo laudatorio, al que pertenece el siguiente párrafo:

"Pero lo cierto es que el desplome del socialismo irreal no se debe a la fidelidad que los sucesores le rindieron al forjador de la Revolución de Octubre de 1917, sino a todo lo contrario: el abandono de los fundamentos y principios, el muy deficiente trabajo ideológico, el creciente deterioro de la base económica, la corrupción, el empobrecimiento del pensamiento filosófico que se alejó de la dialéctica para reducirse a oscuros dogmas y el dejarse ganar por la propaganda enemiga, lo que hizo creer a los incautos que con sólo renegar del socialismo, arriar las banderas rojas, propiciarían que lloviera el maná del cielo y pronto pudieran vivir, unos más encumbrados que otros, en la añorada, inexistente sociedad de bienestar capitalista...".

¿De modo que el socialismo que se desmoronó en la Unión Soviética y sus satélites era el "irreal", el del deterioro económico, el del empobrecimiento filosófico, el de la corrupción, el de "oscuros dogmas"? Pues ése era el que Fidel Castro hallaba modélico e invencible. Ése era el que había en la "fraternal" Unión Soviética, con la que Castro quería que Cuba mantuviera una "amistad eterna" (deseo que es ley en la Constitución de 1976). El socialismo "real", según Granma, no ha llegado aún: es "el porvenir del mundo".

-La crueldad del hombre para con los animales se sublima como arte en la tauromaquia, como juego en las peleas de gallos, como deporte en la caza ociosa y como ciencia en los laboratorios. En cualquier caso, el hombre se cree con derecho a despreciar la vida y el sufrimiento físico de seres que considera inferiores porque son diferentes a él. En su sevicia, el hombre ha llegado a convertir la tortura de animales en espectáculos de feria, en ritos religiosos y hasta en "acciones plásticas".

Los animales deben esperar poco de quienes inventamos los sacrificios humanos y el tormento para purificar almas. ¿No es la crueldad un atributo humano? Medio siglo después de su espantoso suplicio, recordamos a Laika porque fue el primer ser vivo que voló en cohete. Este experimento habría sido más beneficioso para la humanidad si en aquel cacharro vomitado al cosmos por la URSS, el 3 de noviembre de 1957, hubiese ido Jruschov en lugar de la infeliz perrita. (Recomiendo la lectura de la admirable crónica "La perra Laika dio cuatro vueltas a la Tierra antes de morir de calor y estrés", publicada el pasado 4 de noviembre en el madrileño ABC y firmada por Rafael M. Mañueco.)
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