martes, diciembre 18, 2007

PRIMERO LOS PRESOS

Tomado de Cuba Encuentro.com

Primero los presos

Habla la disidencia (I): Un año más de hostilidad, pero una oposición más madura.

Martha Beatriz Roque, La Habana
martes 18 de diciembre de 2007 6:00:00


Para poder hacer un resumen de lo que ha sucedido en 2007 en Cuba, primero que todo hay que hablar de los presos políticos, que son la máxima prioridad.

Este ha sido un año en el que no ha habido excarcelaciones, a no ser los que ya cumplieron su condena, como José Luis García Pérez Antúnez, Francisco Chaviano y René Montes de Oca Martija, entre los más destacados.

Todo el tiempo se han transmitido quejas, por parte de los presos —vía telefónica—, sobre el maltrato a los reclusos, la falta de atención médica y la mala alimentación en las distintas prisiones del país; acentuándose la situación en las cárceles de Camagüey y Santiago de Cuba. Es de resaltar la tortura de la "guagüita", en la que desnudan a los penados y los levantan a un metro del piso, sujetándolos con las esposas a la reja de la celda, por espacio de tres días.

Han pasado algunos de los presos por los hospitales, sometidos a chequeos, operaciones, tratamientos médicos, etcétera. Se mantienen también hospitalizados, con complicadas situaciones de salud, varios de ellos, entre los cuales están Normando Hernández González, Omar Pernet, Ricardo González y Librado Linares, por mencionar algunos.

Los traslados a las provincias de orígenes han sido negativos, pero se puede señalar que Juan Carlos Herrera Acosta y José Daniel Ferrer fueron sacados de la tenebrosa prisión de Kilo 8, en Camagüey, conocida como "Se me perdió la llave", y reubicados en Holguín y Guantánamo, respectivamente. Aún queda un grupo importante de confinados fuera de sus lugares de orígenes, lo que hace que la familia tenga que sufrir los avatares de la transportación en los días de visita y pabellón, incluyendo la imposibilidad de tener contacto con personas del entorno —emparentados—, que por sus condiciones físicas o de edad no pueden realizar el viaje.

A inicios del año, el día 10 de enero, se sufrió la pérdida irreparable del preso político del Grupo de los 75, Miguel Valdés Tamayo, quien se encontraba en licencia extrapenal.

La calle como objetivo

Las detenciones arbitrarias y las deportaciones fueron una constante que se incrementó en el segundo semestre y tomó su punto mayor en el mes de diciembre. Alrededor del Día Mundial de los Derechos Humanos, las sufrieron más de 80 opositores, según informó la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.

Se pudo apreciar durante el período que distintos grupos disidentes tomaron mayor conciencia de la necesidad de salir a las calles. En particular hay que hablar de la organización femenina Martha Abreu, de Santa Clara (Villa Clara), que se destacó por repartir documentos, Declaraciones de Derechos Humanos y libros en las calles de esta provincia, y también en otras como Matanzas y Ciego de Ávila.

El día 10 del mes de agosto se llevó a cabo una conferencia de prensa con las agencias extranjeras acreditadas en el país, para mostrar la situación de los presos políticos y sus familiares, que rompió la propaganda de mejora de la situación de los presos que se estaba realizando, en particular por el gobierno español y su embajador en Cuba, Carlos Alonso Zaldívar.

El día 27 de septiembre se convocó a una parada frente a las oficinas del Ministerio de Justicia para entregar una carta a la ministra, con el propósito de que se pusiera fin a los malos tratos a los encarcelados y las torturas en las prisiones, y exigiendo la liberación de los inocentes presos políticos. Esta jornada terminó con la represión por parte de la Seguridad del Estado. Finalmente, no se obtuvo respuesta de la dirigente, lo que viola las propias leyes del gobierno.

Por su parte, las Damas de Blanco han demostrado un verdadero coraje durante todo el año, por lo que se llevan las palmas. Ellas, con sus marchas pacíficas, que han llevado a cabo por distintos lugares de la capital, y en particular por la Quinta Avenida del barrio residencial de Miramar, cuando los domingos terminan de oír misa en la iglesia de Santa Rita, se han convertido en la cara pública de la oposición interna.

Es por eso que han recibido, durante todo el año, el apoyo de diferentes sectores internacionales. Desgraciadamente, el gobierno, con su posición inmovilista, terminó deportando del país a los que se atrevieron a venir a Cuba a mostrar su solidaridad con estas mujeres que demandan la libertad de sus esposos, hijos y otros familiares.

No importan para ellas los insultos, los golpes, la forma que utiliza el régimen para descalificarlas; siguen ahí, luchando las calles pacíficamente.

Sin cambios a la vista

Aunque el régimen ha declarado que firmará el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y se prepara también, de conformidad con el compromiso que adquirió al suscribir el nacimiento del nuevo Consejo de Derechos Humanos y sus procedimientos, en marzo del año 2009, rendir cuenta, presentar información y someterse al proceso del mecanismo de revisión periódica universal establecido por el nuevo Consejo; no se vislumbra un cambio de actitud para la oposición y los presos.

Los espacios que se han ganado, con años de cárceles y muchos sacrificios, demuestran que hay que mantener activa la lucha pacífica por la liberación de los presos, en primer lugar, y todos los esfuerzos posibles para lograr un cambio democrático y conseguir la libertad de la Patria, tan anhelada por todos.

Ha transcurrido un año más de hostilidad para con todos los que disienten, pero se mantiene muy en alto la moral de la oposición y, sobre todo, se puede constatar —positivamente— la forma en que ha madurado durante este 2007.