miércoles, febrero 06, 2008

LA NUEVA ODCA REAFIRMA SU COMPROMISO DE LIBERTAD

Partido Demócrata Cristiano de Cuba


La nueva ODCA reafirma su compromiso de libertad

Marcos Villasmil* y Yaxys D. Cires**

La llegada de Manuel Espino y su equipo a la directiva de la Organización Demócrata Cristiana de América ha significado “un baño de luz” para dicha organización. El pasado año fue muy intenso y ha servido de exordio a otro que se presenta complicado en materia política. Un dato importante es el seguimiento que se le ha hecho a la difícil situación continental, donde el neopopulismo autoritario quiere extender sus tentáculos a lo largo y ancho de la región. La ODCA está sin duda alguna presente en la realidad latinoamericana, llena de muchos retos para la democracia y la libertad, pero también de signos de esperanza.

Venezuela: el gobierno enfrentado con la realidad

El presidente venezolano sigue con su idea de perpetuarse en el poder mediante la instauración de la reelección indefinida, de hecho no descarta volver a someter ese asunto a referéndum. Al parecer no sacó lección alguna del reproche popular a su proyecto totalitario. Chávez es un hombre peligroso y el problema es que tiene dinero para financiar sus proyectos. No se puede pensar que el chavismo es solo un problema venezolano, pues Chávez, valiéndose precisamente de sus petrodólares anda metiendo sus tentáculos en diferentes países de la región. Preocupa a los sectores políticos y empresariales andinos, la creciente intromisión de Chávez en el problema colombiano y su ensañamiento con el gobierno del presidente Álvaro Uribe. Inclusive, desde la moderada Europa varios líderes han visto con preocupación la decisión unilateral de Venezuela de dejar de considerar terroristas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Paralelamente, analistas venezolanos coinciden en ver ese relanzamiento de la actividad internacional de Chávez como una forma de pasar página y desviar el debate sobre el fracaso de su gestión de gobierno, así como su derrota en la consulta constitucional. Pero esta estrategia está resultado extremadamente peligrosa. Mientras, los venezolanos se quejan del aumento de la pobreza y de la violencia, de hecho constatada en el reciente atraco con rehenes a una sucursal del BBVA en dicho país. Y no debe dejarse de mencionar la cifra tenebrosa de más de quinientos muertos en enfrentamientos de reclusos en las cárceles venezolanas durante el 2007, muestra inequívoca de una gestión de gobierno más enfocada en exportar el modelo castro-chavista que en atender las fallas de la nación.

Lo anterior se continúa en un año 2008 que comienza con un recrudecimiento de las contradicciones y carencias del equipo económico, atrapado y sin salida, debido a sus continuas metidas de pata. Nadie se come el cuento de las metas inflacionarias del gobierno (11%), ya que los controles, el desabastecimiento, el nuevo impuesto a las transacciones financieras, o el colapso de Cadivi en la entrega de divisas, hacen que una meta realista esté al menos entre un 25-30 %. Todo ello redundará asimismo en un nuevo aumento de la pobreza, una menor tasa de crecimiento y un probable aumento del desempleo. Mientras, Chávez está cada día más encerrado en su huída a la utopía autocrática. Una prueba de ello es que, de todas las propuestas sometidas a consulta, y derrotadas, el 2 de diciembre pasado, la única que lo mantiene en vela, que no lo deja dormir ni respirar con tranquilidad, es la que, precisamente según las últimas encuestas (donde Chávez sigue bajando de manera imparable), la ciudadanía más rechaza: la de su reelección. Todo ello concluye en que el 2008 será un año de creciente inestabilidad para Hugo Chávez y para Venezuela.

Bolivia: el presidente en su propio laberinto

En Bolivia Evo Morales sigue los pasos de Chávez y se estrecha la colaboración entre los gobiernos que ambos dirigen. Opositores políticos denuncian el aumento de la intromisión de Venezuela en asuntos domésticos de Bolivia. Aún así, hay que señalar que Morales se enfrenta a una realidad nacional muy complicada, cosa que le hará difícil o imposible la instauración del régimen socialista en su país. Bolivia presenta una compleja situación social, plagada de diferencias y desconfianzas étnicas. No podemos olvidar que junto al asunto de los recursos naturales y el diferendo con Chile por la salida al mar, el actual presidente utilizó el tema étnico como método subversivo contra gobiernos anteriores. Ahora nadie le puede garantizar que no se convierta en un factor usado en su contra. A ello debemos agregar el problema autonómico que constituye un peligro latente. Estamos frente a un escenario en el que los reclamos regionales coinciden con la lucha política opositora, lo cual implica que la fractura social sea más profunda. Evo Morales enfrentará un año que le ha dado la bienvenida con un bajón de su popularidad en la población.

Ecuador: dubitativo

El presidente Rafael Correa es uno de los aliados regionales de Chávez, sin embargo, al parecer está optando por ser más prudente y menos incondicional con el venezolano, por lo menos en apariencias. Recientemente, a raíz del anuncio de Chávez de crear una fuerza militar en el marco del ALBA, el Ministro de Defensa de Ecuador se apresuró en indicar que su país no tenía planes de participar en dicho proyecto. ¿Será éste un “ahora no”, pero “después veremos”? El tiempo dirá. En este momento, aunque Correa tiene buenos índices de aprobación, está enfrentado cierto descontento social, principalmente entre la clase media altamente vulnerada por la reforma tributaria de su gobierno.

Nicaragua: las segundas partes no siempre son buenas

El presidente de Nicaragua, a diferencia del peruano Alan García, está demostrando su imposibilidad de cambiar. Algunos, quizás un tanto ingenuos esperaban a un Daniel Ortega reciclado, beneficio de la duda que otros nunca le concedieron entre otras cosas por su demostrado contubernio con el corrupto Arnoldo Alemán. Pero el paso de los días ha demostrado que el sandinista no ha cambiado. Sigue con una retórica trasnochada y tercermundista en contra de las empresas extranjeras y alineándose con las andanzas desestabilizadoras del presidente venezolano. Recientemente Chávez expresó que el regreso al poder de los sandinistas “ha sido un poderoso impulso a un cambio geopolítico en América Latina” cosa que según señala "apenas está comenzando”. Ortega se ha sumado también a los ataques a Colombia, y lo ha hecho por dos frentes: por el tema de la FARC a cuyos líderes llamó “hermanos” y por un contencioso sobre la soberanía de la isla San Andrés.

Cuba en el 2008

El inmovilismo cubano en lo político y económico hacia lo interno ha continuado. Se habla de “medidas que vienen”, pero que no llegan. Hablan de firmar los pactos de los derechos humanos de la ONU, pero siguen más de doscientos prisioneros de conciencia en las cárceles del régimen. A nivel internacional encontramos un régimen capaz de lograr importantes triunfos diplomáticos y económicos -por ejemplo, su exclusión de la lista negra del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Hay que decir que ello lo logró gracias a las entusiastas diligencias del embajador mexicano ante dicho órgano del que ostenta su presidencia. Se puede decir que Cuba ha recuperado al gobierno mexicano como uno de sus principales aliados políticos. Decíamos también económicos porque han seguido las estrechas y fructíferas relaciones con Venezuela, y unas especiales con Estados Unidos en materia de compra de alimentos.

Falta de liderazgo

A esta realidad habría que añadir la falta de liderazgo de países como Brasil, México y Argentina. Han optado por la aquiescencia ante el actuar antidemocrático y desestabilizador en la región. Han tenido mayor peso los intereses económicos, las afinidades ideológicas o el absoluto respeto a la soberanía estatal, argumento desfasado por lo menos en temas de derechos humanos y democracia.

Signos de esperanza

A diferencia del supuesto partido unitario del chavismo, que apenas un mes después de su fundación ya muestra signos de canibalismo revolucionario debido a la lucha sin cuartel por las candidaturas a gobernadores y alcaldes para las próximas elecciones de noviembre de 2008, la unidad de la oposición venezolana ha dado un paso adelante con la firma de acuerdos en el sentido de presentar una plataforma común en cada estado y municipio. Las organizaciones juveniles se siguen movilizando, y la realidad que se siente es que, después del regaño que recibiera del Rey Juan Carlos de España, Chávez no ha dado ni una sola vez pie con bola.

Regresando a Cuba: la incertidumbre apabullante que se vivía en los meses posteriores al anuncio de la enfermedad de Fidel Castro y del traspaso del poder, se ha ido transformado en fervientes deseos de algo nuevo por parte de los ciudadanos. Muestra de ello ha sido las asambleas realizadas a nivel de barrio donde los participantes dieron riendas sueltas a sus críticas, inconformidades, y deseos de cambio. Los obispos cubanos en su Mensaje de Navidad expresaron que esas discusiones, iniciadas el pasado verano, han generado “expectativas acerca de cambios necesarios que puedan mejorar y transformar la vida nacional”, y que la Iglesia “participa de esta espera” con el interés de que se hallen “soluciones reales y eficaces que favorezcan caminos de esperanza”. Hoy en día son más que nunca válidas las siguientes preguntas: ¿Los cambios que piden cada día más los cubanos resistirán mucho tiempo de espera? Las muestras de cansancio ante la pobreza y carestía que se viven cotidianamente, ¿aceptarán meros cambios de maquillaje?

La ODCA está comprometida de manera decidida en ayudar a una transición democrática en la isla. Como ha escrito recientemente el presidente de la organización, Manuel Espino: “Lo que se requiere es apoyo desinteresado a quienes desde la oposición pacífica, en la isla o en el exilio, reclaman el respeto a sus derechos fundamentales (…). Hay que reconocer que sólo a los cubanos corresponde decidir qué hacer y cómo hacerle para alcanzar su anhelada libertad.”

Mientras, la rebelión internacional en contra del terrorismo en Colombia es uno de esos signos positivos que salen de la región. Ante las acciones del presidente venezolano, el chantaje y las amenazas de los grupos terroristas de las FARC y el ELN, en las últimas semanas ha crecido el nivel de sensibilidad internacional en relación con el tema del terrorismo. La rebelión internacional contra los narcoterroristas movilizará a las hombres y mujeres de buena voluntad de muchas ciudades del mundo que exigirán la liberación de los centenares de secuestrados que tienen en su poder. De los colombianos de adentro y del exterior, y de la solidaridad creciente de los demócratas del mundo, dependerá también que siga viva esa llama que recién está tomando fuerza.

La Agenda Democrática para las Américas Siglo XXI

En este contexto, la Organización Demócrata Cristiana de América ha decidido dar un impulso a la lucha por la democracia en la región. Por ello, el vicepresidente de Acción Política de la organización, Marcelino Miyares (presidente del PDC de Cuba) y su equipo organizaron en Miami, el día 25 de enero pasado, una conferencia/taller internacional cuya principal finalidad fue la elaboración de la Agenda Democrática para las Américas Siglo XXI (ADAM). La Agenda Democrática es una apuesta por la profundización de la democracia en nuestras sociedades y por la persona humana: “No se trata de crear un nuevo hombre, es darle alternativas y herramientas para que el ser humano democrático del hemisferio pueda tener un acceso más fácil a la prosperidad y la felicidad”, ha dicho Miyares en el acto de bienvenida al casi centenar de asistentes. Dos expresidentes, representantes de partidos políticos de diferentes corrientes ideológicas, periodistas, economistas, invitados especiales aportaron sus reflexiones y propuestas concentrados en seis mesas de trabajo específicas: política, economía, social, derechos humanos, ciencia y tecnología y medios de comunicación.

Esta Agenda Democrática, que se dará a conocer próximamente a otras internacionales políticas de diverso signo –socialdemocracia, conservadores, liberales- busca unificar criterios de reforma e impulso a los procesos de democratización continental, hoy amenazados por el neopopulismo autoritario. Y es que, como se concluye en uno de los documentos de dicha conferencia, “se desea la unidad en la acción de todas las organizaciones democráticas del continente (…). La lucha por la democracia en un mundo globalizado trasciende fronteras, diferencias ideológicas, particularidades nacionales. La lucha por la libertad y la democracia, hoy, es de todos los demócratas del mundo.”

*Analista político - miembro del equipo de la Vicepresidencia de Acción Política de la ODCA.

** Jurista con Master en Derecho Mercantil, Internacional y Relaciones Internacionales. Miembro del PDC de Cuba y actualmente becario de la Fundación FAES.