BARACUTEY CUBANO

Calle Galiano, La Habana. Las Mariana Grajales y Martha Abreu del siglo 21: Las Damas de Blanco, marchan una vez más por las calles de la capital cubana, en abierto y valiente desafío a la represión y a los pogroms fascistas organizados por la dictadura contra los opositores. Caminan en demanda de la liberación de los presos políticos cubanos y del respeto a los derechos humanos en Cuba.

Por Carlos Serpa Maceira
Periodista
Agencia de Prensa Sindical Press
La Habana
La Nueva Cuba
Marzo 27, 2008

- La conocida dama de Blanco, Laura Pollán Toledo, Premio Sajarov de Derechos Humanos, otorgado por el Parlamento Europeo, respondió en la Habana enojada a las acusaciones que publicó en su reflexión el pasado 24 de marzo el ex gobernante Fidel Castro contra 75 opositores cubanos condenados en la primavera de 2003 a penas de hasta 28 años de prisión en juicios sumarísimos.

Castro convaleciente de una enfermedad recordó, en un artículo difundido por el diario
oficial Granma, que el pasado 18 de marzo se cumplió el quinto aniversario de los arrestos de quienes calificó de “ vendepatrias, “cabecillas de la quinta columna del imperialismo en Cuba “ y “ pagados por el Gobierno de EE. UU.

“El sabe que los 75 presos de la primavera negra no tuvieron juicio como realmente debía ser, que se violaron los derechos de los procesos penales, a pesar de que Cuba no estaba en guerra ni ninguno de ellos eran militares, “ afirmó Laura Pollán, esposa del periodista independiente Héctor Maseda Gutiérrez, condenado a 20 años de cárcel.

Pollán visiblemente airada por los pronunciamientos difundidos de Castro difundidos en la Prensa Oficial de la isla, bajo el control del Partido Comunista de Cuba, aseguró su confianza en declaraciones a este periodista que se produzca la liberación de los 55 presos políticos y de conciencia del grupo de los 75 que aún permanecen encarcelados. “ Pienso que van a ser necesaria las liberaciones, muchos países las están pidiendo a Cuba y el gobierno de una forma u otra debe de ceder en algo.”

De los 75 condenados en abril de 2003, entre los que se encuentran activistas de derechos humanos, periodistas, bibliotecarios y sindicalistas independientes, 19 fueron excarcelados bajo una licencia extrapenal por razones de salud, uno falleció y 55 siguen en la cárcel.