viernes, abril 25, 2008

LA MUJER DE LOS TRES NOMBRES

La mujer de los tres nombres

Por Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - Son pocos los que recuerdan a la tercera y última esposa del líder comunista chino Mao Zedong y todo el daño que hizo a su país durante el proceso político conocido como la Revolución Cultural Proletaria.

Esta mujer, de nombre Li Yunhe nació en 1914. Ingresó al mundo del teatro como actriz de segunda categoría a los 16 años, adoptando el nuevo nombre de Lan Ping. A los 19, luego de contraer matrimonio con el jefe de estado chino y convertirse en comunista, se hizo llamar definitivamente Jiang Quing.

Jiang Quing fue famosa por su participación en la alta política de la República Popular China y sobre todo, durante los años agitados y caóticos de la fracasada Revolución Cultural Proletaria, llevada a cabo entre 1966 y 1976. Se la considera la principal promotora de las funestas transformaciones sociales del gigante asiático, cuyos objetivos principales fueron abolir las viejas costumbres, los viejos hábitos, la vieja cultura y los viejos moldes de pensar.

Mao Zedong había puesto en manos de Jiang Quing la dirección de la cultura del país, y ella rápidamente lideró la Pandilla de los Cuatro. Comenzó destruyendo la célebre Opera de Pekín y su legendario repertorio de obras de rica tradición histórica, para presentar sólo espectáculos propagandísticos a favor de las ideas de su esposo, pese a que éste ya la había expulsado de su dormitorio para dormir con una caravana de mujeres jóvenes.

Las funestas consecuencias de dicho período: purgas políticas, miles de suicidios a consecuencia de los actos represivos contra la población civil, las numerosas obras plásticas de siglos anteriores desaparecidas y el aislamiento internacional en que sumió al país, aún permanecen como secuelas de una cultura gravemente dañada.

Mao Zedong muere el 9 de septiembre de 1976 desacreditado. Muchos habían perdido la fe en su liderazgo político. Al parecer, todas las culpas recayeron sobre la anciana Jiang Quing y sus tres fieles colaboradores, quienes luego de contemplar masivas manifestaciones en su contra en la Plaza de Tiananmen, fueron llevados a prisión acusados de traición y condenados a la pena de muerte.

La sentencia de la anciana Jiang Quing fue conmutada a cadena perpetua. Al cumplir sus primeros quince años de prisión, se privó de la vida el 14 de mayo de 1991, justamente cuando China se enfrentaba a un nuevo curso histórico de reformas económicas al estilo capitalista.