domingo, junio 22, 2008

APERTURA A HURTADILLAS

APERTURA A HURTADILLAS


Jorge Olivera Castillo – Sindical Press

21 de junio de 2008

La Habana – www.PayoLibre.com – No estoy seguro de que el término esté correcto. No obstante hoy voy a pecar deliberadamente de optimista. Intentaré pensar que lo que viene ocurriendo en Cuba, respecto a las tibias medidas implantadas por Raúl Castro son las primeras piedras del edificio democrático. Por tanto ajustaré mis valoraciones bajo el emblema de la apertura. ¿Cuál será la fecha de terminación de tal empresa? ¿Son legítimos los planos y de óptima calidad los materiales?

Es complicado hilvanar respuestas de excelencia. Apenas comienzan las labores y sólo hay espacio para tres alternativas: la esperanza de muy escasa visibilidad por estos parajes, el pesimismo en grados absolutos y quienes han elegido permanecer entre los lazos de la suspicacia.

Por estos días ha entrado en vigor la resolución 9/2008 como parte de la gradual y limitada implantación de medidas que sin lugar a dudas responden a una nueva metodología que toca de cerca a la racionalidad, pero que no pocos observadores insisten en estar frente a una suma de tácticas con el fin de crear falsas expectativas y ganar tiempo.

Hallar la verdad del asunto, por el momento, es tarea de locos. Nadie está en la facultad de adivinar cuáles son los verdaderos propósitos de la nomenclatura.

Está última medida y otras en elaboración o esperando el momento preciso para ponerlas en vigencia se añaden a un misterioso paquete de incentivos, algunos más propagandísticos que reales.

A partir de ahora y bajo el amparo de esta resolución los trabajadores cubanos pueden obtener mayores salarios a razón de sus esfuerzos. Se pagará conforme al rendimiento sin escatimar el nivel de las ganancias. Muchos podrían beneficiarse, sin embargo es oportuno considerar algunos contratiempos que pudiesen brotar de los serios problemas estructurales que aún subyacen en el país.

Es preciso señalar que se mantienen intactos los principales obstáculos para un desarrollo integral y sostenible.

Dar por adelantado señales de éxito, respecto a los índices de productividad y mejoría sustancial en la economía individual de quienes logren llevar al máximo su capacidad de producir bienes o servicios, no es una actitud sensata.

Sin una reforma de fondo en el aspecto que concierne al derecho a la propiedad, dígase privada o cooperativa, no es posible un despegue real en la economía. La reciente disposición podría incluso agregar tensiones inflacionarias ya de por sí elevadas y desviar una porción de esos ingresos al prolífico mercado negro con el ánimo de invertir o adquirir productos más baratos.

Por otra parte el actual índice de precios al consumidor establecido por el estado invita a minimizar las potenciales mejorías de esos trabajadores que logren beneficios salariales en sus respectivos empleos si estos se decantan por la legalidad vigente, o sea, la compra de alimentos y otras mercancías en los mercados estatales o en las tiendas dolarizadas.

Es por eso que con regularidad escucho definiciones críticas tanto en el plano popular como en boca de personas con un alto nivel de información y conectadas a importantes instituciones del estado. Los menos informados suelen calificar a la actual etapa como más de lo mismo, sobre todo amplios sectores de la población que abarcan a obreros, jubilados y profesionales subempleados que miran el título universitario como lo harían ante un latón de desperdicios.

Realmente he sido receptor de muy pocas estimaciones positivas en torno a las propuestas y acciones del gobierno encabezado por Raúl Castro.

La gente se percibe en el mismo sitio. Su vida en nada ha cambiado y lo peor es que sus ilusiones siguen atadas a una gran bola de hierro que impide una andadura normal por los caminos de las esperanzas. Los desplazamientos son a gatas y con la suerte borrada de la escenografía.

Los pocos optimistas aseguran que la reforma debe ser a un ritmo imperceptible y con pantuflas bien acolchonadas para no despertar sospechas. La resolución 9/2008 puede que sea otro de los pasos en esa trayectoria. Hoy me lo voy a creer. Mañana no sé. Quizás despierte escéptico o con el ruido de los nudillos de algún policía sobre mi puerta. Esos sonidos tienen mejor nitidez que los pasos del régimen por la periferia de la democracia. La reforma debería comenzar por eliminar tales incongruencias.