BARACK OBAMA EL FAVORITO DEL PARTIDO COMUNISTA DE LOS EE.UU. EN LAS ELECCIONES DEL 2008
Hugo Chávez desea que gane Barack Obama; Fidel Castro en sus reflexiones alabó a Obama e hizo todo lo contrario con John McCain; ayer en México el canciller de la tiranía Castrista Felipe Pérez Roque mostró su deseo y alegría de que gane Barack Obama.
¿ Estarán equivocados estos individuos de qué lo mejor para ellos es que gane Barack Obama ?
No me parece.
Tomado de http://www.nuevoaccion.com
Reporte al Comité Central Nacional del PCUSA, por Sam Webb (En la foto a la izquierda)
En 2008, el partido Demócrata..., es el único instrumento electoral que puede derrotar a la ultra derecha en esta coyuntura.
Mientras que todos deseamos que hubiera otro partido, independiente y poderoso con suficiente liderato y apoyo de las fuerzas claves del movimiento popular, no existe, y tenemos que aceptar esta realidad por el momento.
Así que, ¿Qué debe ser nuestra disposición hacia el partido Demócrata en las elecciones venideras?
Por un lado, no debemos caer en la trampa de condenar con igual fuerza a ambos partidos, o de negarle apoyo a los candidatos demócratas excepto en los términos más raquíticos. Tampoco debemos actuar como si no importara quien gane.
Francamente jamás he aceptado la idea que pregonan demasiadas personas de la izquierda que las personas en el partido Demócrata tienen ilusiones, y que un nuevo partido puede emerger solo si podemos desvanecer esas ilusiones. Ese modo de pensar sobresimplifica una cuestión muy compleja.
¿Quién va a dejar una huella?
De modo que mientras que Lenin argumentaba en contra de la idea que “la revolución burguesa sea una revolución que le interese solo a la burguesía”, nosotros podemos argumentar que la derrota de la derecha en las aulas de votación no sólo le beneficie a los Demócratas y la clase capitalista, sino también al movimiento laboral/popular.
De hecho, yo lo tomaría un paso más adelante, y diría que una victoria decisiva ayudaría más a la clase obrera y al movimiento popular que a cualquier sector de la clase capitalista.
Pero esto no responde a la pregunta: ¿de qué consiste una victoria decisiva? Una victoria decisiva cambiaría el balance de fuerzas en el Congreso y en el país de tal manera que el movimiento laboral/popular se encuentra en una posición para pasar a la ofensiva en 2009.
Para que tal cosa suceda, hay que cumplir con tres condiciones:
Primero, los demócratas tienen que ganar en forma aplastante al nivel de la presidencia y del Congreso.
En segundo lugar, será especialmente importante aumentar el número de progresistas en el Congreso.
En tercer lugar, y más importante, el movimiento popular con el liderato laboral – no el Partido Demócrata, ni mucho mas la bolsa de valores – debe imponer su punto de vista en el proceso electoral. Sin duda, esto no será fácil por la razón que la clase obrera y sus aliados carecen de un partido político propio. Pero sería un error atroz llegar a la conclusión de esto que el movimiento laboral/popular no tiene espacio político ni palanca para tener un impacto impresionante claro en las elecciones, sus resultados y lo que suceda después.
Hay que participar directamente y con vigor
Por consiguiente, la coalición popular dirigida por el sector laboral – y comunistas como una corriente dentro de esa coalición – debe participar con energía en todas las fases del proceso electoral. Tiene que dar sustancia al diálogo nacional. Debe ser un factor con mayor importancia, con tal de elegir a los candidatos más progresistas. Tiene que contribuir a la formulación de la plataforma del Partido Demócrata y de sus candidatos. Debe alcanzar, inscribir y educar a votantes nuevos y a los que votan de sus casa. Tiene que exponer a la luz del día a las posiciones reaccionarias de los candidatos republicanos. Tiene que garantizar que el mayor número posible de votantes salgan a votar. Y después de la elección, tiene que definir para el pueblo lo que ha sido el mandato del electorado.
Con proceder así, el movimiento se coloca en una posición para poder re-estructurar cualitativamente al terreno político en una forma ventajosa, y de tomar otro paso crítico en la transición a una nueva etapa de la lucha. En este momento, esto es lo esencial de la independencia política.
Por supuesto algunos preguntarán ¿Esto no es subordinar el Partido y el movimiento al Partido Demócrata? ¿No es simplemente un caso de preferir lo malo del partido Demócrata a lo peor del Partido Republicano?
Obviamente, yo no pienso así. Ambas nociones se aceptan solo hasta el punto en que las abstracciones políticas y “cuentos con moralejas” se aceptan como sustitutos para un entendimiento concreto de lo que se necesita para moverse de una etapa de la lucha a otra, de una época en que el pueblo se encuentra en la defensiva a una en la cual el pueblo pasa a la ofensiva.
Una derrota aplastante de la derecha le dará al sector laboral y sus aliados más palanca e independencia que las que no han tenido por mucho tiempo. Y hay solo una manera de lograr eso: Siguiendo el camino estratégico y táctico mencionado arriba.
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Archive Press Releases
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Author: CPUSA First published 03/21/2008 12:47 by {article_topic_desc}
The Communist Party USA views the 2008 elections as a tremendous opportunity to defeat the policies of the right-wing Republicans and to move our country in a new progressive direction.
The record turnout in the Democratic Presidential primary races shows that millions of voters, including millions of new voters, are using this election to bring about real change. We wholeheartedly agree with them.
While we do not endorse any particular candidates, we do endorse and join in the anti-Bush/anti-right wing sentiments that are driving so many people to activism.
The fact that the Democratic frontrunners are an African American and a woman speaks volumes on how far the country has come. Hillary Clinton’s campaign has attracted large numbers of supporters, especially women. Other Democratic contenders presented some excellent proposals to reverse the devastation caused by the Bush administration’s policies.
Barack Obama’s campaign has so far generated the most excitement, attracted the most votes, most volunteers and the most money. We think the basic reason for this is that his campaign has the clearest message of unity and progressive change, while having a real possibility for victory in November.
As we see it, however, this battle is bigger than the Democrats and Republicans, even though those parties are the main electoral vehicle for most voters today. Our approach is to focus on issues and movements that are influencing candidates and parties.
We will work with others to defeat the Republican nominee and to end right-wing control of the new Congress.
The activism growing out of this election will help guarantee a progressive mandate no matter who is elected. It is critical to our country’s renewal and future.
We think this election is a great opportunity to bring an early withdrawal of US troops from Iraq. It can mean job creation and relief for those who are losing their homes or unable to pay their bills.
This election can set the stage to advance the interests of working people; of those excluded because of race, gender, sexual orientation and immigration status.
This election can begin to turn the tide: it can help bring universal health care, save the environment and start the restoration of our democratic rights. This election can strengthen democracy for all.
In the long run, we see the need for an independent “people’s party” -- an electoral party that will unite labor and all democratic forces. We also are working for a political system and government whose priority is to watch the backs of working families, not fill the pockets of the corporate fat cats. Our slogan, “people before profits” and our goal of “Bill of Rights socialism” say it all.
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