BARACUTEY CUBANO

Queridos colegas y hermanos: Si el pago por denunciar las violaciones de derechos humanos que comete esta dictadura cruel y sin sentido, son todos los hechos por los que está pasando mi familia, en particular mi esposa Ismaris Salomón Carcaces, estoy dispuesto a pagar por ella.

En el mes de julio del 2008 que fue uno de los meses en que más detenidos hubieron en los últimos dos años fui detenido 5 ocasiones por participar como periodista independiente en las actividades que realizan grupos opositores.

Cada mes me detienen hasta tres veces por el solo hecho de reportar y denunciar a través de emisoras extranjeras y páginas en el Internet la verdadera realidad directa y sin cortapisas en que vive el cubano, ya que el régimen castrista mantiene en su poder todas las emisoras y periódicos, y publican lo que le conviene.

Los hechos que han venido ocurriendo después que fui detenido en el mes de julio y amenazado por los agentes que se nombran Omar, Ernesto, Ricardo, Águila y Jackson, que pertenecen al Departamento de la Seguridad del Estado, DSE, quienes me amenazaron con aplicarme la Ley 88, llevarme a prisión nuevamente y tomar represalias contra mi familia, según argumentaron, por yo denunciar reiteradamente al DSE por las arbitrariedades que comenten, demuestran que el grupo de poder es una maquinaria asesina, despiadada, cruel y que no tiene compasión ni con las mujeres ni los niños.

El 8 de agosto denuncié ante la Opinión Publica que en el municipio Media Luna, provincia Granma, Consuelo Pérez García, mi madre, Arian Guerra, mi hermano menor, su esposa, quien tiene 8 meses de embarazo, y 5 promotores de la Corriente Martiana, incluso dos menores de 16 años, habían sido detenido arbitrariamente por tener en su poder radios de onda cortas y literatura que fueron calificadas por los represores como propaganda subversiva.

Desde entonces la represión contra mi familia en este lugar no ha cesado. Por otra parte, el 21 de agosto denuncié a los órganos del DSE y a la Policía Nacional Revolucionaria, PNR, por haber detenido violentamente a Ismaris Salomón Carcaces, mi esposa, quien tenía en aquel momento 6 meses de embarazo.

Fue empujada por los represores y montada en el asiento trasero de un auto patrullero junto a tres agentes. En el interrogatorio realizado en la unidad de la policía especializada de plaza, el agente Ricardo le manifestó a Ismaris en forma irónica: "Ese niño a lo mejor no nace, o nace con problemas o hay que entregárselo a una casa de amparo filial porque si tienes que parir en la prisión y tu esposo Roberto no está en condiciones de criarlo hay que quitárselos y vamos a seguir tu embarazo muy de cerca."

Realmente el DSE siguió de cerca el embarazo y logró lo que quería con sus amenazas y chantajes. Una semana después fui detenido, y Ismaris le subió la presión arterial a 200. Comenzó a tener manchas y perdió el bebé. Esto realmente es un crimen más de esta dictadura.

La semana siguiente mi madre que está muy enferma fue detenida nuevamente. El sábado 15 de noviembre, aprovechando que nos ausentamos de nuestro humilde hogar, ocurrió un incendió que comenzó desde adentro de la casa, según los que permanecían cerca y que no fue casualidad, que ha dejado a nuestros vecinos alarmados y aterrorizados.

Hemos quedado desprovistos de todas nuestras cobijas, perdimos casi todas nuestras pertenencias, y para colmo fuimos saqueados por los que aprovecharon la oportunidad, pero como comprobarán me han ido separando poco a poco de mis amistades, familiares y cosas materiales pero no de mis ideas y patriotismo y aunque en mi cuerpo me quede como vestimenta solo un tatuaje que llevo con el nombre de mi hija "Claudia", continuaré denunciando a esta dictadura cruel y sin sentido.

Las rejas no harán que yo calle y las amenazas son el hecho de que el aparato represivo está muy asustado y temeroso y que mis denuncias en las que describo la realidad en que vive el cubano, los tienen contra la pared.

Los hechos descritos no harán cambiar mis ideas, porque llevo conmigo ese refrán que reza: "Vivo en espera de todo para que nada me cause asombro".

Nuestro domicilio está ubicado en el Callejón Luz 259, entre Concha y Mojarrieta, La Hata, municipio Guanabacoa y fue incendiado y saqueado. "Los culpables de todo lo sucedido es el DSE que vigila nuestro domicilio y el incendio fue provocado por ellos que son mis únicos enemigos. Todo lo que me suceda a mi familia y a mí, ellos son los culpables".

"Viva Cuba Libre Ya. No más destierro ni terror en la tierra de Martí. Yo no coopero con la dictadura."

Roberto de Jesús Guerra Pérez. Firmado en La Habana, 21 de noviembre del 2008.

Nota: Mi esposa no fuma y yo tampoco y no hubo cortes eléctricos.