BARACUTEY CUBANO

Por José Antonio Fornaris
Cuba-Verdad

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Todos los días, al menos en una ocasión, se escucha una voz perentoria desde la acera y frente a la reja que da acceso al portal que pregunta:

-¿Hay café?

Carmita es una anciana que vive con su hijo a tres casas de la vivienda que habitamos en la barriada de Managua, en el municipio Arroyo Naranjo.

Su casa llama la atención. Es antigua y su fachada descolorida de grandes planchas de cinc colocadas de forma armónica, como una bien lograda arquitectura primitiva. Solamente he visto dos viviendas con esas características, y las dos están en Managua.

También sentía curiosidad por la forma solicita en que mi compañera acude a llevarle el café a Carmita, porque el tono de su voz tiene sonido de ultimátum, y ella protesta cuando dejo un libro o un diario sobre el sofá o cuando mi voz sube unos pocos decibeles.

Pero supe a través de unas viejas fotos que Carmita tiene una licencia especial para exigir en vez de pedir su taza de café a mi esposa. Fue amiga de su mamá.

Pero además, al esposo de Carmita, Manuel Acosta Basalto, capitán del ejército constitucional, lo fusilaron en 1959. Ella nunca volvió a casarse.

Hay versiones de que Acosta fue, hablando en términos políticos, un hombre malo. Pero después de casi medio siglo de padecer el mismo régimen, cuesta trabajo creer que anteriormente existiera en Cuba alguien o algo que pueda ser calificado como malo.

En estos últimos días, el frío ha mantenido a Carmita dentro de su vivienda. Y a decir verdad, a pesar de que el tono tiene algo de autoritarismo, hemos extrañado un poco su exigencia: “¿Hay café?”.

fornarisjo@yahoo.com