REFUNDANDO NACIONES
REFUNDANDO NACIONES
Por Pedro Corzo
Escritor, Editor y Periodista
2008-11-06.
(www.miscelaneasdecuba.net).- Noviembre 2008.- América es pródiga. Su naturaleza voluptuosa y de fertilidad proverbial ha posibilitado la gestación de un nuevo tipo de “Caudillo” que viste su autoridad con parodias de Asambleas Constituyentes que aunque reconocen la clásica separación de poderes, procuran otros nuevos dominios legales que tienen supuestamente como fin aumentar las garantías de la soberanía popular.
El “Conductor” en la lucha por el poder y aun después de acceder al mismo, inicia una intensa campaña de desprestigio que inocula en la mayoría ciudadana sentimientos de fracasos, frustración y desencanto en todo, incluyendo las personas que hayan estado relacionadas en alguna medida con la gestión pública. Simultáneamente, procura promover a sus partidarios, desacreditar a los adversarios y desestabilizar las instituciones del estado y de la sociedad civil.
El Guía para triunfar, tiene que poseer un magnetismo personal de características excepcionales. Gusta bañarse de multitudes. Establecer un dialogo directo con sus partidarios. Es capaz de generar pasiones contradictorias, pero en particular una de confianza, entrega y subordinación, que seduce a un número considerable de la población que se transforma en el escudo del núcleo de militantes necesarios para iniciar los cambios que conducen a la Refundación de la Nación.
Para “Refundar” es imprescindible recurrir a la ingobernabilidad. Generar en la sociedad todo tipo de inseguridades, incluyendo la pública. Manifestaciones. Multitudes que no cesan con sus gritos de ungir al Caudillo y atemorizar a los no conversos. Un núcleo duro capaz de cumplir las amenazas. Internacionalizar los conflictos internos, favorecer lo autóctono, auspiciar el nacionalismo, denostar de la globalización a la vez que se intenta influenciar y determinar la actuación de los países vecinos.
El Poder Ejecutivo es el primero en ser atacado. Su destrucción es importante. Los que dirigieron el país son execrados. Los comicios en los que fueron elegidos son calificados de fraudulentos, de manipulación y corrupción. También les acusan de robos, malversación y crímenes.
Los legisladores corren igual suerte. Una intensa campaña pone en duda la legitimidad de su elección. Les acusan de representar intereses mezquinos, de venderse a intereses económicos y una frase muy en boga: responder a intereses especiales.
El Poder Judicial es cuestionado en su totalidad, sindicado de representar facciones políticas nacionales y de actuar de acuerdo a compromisos.
Todo esto lleva a los Refundadores, muy ajustados a derecho, demandar una constituyente de carácter primario que posibilite a partir de la nueva Carta Magna, la creación de un nuevo orden en el que la reestructuración del Estado permita ungir de plenos poderes al nuevo Iluminado.
De las instituciones del Estado, en ocasiones se produce simultáneamente, se pasa a atacar a la sociedad civil. . La sociedad prometida se va a sustentar en la virtud, el sacrificio y la capacidad de redención del Salvador.
La prensa toma partido. Se atrinchera en una de las vertientes. La supuesta objetividad se va por la alcantarilla. La que favorece el discurso es bendecida, la que le adversa está vendida a intereses económicos, nacionales o extranjeros. Los periodistas críticos son mercenarios y reproducen los mandatos de los dueños de los medios.
Los liderazgos de los gremios, colegios profesionales y sindicatos son atacados y culpado de corrupción y de haber manipulado a sus partidarios. La iglesia sufre igual destino. Su jerarquía enfrenta acoso y acusaciones sin sustentación, los feligreses son vilipendiados y abusados por los fanáticos de la secta en el poder, porque también buscan “refundar” la Iglesia en lo que respecta al Mesías que deben adorar y seguir.
Los Partidos Políticos no representan ideas ni propuestas, solo intereses, por lo tanto deben desaparecer y constituirse una fuerza política inspirada en la nueva realidad que es interpretada magistralmente por el “Caudillo”. En consecuencia el político apesta en la nueva sociedad. Ser revolucionario, compañero, camarada, hasta llegar a la condición de militante, es la nueva realidad nacional.
Después de cumplir todas las estaciones que conducen al Mundo Feliz surge la propuesta de “Refundar la Nación”. Propuesta que como hemos apreciado es amplia porque abarca la política, lo social, económico y hasta religioso. Los que lo promueven pretenden viajar a la raíz de la nación para en una especie de cirugía biocultural amputar los miembros que consideren gangrenados para así estimular el crecimiento de células puras, en los aspectos éticos y físico. El hombre nuevo está a la vista.
En la visión del Salvador, de aquel que tiene respuesta para todos los males, es necesario cambiarlo todo, por lo que es vital crear un nuevo estado, ciudadanos que asuman la meta que ha dispuesto el “Caudillo”, que sabiamente recurre a las prácticas ancestrales de los brujos de tribu que afirmaban que con el sacrificio de uno, que mas tarde serán otros, se garantiza la vida entera de todos.
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