domingo, enero 11, 2009

CUBA: LA ¨ REVOLUCIÓN TRAICIONADA ¨, LA ÚNICA POSIBLE

Nota del Blogguista
Ichikawa se equivoca cuando dice que el Exilio se ha estancado. El exilio también ha evolucionado. Ichikawa identifica al Exilio con una vertiente del Exilio.
Los empresarios cubanos no tuvieron visión política y su sentido práctico los embarcó al ayudar a la Revolución de Castro, luego no nos podemos guiar por su olfato; olfato que fundamentalmente está entrenado para ganar dólares que les dice que en una Cuba repartida entre ellos y los Castrista de turno, los dólares serían abundantes y seguros.
********************
La “revolución traicionada”, la única posible

Por Emilio Ichikawa

Una de las razones que explica el estancamiento del exilio y, por la otra parte, la sobrevivencia del castrismo, es que en sentido general el primero no tiene una alternativa estratégica al segundo. Es decir, si bien el castrismo acabó siendo un socialismo de corte totalitario, con matriz bolchevique, el anticastrismo es también otro tipo de socialismo. Un socialismo de corte antifidelista, más que anticastrista (está claro hoy que algunos de los que no han estado con Fidel darían cualquier cosa por ser convocados por Raúl) y mucho más, claro, que democrático, que ya sería un planteamiento positivo.

El exilio no ha concebido, básicamente, otra cosa que un proyecto político-moral atrapado en el eje “socialismo-revolución-justicialismo”. Deberíamos considerar aquí, como excepción, el proyecto de la Fundación Nacional Cubano Americana, de Jorge Mas Canosa; y no tanto por su proyección política anticastrista (que no lo distingue de otras organizaciones) sino por insistir en la economía de mercado como el elemento estructurante de la sociedad. En la página WEB de la fundación lo más valioso tiene que ver con la proyección económica. Es lógico: la FNCA (CANF) está asentada en la visión de un hombre de empresa; como he dicho otras veces, el empresario ve las cosas de manera diferente, con más sentido práctico. Es esa perspectiva y no la moral dialógica, en fin de cuentas, el aporte mayor que a una Cuba futura pueden hacer otros proyectos de diferente matiz político, pero similar fundamento práctico, como el que proponen empresarios como Sergio Pino, Carlos Saladrigas y otros que en los rumores de corrillos se identifican ya como “el grupo Dominicana” (país donde se dice han sostenido varias reuniones desde hace por lo menos un año).

Personas de indudable prestigio en la comunidad como Hubert Matos, el poeta Ángel Cuadra, antiguos jóvenes católicos y pedagogos del exilio insisten en que la revolución cubana estuvo bien, pero se “torció” en algún momento. Castro la traicionó. O la habría traicionado. La imaginación de un 1ro de enero al margen de Fidel Castro califica entre las más grandes de las ficciones históricas. Por doquiera uno mira, ese proceso que llega hasta hoy lleva la huella inconfundible de la personalidad del Caudillo. Una revolución fidelista sin Fidel Castro es diseñar un fenómeno contemplando sus intenciones y desechando su esencia.

Por demás, una “revolución traicionada” es la única “revolución posible”. Las revoluciones son procesos intensivos, de gran demanda de energía histórica que en algún momento sus propias fuerzas genésicas atemperan. Cuando el ciclo entusiasta de una revolución cierra y empieza su proceso de institucionalización, quienes se quedan al margen del mismo lo empiezan a percibir como “traición”. El historiador mexicano Enrique Krauze ha utilizado la obra de Rodolfo Usigli “El gesticulador” para referirse al proceso de “cierre”, de “fin” (en este caso no recuerdo que haya usado la palabra “traición”) de la Revolución Mexicana. ¿Cuándo (o qué) "cierra" o "traiciona" la Revolución Cubana?

En el exilio el socialismo (anticastrista e hipercastrista también) ha calado tanto, que una de las críticas más frecuentes que se escucha a la Revolución es que Castro “derrochó” el subsidio soviético. En ningún momento se cuestiona la “policy” de pensar un país de cara al “tumbe” o “jineto” internacional, en ningún momento (como por excepción ha hecho La Fundación) se plantea la promoción de una Cuba productiva, sino siempre adviene el sueño de una isla distributiva, un país donde el mejor gobierno es aquel que más justamente reparta.

Si a esta indigencia estratégica agregamos la fascinación oculta que tiene el exilio por lo que pasa en Cuba, ese morbo político por saber y hasta “vacilar” la idiotez totalitaria, podemos empezar a comprender las razones de la longevidad castrista.

2 Comments:

At 2:00 a. m., Blogger LEGEA said...

Entiendo lo que se trata de explicar , pero no se logra por dos razones .La primera es que el proceso ha sido muy largo y las interpretaciones y posiciones son difeerntes por el tiempo y por el espacio. La segunda es que Castro nunca fue ideologicamente Marxista ,ni siquiera Martiano.
Solo es un megalomano que su guia ideologico es el mismo. Ser alguien es su obsesion mezclando la fe y elesfuerzo inculcado por los jesuitas y por su abicion personal con caracteristicas patologicas .
A.Iglesias

 
At 2:01 a. m., Blogger LEGEA said...

Entiendo lo que se trata de explicar , pero no se logra por dos razones .La primera es que el proceso ha sido muy largo y las interpretaciones y posiciones son difeerntes por el tiempo y por el espacio. La segunda es que Castro nunca fue ideologicamente Marxista ,ni siquiera Martiano.
Solo es un megalomano que su guia ideologico es el mismo. Ser alguien es su obsesion mezclando la fe y elesfuerzo inculcado por los jesuitas y por su abicion personal con caracteristicas patologicas .
A.Iglesias

 

Publicar un comentario

<< Home