sábado, abril 18, 2009

LA VISITA DE LOS SIETE

LA VISITA DE LOS SIETE


Por José Antonio Fornaris


Managua, La Habana. Abril 16 de 2009. (SDP). Siete congresistas estuvieron varios días de visita en la capital cubana. Los medios y algunos jerarcas del régimen dijeron que pertenecen al Caucus Negro y al Partido Demócrata, son seguidores de las ideas de Martin Luther King, Jr., cristianos y estadounidenses.

Se reunieron con Raúl y Fidel Castro, Ricardo Alarcón, Bruno Rodríguez y otros altos funcionarios gubernamentales, con religiosos oficialistas y con familiares de los cinco espías de la Red Avispa –dos de ellos son ciudadanos estadounidenses por nacimiento-, presos en Estados Unidos.

Fueron a lugares previamente seleccionados. No se salieron para nada de la agenda preestablecida. Y el martes siete en la tarde abordaron el avión que los llevó de regreso a su país.

Perdieron la oportunidad de ver algo, aunque fuera nimio, de la Cuba profunda, a sus habitantes, y conocer, si les interesaba, alguna de las vicisitudes de los nativos de esta isla. Ellos prefieren, al parecer, destacar más el color de su piel que su nacionalidad, cuestión significativa cuando se sabe que sólo existe la raza humana.

No obstante, resulta paradójico que no recorrieran alguna de las muchas barriadas marginales que existen en La Habana , o algunas de la gran cantidad de inmundas cuarterías existentes en los céntricos municipios Diez de Octubre y Centro Habana –hay muchos más ejemplos-, donde casi en su totalidad sus habitantes son negros.

También es inexplicable que no echaran una miradita a alguna de las cientos de cárceles, todas llenas, que hay en Cuba, y donde la inmensa mayoría de su pobladores –casualidad- son negros.

Resulta absurdo ser seguidor de la prédica de Martin Luther King y no querer saber si los presos tienen la posibilidad de leer “Cartas desde la cárcel”, o si simplemente tienen noción de quien era ese paradigma de los derechos civiles. Y conocer cuantas veces están en la Biblia las palabras justicia y amor, y no tratar de tener a Cristo en el corazón para lograr un poquito de sabiduría.

No tiene sentido ser hijo de una gran nación democrática, tener responsabilidades políticas –la democracia es el mejor logro social de la humanidad-, donde se tiene el derecho de salir y conversar hasta con el diablo – tal vez ya lo hicieron- y regresar sin ningún tipo de dificultad y no tratar de conocer hasta que punto las posibilidades económicas, políticas y sociales de los ciudadanos de la nación visitada les son negadas.

Ellos vinieron pero no vieron. Al parecer sólo escucharon lo que un reducido grupo de personas quiso decirles referente a sus propios intereses. Van a tener que leer la Biblia y a Martin Luhter King con un poquito más de detenimiento.
fornarisjo@yahoo.com