EL CONCIERTO HABANERO DE JUANES
Por Joe Cardona
Tras su concierto ``Paz Sin Fronteras'' realizado en Colombia el año pasado --un esfuerzo por aliviar las tensiones entre su país natal y Venezuela-- el cantante colombiano Juanes está planeando febrilmente una actuación en La Habana, en septiembre.
Supuse que como parte de la campaña de Juanes ``Paz Sin Fronteras'' invitaría a artistas cubanos que están en el lado opuesto de la ecuación totalitaria de Cuba: Gloria y Emilio Estefan, Willy Chirino, Lissette Alvarez, Hansel y Raúl, Albita Rodríguez. Que quizá también incluiría a músicos cubanos en la isla que no tienen el visto bueno del Ministerio de Cultura, como Gorki Aguila, de la banda de rock alternativo Porno Para Ricardo, quien ha sido encarcelado varias veces por su negativa a aceptar la censura del régimen.
Pero no fue así.
Juanes probablemente compartirá el escenario con Silvio Rodríguez y Los Van Van, cantantes que han dedicado sus carreras a ensalzar al comandante. Se están considerando algunas actuaciones de norteamericanos. Su publicista reveló que Juanes habló con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, sobre la suavización del embargo, para que pudieran ir artistas norteamericanos.
El concierto promete no ser más que una presentación vergonzosa, irreflexiva y despiadada del cantante de 36 años y sus colegas. Será una legitimación tácita más de la dictadura más opresiva del hemisferio, que ya dura 50 años.
Juanes (Juan Esteban Aristizábal) al parecer planea tocar su guitarra en la Plaza de la Revolución, donde Fidel Castro ha pronunciado centenares de vitriólicos discursos en el último medio siglo. La descarga no cuestionará la falta de libertad de expresión y de autodeterminación de los cubanos.
Como un cubanoamericano criado con las libertades del rock 'n' roll, he presenciado antes este tipo de exhibición decepcionante. En 1979, Stephen Stills, Kris Kristofferson, Rita Coolidge y Billy Joel protagonizaron el ``Havana Jam'', un ``acercamiento cultural'' alentado por el gobierno de Carter.
Mientras el piano man le cantaba al público en el teatro Karl Marx y Stephen Stills concluía su discurso de presentación con una enérgica consigna de ``Viva la Revolución'', el régimen de Fidel Castro estaba armando y entrenando movimientos guerrilleros como el IRA, la OLP y las FARC, que han llenado de violencia al país natal de Juanes, Colombia, durante toda la vida del intérprete.
La descarga no impidió que el gobierno cubano encarcelara a destacados disidentes y reprimiera a los ciudadanos por la posesión de ``peligrosos materiales contrarrevolucionarios", como los discos de Led Zeppelin.
No fue más que un acto de relaciones públicas de un régimen que suscribe la noción del ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels: una mentira repetida mil veces se convierte en verdad.
En 1999, un grupo encabezado por Mick Fleetwood, de Fleetwood Mac; el nuevo dueño de una participación minoritaria en los Dolphins, Jimmy Buffett; Bonnie Raitt y dos tercios de la banda Police, Andy Summers y Stewart Copeland, volaron a Cuba, en una fútil aventura que llamaron ``Puentes sobre aguas turbulentas''. Eso ocurrió bajo los auspicios del gobierno de Clinton.
Sólo unos meses después de la actuación, el disidente cubano Oscar Elías Biscet fue detenido y golpeado por la policía cubana. Recuerdo perfectamente la respuesta de Raitt cuando el entonces presentador del Tonight Show, Jay Leno, la cuestionó sobre el viaje: ``Adelante, Fidel!'', dijo Raitt. Parecía una escena de Dimensión Desconocida.
¿Es posible que la penuria de más de un millón de cubanos que han huido de la isla no sea suficiente para los dioses del rock?
o son sólo músicos los que están dispuestos a ser instrumentos de un régimen despótico. Robert Duval, Bill Murray y James Caan acompañaron recientemente a Cuba a Benicio del Toro, quien recibió un premio por su actuación en la monótona epopeya Che, de Steven Soderbergh.
Espero que el concierto de Juanes no tendrá ningún efecto sobre las draconianas leyes cubanas. Los intentos del gobierno de Obama de descongelar las relaciones con Cuba serán infructuosos. Lo que consiguen estos intentos es darle al mundo la falsa impresión de que el régimen cubano tiene la voluntad de abrir sus herméticas puertas, lo cual le compra más tiempo al reinado de los hermanos Castro.
Como producto del evangelio del rock 'n' roll, mi fe se conmueve. Como hijo y nieto de exiliados cubanos, estoy descorazonado. Y como norteamericano, estoy indignado.
Cineasta independiente. Reside en Miami.
El Nuevo Herald
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