BARACUTEY CUBANO

Hipocresía y descaro



Por Yaxys Cires Dib
(abogado y democratacristiano)

Resulta escandaloso que mientras salen a la luz importantes pruebas que demuestran los vínculos de dos gobiernos latinoamericanos con las guerrillas terroristas FARC y el autoritarismo chavista amordaza a la prensa venezolana, haya gente que pida enérgicas sanciones en contra del actual gobierno hondureño. Ello demuestra que la hipocresía internacional no tiene límites: por un lado, intransigente contra Honduras, por cierto, donde funcionan con independencia todos los poderes del Estado, y por otro, aquiescente ante la escalada totalitaria e injerencista de Hugo Chávez. El filósofo francés Jean-François Revel caracterizaría esta incoherencia como la “moderación con los fanáticos y fanatismo con los moderados”.

Sobre lo sucedido en Honduras, estoy convencido de que con la destitución de Zelaya se hizo prevalecer la Constitución sobre los intereses particulares del mismo y que su expulsión fue la mejor opción para evitar provocaciones de parte de sus simpatizantes que podrían degenerar en un derramamiento de sangre. En todo caso, Zelaya estaba violando la Carta Magna de su país y su tendencia autoritaria ya era evidente.

( Yaxys Cires Dib junto al Dr. Ricardo Arias Calderón, ex-vicepresidente de Panamá)

¿Había que esperar, entonces, a que instaurara su régimen para después tomar medidas? Pues no. Ante las evidencias y flagrantes violaciones de la legalidad, pedir a los hondureños que no hicieran o hagan valer el estado de derecho, solamente tendría dos explicaciones y ninguna apegada al sentido democrático: ingenuidad o malicia.

En todo caso, creo como Eduardo Pérez Begochea que “el caso constitucional de Honduras trascenderá en el futuro inmediato de Latinoamérica”, a saber: o se defiende el estado de derecho o se permite el avance del poder autoritario de los caudillos.

La OEA paródica

Pero cuando se escriba esta parte de la historia regional habrá que dedicar uno de los capítulos más tristes a la actuación de la OEA.

Sin interés de agotar el tema, que seguramente será tratado a nivel de opinión pública cuando llegue el momento de que los gobiernos renueven o no al Secretario General de la organización, quisiera destacar la pésima actuación de la OEA en el caso hondureño. Transformada en el brazo político chavista, ha mostrado su puño más prepotente en contra las instituciones de Honduras, lo que no ha hecho en otros casos, aún cuando estos implican graves peligros para la seguridad regional, como son los antes aludidos vínculos entre dos gobiernos de la región y las guerrillas colombianas.

Para entender la gravedad y el desprestigio de esta OEA, primeramente sería bueno comprender lo que el académico venezolano Xavier Reyes ha llamado: “totalitarismo paródico”. Según Reyes, el régimen neopopulista impulsado por Chávez, Morales, Correa, Zelaya y Ortega es paródico, porque imita a la democracia para burlarse de ella. Este nuevo modelo de dominación puede ser definido concretamente como "aquel en el que el sistema electoral y las instituciones democráticas preexistentes son vampirizados con la intención de instalar y sustentar luego un régimen totalitario".

Al hilo de dicha idea no cabe dudas de que la Organización de Estados Americanos (OEA) es hoy una puesta en escena a nivel regional de la parodia que el coronel Chávez y compañía han hecho a escala nacional en sus respectivos países: la utilización de los mecanismos democráticos, en este caso regionales, para imponer criterios antidemocráticos.

Contrario a lo que algunos quieren que pensemos, la OEA es hoy un obstáculo para los intereses de Estados Unidos y de los amantes de la democracia en la región.

Quisiera terminar este comentario citando al Dr. Ricardo Arias Calderón, quien hace poco escribió lo siguiente sobre el tema: “Este comportamiento de la OEA nos plantea el problema de saber si esta organización sigue fiel a la democracia representativa, tanto en su exigencia de pluralismo electoral como de pluralismo constitucional, que su estatuto y Carta Democrática consagran; o sí están alejándose de este concepto a favor de algún otro, por ejemplo, justificar la nueva actitud de apertura al régimen fidelista de los hermanos Castro cuando éstos rechazan expresamente todos los componentes de la democracia representativa”

“Así el caso de Honduras reta a la OEA en cuanto a su identidad misma. ¿Es o no defensora de la democracia representativa?”
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