LA RUTA DEL ÉXITO
Por Juan González Febles
Lawton, La Habana, julio 30 de 2009, (SDP) Adela Soto Álvarez, en Cuba fue una poetisa de calidad y de corazón. Durante años, sirvió con lealtad en la prensa nacional independiente. Fue hostigada, arrestada, multada y su vida se convirtió en agrio y fortificante yogurt, cuando pasó al bando de los luchadores sinceros por la libertad y el Cambio democrático en la Isla. Creo que aún escribe versos. Es poco lo que trasciende desde el exilio, cuando se trata de disidentes o periodistas independientes.
Efrén Gómez Pulgarón, sirvió a Cuba en la prensa nacional independiente. Lo hizo desde esa redacción itinerante que acompaña a cada uno de nuestros colegas. Pero también le puso el cuerpo al palo de las brigadas de respuesta rápida. Participó en manifestaciones en las calles y de camino, las reportó in situ. De veras, que Efrén se lució en La Habana. Desde el exilio, trabajó en Radio Martí. Muchos tuvimos ocasión para hablar por vía telefónica con él. Luego cayó en desgracia. Parece que le tocó la parte más delgada en una soga que se rompió desde aquí, con una ‘figura’ de prominencia y prosapia, incidentalmente, ex miembro del partido comunista.
Milagros Cano, una joven invidente, fue de las primeras que creyó y siguió a Oscar Elías Biscet. Durante su corta y brillante carrera de animador de la rebeldía popular en las calles de La Habana, Biscet, tuvo a su lado a esa jovencita invidente que sabía ver desde el corazón.
Rogelio Menéndez fue de los imprescindibles y es parte incuestionable del grupo de los inolvidables. Junto a algunos presentes en las cárceles cubanas, protagonizó los episodios más imaginativos y originales de la lucha pacífica en las calles. Lo hizo desde ciudadelas o solares como los llamamos por acá y hasta en el recinto ferial de las jornadas del libro en La Cabaña. ¡Fue grande Rogelio!
A ninguno de los antes mencionados, les hemos podido ver ante las cámaras con el dominicano Oscar Haza. No han recibido esa consagración. Cuando digo consagración, no empleo un término gratuito, Oscar Haza es más popular en La Habana con su ‘A mano Limpia’, que Randy Alonso con sus vejestorios de Mesa Redonda. ¡Que se puede hacer!
Los antes mencionados que son nuestros hermanos de ideales, no han tenido éxito en las playas del exilio. Lo único que ciertamente lograron fue la porción de libertad que los americanos comparten con cada perseguido que llega a sus predios. Es más que suficiente, no se puede pedir más a los yanquis. Lo triste que se impone es que para triunfar en familia, tanto en Cuba como en La Pequeña Habana, hace falta el carné el partido y el aval de la familia Castro.
En fecha reciente una selecta y prestigiosa selección de nuestros colegas de la prensa nacional independiente, compartió una video conferencia desde la Sección de Intereses de Norte América en La Habana (SINA) con la prestigiosa ‘intelectual orgánica’ del exilio, periodista, poetisa y escritora, Uva de Aragón.
La Sra. Aragón ha visitado la Isla y cuando lo ha hecho, ha compartido con los escritores y artistas de la UNEAC. Parece que el Partido Comunista es verdaderamente inmortal y tanto allá como mas acá, mantiene su pre eminencia. De otro modo, quizás hubiera visitado a escritores y periodistas independientes (los hay) y hubiera hecho su tele conferencia en la UNEAC. Allí, no hubiera comprometido a nadie. Todos hubieran acudido modositos y seguros a compartir con la Sra., autorizados por el Sr. Barnet y el ministro Prieto.
En los locales de SINA, esto no es exactamente así. Cada periodista, disidente o miembro de la sociedad civil que traspone sus puertas, resulta premiado con la apertura de un expediente por parte de la policía de Seguridad del Estado y si ya lo tiene, con uno o dos párrafos extra.
Todo parece indicar que la ruta del éxito en las filas de la oposición, pasa por el previo ingreso en el Partido Comunista y la colaboración e identificación con el régimen castrista. Hasta se ha impuesto el ‘centralismo democrático’ y últimamente los ex comunistas conceden la condición de ‘líder nacional de la oposición’ y otras lindezas. Lo preocupante es que alguno que otro, piensa trasladar a esta parte, el viejo hábito adquirido allá de delatar. Esta sería la mala noticia, la buena es que quizás, estemos abocados a la tan anhelada unidad. Al menos durante un tiempo, estarán unidos contra la prensa libre. ¡Le ronca!
jgonzafebster@gmail.com
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