BARACUTEY CUBANO

Por Odelin Alfonso Torna
odelinalfonso@yahoo.com


Arroyo Naranjo, La Habana, septiembre 24 de 2009, (PD) Tanto se ha opinado en la prensa plana oficial sobre no renunciar al socialismo, sus conquistas o sus proyectos que se malogran en un abrir y cerrar de ojos, que a veces lo veo como un rezo de Ave María ante el inevitable cambio. Más bien quienes proponen acotejarlo a nuestros tiempos, por cierto bien difíciles, a veces titubean al descifrar el rumbo que toma la “Revolución”.

¿Que parentesco con la sociedad de consumo tiene nuestra política de precios, la doble moneda o esa manía de descongelar viejas prohibiciones?

La embestida gubernamental al embargo norteamericano, su batalla campal contra el mercado informal o privado y las fluctuaciones entre la oferta y la demanda, sin dudas limitan y encarecen los bienes y servicios en todo el conglomerado estatal ¿Y ante esto que hacemos? Bien poco o nada, porque nada se puede hacer.

Resulta que ahora, después de tanto tira y encoge, el servicio de Internet se hará extensivo a los correos municipales o de barrio por la “modesta suma” de 6 cuc la hora de conexión, equivalentes a 150 pesos en moneda nacional. Según la Gaceta Oficial de la República de Cuba, la Resolución Ministerial No. 179 de fecha 7 de octubre de 2008, “ordena en el país todo lo referente a los Proveedores de Servicio a Internet al Público, los cuales deberá prestar a personas naturales en el territorio nacional”.

¿Qué se supone que sea extender la entrada a la red de redes global con precios prohibitivos sin que supuestamente se bloqueen los sitios calificados de “subversivos”?

¿Quedará relegada a un segundo plano la Intranet, red doméstica que facilita cuentas de correo personal (.cu) por menos de dos pesos convertibles la hora de conexión?

¿Tendremos un éxodo de internautas hacia las cuentas de correo yahoo o gmail, más abarcadora, pero igual marcadas por los perímetros que impone la censura intramuros?

Intranet se limita solo a enviar y recibir correspondencia electrónica dentro y fuera del país. Está por ver si la red nacional pueda sucumbir ante esta nueva resolución firmada por Ramiro Valdés Menéndez, Ministro de la Informática y las Telecomunicaciones.

Necesitaríamos ahora, en lo que se acondicionan las sucursales de correo con nuevos y adaptables ordenadores para Internet, que la prensa oficial, en lugar de opinar sobre el socialismo o la libreta de abastecimiento, le dedique espacio a la nueva ciber-manía gubernamental de colocar salas de navegación por doquier.

Supongo, ahora que el cerco se abre -no mucho que digamos-, el bichito de la curiosidad nos condene a consumir- tiempo contra dinero- y buscar páginas Web nunca antes exploradas. Tal vez sea el resultado de una estrategia de mercado a la cuenta del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones para callar la crítica sobre nuestras apetencias de red. Ni siquiera corregir esa conectividad insegura que cuando se logra, corre a zancada de tortuga, un tema para otra reflexión.

De cualquier forma, “revolución es cambiar todo lo que pueda ser cambiado”, dice Fidel Castro. Vamos por yahoo o gmail, que suena mejor y está más cerca del horizonte que ambicionamos. Que cueste más caro la conexión a Internet, ¿qué vamos hacer? No podemos renunciar a lo que se ha logrado. Ese es el sentido de humanidad que quieren los gobernantes.