Juanita Castro y sus hermanitos Fidel y Raúl
Tomado de http://zoevaldes.net
Juanita y sus hermanitos.
Por Zoé Valdés
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Yo nunca he colaborado para la CIA, cada día espero que me llame un emisario, pero no -aunque la dictadura castrista y sus macacos no se cansan de acusarme de que soy informante de la CIA-, todavía estoy esperando el contrato con su debido cheque, pero no llega. Un día descubriremos que todos ellos, la familia completa eran pagados y engordados por la CIA, y nosotros comiéndonos un cable.
Espero ansiosa las otras revelaciones. Yo tengo una, cuando visitaba a Rubén Batista, hijo del presidente Fulgencio Batista, en una de las visitas tuvimos un diálogo muy divertido. Rubén no sólo era un gran señor, además poseía un gran sentido del humor. En aquel momento me comunicó que padecía leucemia, y que debía ir a darse sus tratamientos al hospital, y añadió con una sonrisa: “¿Sabes dónde compro desde hace más de treinta años
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Contra Juanita Castro no tengo nada, no la conozco, y que haya sido de la CIA mientras su hermano era un tremendo asesino y un terrorista, me parece fabuloso, que lo escriba ahora, todavía mejor, aunque le habría agradecido que se hubiese adelantado; lo que nunca entenderé es que haya emprendido un juicio contra su sobrina: Alina Fernández, y contra su libro, por el mero hecho de decir una verdad como un templo, que el abuelo de Alina, el viejo Castro, era un terrateniente matarife que se apropiaba de las tierras de los demás con métodos bastante pocos decentes.
Entre tanto, ya mandé a pedir el libro, porque si tiene prólogo de Carlos Alberto Montaner y está escrito por María Antonieta Collins, será de fiar. Pero ya les digo, estoy tan aburrida de esta familia, aunque me encanta la idea de que al final aireen sus trapos entre ellos, todo muy en plan de revista del corazón. Era finalmente lo que siempre pensé de la ideología castrista: dignidad ninguna. Dime de lo que alardeas y te diré de lo que careces.
1 Comments:
Muy bien, muy acertado me parece el artículo, seguiremos leyendo a esta personalidad de Cuba. Y como dice, si tiene prólogo de Carlos Alberto Montaner, debe de leerse.
chicho el cojo
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