viernes, diciembre 25, 2009

CUBA: Dos tiempos y una bandera

Dos tiempos y una bandera



Por Reinaldo Cosano Alén
Sindical Press

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Emilio Bacardí (1844-1922), en sus Crónicas de Santiago de Cuba recoge la siguiente nota del acta del Ayuntamiento de esa ciudad.

''Desde hace días (principios de noviembre de 1868), frente a esta ciudad, en las montañas conocidas por Puerto de Bayazo, flamea constante y diariamente, a la vista de la población la Bandera Cubana de la revolución, indicando el lugar de reclutamiento. Las fuerzas revolucionarias se componían de 300 a 400 hombres mandados por los cabecillas Santiesteban, Máximo Gómez y el camagüeyano José Pérez''.

Otra acta de fines de noviembre de 1868 da cuenta:

''Se inscribieron estas palabras, según instancia firmada por el concejal Sr. (Faustino) Capaz para que conste: el voto solemne del Ayuntamiento de censura contra la bandera insurrecta antinacional que alzada por algunos ilusos del Departamento (Oriental) y seguida por bandas de hombres de todo color, de nuestros campos, flamea hace largos días en las cumbres de la sierra frente a la ciudad, en el Puerto de Bayamo''.

Dos meses y medio después, en enero de 1869, el mando español decide acabar el insulto de la bandera de los insurrectos flameando día y noche a la vista de la ciudad. El coronel español José López Cámara ataca la posición. Hubo combate y bajas de uno y otro bando. Murió el comandante de caballería español Pedro Blázquez. Los insurrectos se retiran con su bandera desafiante del poder español a las puertas de la segunda ciudad en importancia de Cuba.

Recientemente, también en noviembre, pero de 2009, la bandera cubana ondeó desafiante, no por dos meses sino apenas veinticinco horas, tampoco en lejana cumbre de agreste sierra, sino en lo alto de una prisión del oriente cubano.

La inaudita acción ocurrió el 4 de noviembre en la prisión provincial de Las Tunas organizada por el prisionero de conciencia José Daniel Ferrer, con la cooperación de algunos reos comunes, quienes donaron las sábanas para las banderas y luego las colocaron.

En realidad la enseña nacional ondeó al lado de otras dos banderas. Una con una L (de Libertad) muy grande; y la tercera aludiendo al proyecto Varela, que reclama del gobierno un plebiscito.

Flamearon libres todo un día hasta que fueron descubiertas y retiradas. Hubo traslado de prisión de los posibles involucrados como represalia contra la protesta cívica.

José Daniel Ferrer, de 38 años, del Grupo de los 75, fue condenado a 25 años de prisión en 2003, entre otros delitos, según consta en acta del tribunal, por ''analizar revistas, boletines, folletos y documentos varios, contentivos de temas de contenido esencialmente anticubano subversivo y pro imperialista, contrarios al modelo socialista cubano que les fueron ocupados”.