domingo, enero 31, 2010

Juan Abreu: Un hombre pensante es un eterno rebelde

Juan Abreu: Un hombre pensante es un eterno rebelde




Por Armando de Armas

Juan Abreu, La Habana, en 1952. Pintor y escritor. Estuvo condenado en campos de trabajo forzado en la isla. Miembro prominente de la Generación del Mariel, formó parte del consejo de dirección de la revista del mismo nombre. Ha publicado las obras Libro de las exhortaciones al amor, A la sombra del mar, Habanera fue (escrito en colaboración con sus hermanos Nicolás y José), Garbageland, Orlán veinticinco, Gimnasio, Accidente, Diosa, Cinco cervezas y Rebelión en Catanya. Por otro lado ha publicado los libros de literatura infantil El gigante Tragaceibas y El niño que quiso ser excremento, y ha sido antologador del volumen Cuentos desde Miami. También conduce el blog Emanaciones y escribe para La voz de Barcelona.

Su obra plástica ha sido expuesta en Estados Unidos, Europa y América Latina, y forma parte de prestigiosas colecciones privadas y museos norteamericanos, entre ellos el Whitney Museum.

Dotado de una prosa dura, a veces despiadada, polémico y polemista, Juan Abreu es escritor a la vieja usanza, quiere decir, insumiso frente al orden de la demagogia establecida. Armando de Armas lo entrevistó para MartiNoticias.

MN. En su libro Cinco cervezas, sucede que al personaje protagónico le sobreviene una repentina iluminación en la sección de arte de una librería en Miami, mientras hojeaba un grueso tomo sobre la vida y obra de Joseph Beuys y nos dice "…sentía de súbito, de forma incontrovertible que todas aquellas obras por mi consideradas universalmente agresivas" (…) "eran pura decoración. Mucho peor: tuve la certeza de que sólo es posible la decoración…" ¿Qué piensa Juan Abreu al respecto?

( Juan Abreu )

JA. Bueno, mi personaje es un tipo extremo. Piensa que la hipérbole es una forma de luz. Una manera de iluminar los asuntos. Creo que tiene razón, Arenas usó la hipérbole en este sentido y escribió una obra iluminadora.

Esto no quiere decir que yo comparta todas las opiniones de mi personaje. De hecho, creo que hay mucho arte que es decoración, en el peor sentido. Pero últimamente me he reconciliado un tanto con el gran arte decorativo. Después de estudiar a Matisse, sobre todo. Lo que considero una farsa y un fraude hoy por hoy no es el arte decorativo sino el arte conceptual.

MN. ¿Es usted un escritor que pinta o un pintor que escribe?

JA. Creo que soy alguien que crea. Un creador. Utilizo un medio u otro. Puedo hacer ambas cosas. No sé si es una suerte o una maldición.

MN. ¿Qué hace ahora: escribe o pinta?

JA. Las dos cosas. Acabo de terminar un libro de memorias y trabajo en una novela antinacionalista. El nacionalismo es una plaga en Europa y es necesario combatirlo; riéndose de él, claro está.

En cuanto a la pintura, exhibí mis obras en París el pasado noviembre. Y tengo otra exhibición programada, aquí en Barcelona, este año.

MN. ¿Cómo recuerda a su amigo el escritor Reinaldo Arenas?

JA. Con cariño. Es un ejemplo a seguir. Si quieres ser un escritor libre.

MN. ¿En alguna medida consideró a Arenas como su maestro?

JA. Absolutamente. Él y mi hermano José fueron mis maestros.

MN. ¿A su entender que rige el universo el orden o el caos?

JA. El Caos, sin duda. Basta mirar a nuestro alrededor para constatarlo.

MN. ¿Cree que después de la muerte hay alguna forma de sobrevida? ¿Qué pensaba de ello su amiga la etnóloga y escritora Lidia Cabrera?

JA. No lo creo. Ni lo deseo. Me aterra la idea de morir y despertar en otra vida o lo que sea. Prefiero que todo acabe de una vez.

La única sobrevida posible es a través del arte.

No sé lo que pensaba Lidia sobre esto. Por lo que hablé con ella, creo que se tomaba el asunto con un gran sentido del humor.

MN. ¿Considera que la condición natural del hombre pensante es la del eterno exiliado?

JA. Hay una percepción sentimental sobre la condición de exiliado. Me parece errónea. A los exiliados cubanos, por poner un ejemplo que conozco, nos ha ido muy bien en el exilio. Nuestro exilio ha sido una suerte inmensa. Para mí la Patria es un invento siniestro. Soy un viajero curioso en el paisaje del mundo. Exiliado ¿de qué?

Me considero un ciudadano del mundo. El patriotismo es una forma de vileza, una flaqueza moral.

Un hombre pensante, más que un eterno exiliado, es un eterno rebelde.