COMUNICADO A LA PRENSA SOBRE EL CASO DE YUSIMIL CASAÑAS Y SU ESPOSO, FUNCIONARIOS DE LA EMBAJADA CASTRISTA EN MÉXICO QUE DESERTARON HACE UNA SEMANA
Después de varios días de indagaciones y numerosas llamadas a diferentes dependencias gubernamentales en México, ponemos en conocimiento de la opinión pública internacional los resultados obtenidos. Hasta el momento ha sido infructuosa toda intención de lograr información, aumentando cada minuto que pasa la preocupación, desesperación y angustia de todos los familiares. La actitud de la mayoría de los funcionarios públicos de las dependencias del gobierno mexicano a las que se ha acudido, ha sido de total indiferencia, indolencia y en el peor de los casos, puede interpretarse sus reacciones como una vulgar burla. Se han realizado numerosas llamadas a la Secretaría de Inmigración, Policía Judicial del DF, Secretaría de Seguridad Pública, Secretaría de Relaciones Exteriores y por último a la policía encargada de la seguridad de las embajadas en esa ciudad. Se acudió a todos esos puntos y diferentes extensiones telefónicas por recomendaciones que comenzaron a partir de la primera llamada. En muchos casos no se molestaron en alzar el teléfono, otras veces y sin terminar de escuchar la explicación colgaban o te dejaban en espera escuchando una musiquita, minutos después colgaban definitivamente. El más destacado de toda esa situación corresponde al número 53872400 extensión 18132. Luego de varias llamadas y soportar que colgara sin responder, decidió al fin contestar y me envió hacia otro sitio equivocado. A todos les manifesté que me encontraba llamando desde Montreal y las razones de esa llamada, luego, cuando les manifestaba que se trataba de la desaparición de una funcionaria cubana de su embajada, parece que no les agradaba la noticia.
No puedo ser injusto, existieron personas contactadas que fueron muy respetuosas y tuvieron la amabilidad de enviarme hacia los sitios que ellos consideraron correctos. Desde todos esos lugares me desviaron nuevamente a diferentes dependencias del gobierno donde recibí el mismo trato, no puedo determinar si actuaron de mala fe o simplemente por desconocimiento.
La última gestión fue realizada con la policía que protege las embajadas, es obvio que no llegué hasta ellos accidentalmente. Un agente muy cortés tuvo la paciencia de escuchar mi explicación y al final tomó los datos de los muchachos y míos para contactarme. Me sugirió que llamara dentro de un período de tiempo no determinado y dejé pasar unas tres horas. Por supuesto que no ofreció su nombre y comprendo sea una medida de seguridad. Cuando volví a llamar fui atendido por otro agente y le expliqué que estaba llamando desde Montreal y que ya lo había hecho en horas de la mañana por las razones conocidas. Para responderme estuvo consultando con otro compañero de trabajo y al final me dijo que no se sabía nada de la pareja y que ya “el jefe” había dado la orden de búsqueda. Le pedí hablar con su jefe y me contestó no encontrarse en esos instantes. Ante mi insistencia por saber algo, volvió a responder que ya los estaban buscando y daba por concluida la entrevista. Colgué nuevamente con el amargo sabor de otro intento perdido en la búsqueda de mi sobrina e interpreté esta última entrevista como una burla más. Si verdaderamente los estaban buscando o procederían a hacerlo, no medió en momento alguno ninguna pregunta de carácter técnico policial que los ayudara a iniciarlas. Debo pensar que con la cantidad de secuestros y asesinatos realizados diariamente en México, su policía haya desarrollado otras técnicas superiores a las existentes.
Buscando alguna pista por Internet, encuentro las declaraciones publicadas por la agencia de noticia EFE. Ellos lograron obtener algunas palabras de la funcionaria de la Secretaría de Exteriores de México llamada Patricia Espinosa, según lo declarado por ella, México no tiene información sobre la “deserción” de los funcionarios cubanos de su embajada. Por otro lado, leo que un reportero del periódico “El Nuevo Herald de Miami” logró comunicarse con la embajada cubana en México y que no quisieron darle información porque se encontraba ausente el agregado de prensa, único autorizado a emitir una declaración.
Muy bien, es muy probable que el gobierno mexicano no tenga una información oficial sobre esa deserción o desaparición, pero nos encontramos ante una situación que ha sido denunciada públicamente por sus familiares. ¿No es hora de que el gobierno mexicano le solicite una explicación al embajador cubano y la haga pública? Las declaraciones de esa funcionaria evade cualquier tipo de responsabilidad que solo se justifican hasta ese momento. A partir de entonces, el gobierno mexicano deberá responder también por un acontecimiento ocurrido en su territorio. ¿No resulta sospechoso ese silencio de la embajada cubana ante el gobierno mexicano? Por supuesto que sí, la información sobre esta supuesta deserción tiene su origen en el MINREX de La Habana. Pero supongamos que no nos encontremos ante un caso de deserción, ¿cómo es posible que el embajador no haya puesto al corriente a las autoridades mexicanas sobre la desaparición de dos de sus funcionarios? Es una actitud bastante sospechosa la asumida por la parte cubana, quienes también pudieron alertar a la policía de esa ciudad sobre el hurto del auto en el caso que no les importara la vida de los pasajeros.
Desconfío y no acepto las explicaciones de la señora Patricia Espinosa, razones sobran cuando vemos todo lo que está ocurriendo en México desde hace unos años. Desconfío también por los antecedentes históricos de ese coqueteo político con la tiranía más sangrienta que ha parido este continente. No lo acepto porque de acuerdo a los usos, costumbres y leyes de cada país, debe estar contemplado que todas las representaciones extranjeras acreditadas en sus territorios, reporten ante las autoridades competentes cualquier anormalidad y la desaparición de dos funcionarios lo es.
Hay muchos intereses involucrados en el silencio que se desea obtener en cuanto a la deserción de esos muchachos, tengo la fundada sospecha de que los familiares en la isla han sido visitados por agentes de la inteligencia cubana. Conozco de cerca los métodos de intimidación y coacción que utilizan. Si mis sospechas llegaran a confirmar lo que estoy pensando, haré pública las pruebas. Responsabilizo desde estos momentos al gobierno cubano y mexicano por las vidas de estos dos jóvenes. Responsabilizo al gobierno cubano por todas las medidas intimidatorias o punitivas que apliquen en contra de sus familiares en Cuba para lograr que abandonen su búsqueda.
Ruego a todos mis amigos que difundan esta nota y autorizo su publicación total o parcialmente. Suplicamos cualquier tipo de ayuda que nos conduzcan a conocer la suerte de estos muchachos,
Agradecemos de todo corazón la colaboración e interés mostrado por los medio de prensa escrita, radial y televisiva de diferentes países.
Esteban Casañas Lostal.
ecasanasl@videotron.ca
Montreal..Canadá.
2010-03-25
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