Los Castro, Samaranch y el juego
Los Castro, Samaranch y el juego
Por Jorge Ferrer
Ha sido una suerte de fiebre de esas que acogotan a la prensa: ¡Fidel le envía flores a Samaranch! ¡Cuánta ternura!
Menos acogida han tenido las declaraciones de Antonio Castro, hijo y sobrino de dictadores, quien se dice «consternado» por la muerte del catalán y ha evocado la relación de Samaranch con Cuba y el último encuentro que mantuvieron ambos aquí en Barcelona.
A mí, he de decirlo, me ha encantado la extraordinaria por inmerecida difusión que le han dado a esa corona de flores. Como me ha divertido la participación de ese heredero de los Castro en todo este asunto. La autoridad con la que habla ese «directivo» del deporte cubano.
Porque entre toda la babosada insufrible que han servido hoy prensa escrita, radios y televisiones estas dos noticias sirven:
1) Para evocar, siquiera por analogía, de dónde vino Joan Antoni Samaranch, el hombre que le regaló unos Juegos Olímpicos a Barcelona y España (socialistas).
¿Que de dónde? Pues, de la jerarquía de una dictadura.
Vino, recuérdese, de aquí:
Pasó, no se olvide, por aquí:
Y sirven:
2) Para recordar a los cubanos que si bien «ausencia no quiere decir olvido», transición las más de las veces sí.
¿Quieren juego? Pues a eso se dedicó el ex-franquista Samaranch, oigan: a dar Juegos.
¡Y Olímpicos!
3 Comments:
bueno pero que haya estado junto a Franco en aquellos tiempos y haya sido parte del gabinete etc, no significa que haya matado a nadie ni que sea un fascista, al final todos tenemos nuestros momentos. Ahora vivo fuera de Cuba y siempre me ha caido mal Fidel, pero en mis momentos de juventud encontraran algun dia en el MINFAR un par de fotos o mas mostrandole cosas a Fidel y Raul, y eso no significa que no sea yo el mismo. Solo mejoramos creo.
QUE SE VAYA YA!
http://www.youtube.com/watch?v=Fc__7exp0F0
Samaranch fue un pragmático o fue un oportunista, según cómo y quien lo mire. Yo soy de los que reconocen el derecho a cambiar de opinión o de bando, siempre que sea para mejor.
Si Samaranch no hubiera sido genuflexo ante el Caudillo, su carrera no hubiera llegado a ser lo que fue. Samaranch fue franquista cuando el franquismo y fue un hombre de la transición en el posfranquismo. En esta época lo nombraron embajador en Moscú y supo ganarse el apoyo del bloque soviético para ascender al COI. Fue amigo del Rey de España, de la derecha y de la izquierda, se llevaba bien con Castro y hasta con el diablo si hubiera presentado un equipo olímpico. Fue un hombre que supo estar y así escaló posiciones, si bien yo prefiero a los que saben ser aun a costa de su propio bienestar. De todos modos, le hizo mucho bien al deporte español y al olimpismo mundial. Ese es su gran mérito. Cuando se hace el balance entre el debe y el haber del personaje, yo creo que su saldo resulta positivo.
NIC
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