BARACUTEY CUBANO

Por Iliana Curra.

Si la visa otorgada al esbirro Silvio Rodríguez para venir a cantar a los Estados Unidos hubiera sido con la administración del anterior presidente, George W. Bush, los titulares fueran otros. Pero como ha sido con la administración del “presidente de los cambios”, Barack Obama, solo dice: “Otorgan visa de EU a Silvio Rodríguez”, cosa que ya sabíamos podía suceder.

Y es que, el coqueteo con la dictadura castrista existe desde el principio de la toma de posesión, cuando levantó restricciones sin esperar nada a cambio, y cuando sin que haya un hálito de posibilidad de mejoría en el tema de los derechos humanos y civiles en la isla, continúa cediendo, más allá de las denuncias a diario, de la realidad de una nación que vive sometida bajo una bota militar hace más de medio siglo.

Y es que el permiso de entrada a los Estados Unidos del compositor y cantante Silvio Rodríguez, es una ofensa. Estamos hablando de un hombre que firmó una carta en abril 20 de 2003 para justificar la represión contra un centenar de hombres y mujeres que, al final de los juicios sumarísimos, 75 fueron a parar a las cárceles con condenas de hasta 28 años de prisión, solo por opinar, y tres jóvenes de la raza negra fueron fusilados en apenas 72 horas por el hecho de haber secuestrado una lancha de pasajeros con la finalidad de alcanzar tierras de libertad, hecho que pudo haber sido condenado, pero no al extremo de quitarles la vida porque ni siquiera hicieron daño a nadie.

La carta en cuestión titulada: “Mensaje desde La Habana para amigos que están lejos” dice en uno de sus párrafos:

“Nuestro pequeño país está hoy más amenazado que nunca antes por la superpotencia que pretende imponer una dictadura fascista a escala planetaria…” Pero es a esta misma superpotencia a la que viene a cantar este esbirro comunista para ganar dólares del “imperio. Es aquí donde viene a provocar a un exilio que tuvo que salir de su patria porque sí está impuesta una dictadura de corte fascista, apoyada por este personaje que la apoya porque de esa manera vive muy por encima del pueblo.

La que está amenazada es la libertad de esta gran nación norteamericana adonde tipejos de esa calaña vienen a cantar en nombre de una mal llamada revolución que ha enviado al paredón de fusilamiento a decenas de miles de cubanos. Ha encarcelado a otros tantos de miles y ha hecho padecer a un pueblo entero de miseria, hambre, desesperanza y falta de libertades de todo tipo.

Si esta administración no lo entiende, entonces está muy mal. Vendrán otros esbirros, como ya ha sucedido, que han apoyado la muerte, el encarcelamiento y la represión, a ser aplaudidos por una extrema izquierda abominable y unos cuantos cacareados de la libertad de expresión que no lo permiten en Cuba.

Esto no es más que lo mismo que sucedió con el presidente Bill Clinton, ese famoso acercamiento de pueblo a pueblo que le dio entrada de dólares a la dictadura para que siguiera en su despotismo represivo contra el pueblo. La izquierda trasnochada sigue en su camino equivocado. Ojala que todo no cueste más vidas humanas en un país donde se fusila, pero a nadie le importa.