viernes, julio 30, 2010

DESDE CUBA: ¿ES DESTIERRO O NO?

¿ES DESTIERRO O NO?



Por Luis Cino
Periodista independiente.
luicino2004@yahoo.com



Arroyo Naranjo, La Habana, 29 de julio de 2010 (PD) Uno de los pocos puntos en que concordaban todos los grupos de la oposición interna cubana, especialmente después de la ola represiva de marzo de 2003, fue en la exigencia por la liberación de los prisioneros políticos y de conciencia.

Pero también ese consenso básico comienza a resquebrajarse lentamente tras la excarcelación y traslado a España del primer grupo de presos de los 52 que quedaban de los 75 de la Primavera Negra y la anunciada intención del régimen de sacar de las cárceles, en un plazo de tres a cuatro meses, a todos los prisioneros políticos, con la excepción de unos pocos involucrados en hechos de sangre o violentos.

Comentaba, no sin cierta razón, un amigo desde Miami que “no ha visto a muchos compatriotas alegrarse con la noticia”. Sucede que no es lo mismo salir de la cárcel e irse a casa que irse del país sin ni pasar siquiera por la casa para despedirse de los familiares que se quedan y los vecinos.

Las excarcelaciones se han visto empañadas por el hecho de que hasta ahora todos los excarcelados han sido sacados del Combinado del Este y directamente conducidos al aeropuerto, donde los esperaban sus familiares, para volar a Madrid.

“Que no me jodan, si eso no es destierro, entonces es lo que más se le parece”, comentó Humberto, un disidente de Arroyo Naranjo: “Esto es una jugarreta del gobierno para mejorar su imagen ante el mundo, que le quiten la Posición Común Europea y librarse de varias decenas de opositores. Es lo que siempre han hecho, sacarle vapor a la olla de presión cuando está a punto de reventar”.

Osmar Laffita Rojas, del Partido Solidaridad Democrática y periodista independiente, es optimista acerca de los eventuales resultados de las conversaciones y no comparte la idea del destierro: “A pesar de las confusiones reinantes acerca de cual es su verdadero estatuto legal, su partida fue como emigrados, pero no como consecuencia de presión alguna. Como es natural, entre las partes implicadas existieron negociaciones en las que hubo determinadas concesiones. En toda negociación es así.”

Aunque el régimen, la iglesia católica y Moratinos insisten en que a los presos no se les impuso la salida del país como condición, la mayoría de los opositores coinciden en calificar como destierro o exilio forzado el viaje de los ex-prisioneros a España. Casualmente, hasta ahora no han liberado a ninguno de los presos que advirtieron que no se irán del país.

El historiador Leonardo Calvo, de Arco Progresista, considera que los presos no debían haber aceptado los condicionamientos del régimen de salir del país y menos con estatus de inmigrantes para caer en un limbo jurídico en España: “Eso demerita el estatus de refugiados políticos que tan duramente se habían ganado, y lo que es peor, demerita el sacrificio de Zapata Tamayo y la lucha de las Damas de Blanco por su libertad.”

La bloguera y periodista independiente Dania Virgen García coincide en que no debían haber aceptado partir al exilio en calidad de inmigrantes. “Al final el gobierno se salió con la suya. Hay que comprender que estos hermanos llevaban siete años presos en condiciones infrahumanas, pero se desesperaron y apuraron mucho en ceder ante los condicionamientos que les impusieron, porque el gobierno, para su conveniencia política, los tenía que soltar más temprano que tarde.”

En cambio, Moisés Leonardo Rodríguez, gestor de la Corriente Martiana y periodista independiente, es más comprensivo con la posición de los presos que aceptaron irse a España. “No les dejaron otra alternativa, pero de cualquier modo, ¿qué iban a hacer en Cuba, si la mayoría, luego de tantos años de cárcel, están en pésimo estado de salud?”

“Ya ellos hicieron lo suyo y hay que respetar su decisión. Ahora han salido muchos osos feroces. Hay que ver que harían si fueran ellos los que se metieron siete años presos. Fuera del agua todo el mundo sabe nadar bien”, me dijo un malhumorado flaco barbudo en el parque de Calzada y K. No hubo tiempo de averiguar su nombre, porque de tan indignado, dio la espalda y se alejó con rapidez.

Otro asunto que preocupa es el futuro de las Damas de Blanco. Muchos temen que se produzcan divisiones que al final lleven a su disolución. O que simplemente se vayan todas de Cuba. Sería perfecto para el régimen. Varias de ellas han planteado que sus futuras decisiones dependen de lo que determinen sus esposos aún en prisión. Pero Laura Pollán, una de las fundadoras, advirtió que mientras quede un preso político en las cárceles, las Damas de Blanco existirán y marcharán en las calles.

Mientras se espera por las próximas excarcelaciones y se especula en qué condiciones se producirán (si se producen, si algo no sirve de pretexto para interrumpirlas, dicen los más escépticos), la oposición interna vuelve a hallar otro motivo para la división y las desavenencias. Lo más probable es que el gobierno lo haya calculado de antemano.

luicino2004@yahoo.com