martes, septiembre 07, 2010

Guillermo Descalzi: La ``comalución''

Tomado de http://www.elnuevoherald.com



La ``comalución''


Por Guillermo Descalzi

No es revolución, es comalución, está en coma, lleva ya años en coma. Lo triste es que nadie se atreve a hacer lo que debería hacerse, ponerle fin a su sufrimiento acabándola ya. Nadie se atreve porque hay un tío que no los deja, y no tengan duda de que así es como es. La comalución sigue viva porque tío Sam la respeta.

Cuando se resolvió la crisis de los misiles de octubre en 1962, la entonces Unión Soviética llegó a un entendimiento con Estados Unidos: que Moscú retiraría sus misiles a cambio de que Estados Unidos retirase los que tenía en Turquía apuntándolos a ellos, y que Estados Unidos se comprometiese a respetar y prácticamente proteger el régimen de Castro. Kennedy y Kruschev llegaron a un entendimiento grosso modo, refinado luego por Dean Rusk, secretario de Estado, y Andrei Gromyko, su contraparte soviético. Llegaron a un entendimiento en calidad de corolario secreto. Un corolario es un apéndice a un compromiso entre estados. Este se llamaría el corolario Gromyko-Rusk, por el cual Estados Unidos se comprometió a impedir cualquier amenaza a la revolución desde su territorio.

Así Nikita Kruschev le dio la ``buena nueva'' a Castro de que ya no necesitaría misiles para proteger su revolución porque en adelante la protegería lo que yo llamo el corolario Gromyko-Rusk.

Se podrá decir casi cualquier cosa de Washington con cierta impunidad, pero no que falte a su honor. Nuestro gobierno guarda puntillosamente su honor y sus compromisos. La palabra de Estados Unidos es sagrada, y no importa que la Unión Soviética ya no exista, ese entendimiento al que se llegó en 1962 aún hoy sigue siendo implementado. Yo le pregunté al respecto al senador Christopher Dodd cuando era corresponsal en la Casa Blanca y me aseguró que sí, que existía ``algo'' de por medio, ``protegiendo'' a Cuba.

Al llegar octubre de 1962 resultaba bastante claro que la Unión Soviética pronto adquiriría paridad nuclear con Estados Unidos, y que luego sobrepasaría nuestro arsenal. Kennedy sabía que venía un enfrentamiento entre los dos países. Pensó y creyó que el enfrentamiento sería sobre Berlín, y se preparó. Viajó a Berlín, donde dio su famoso discurso en el que proclamó ser un berlinés, Ich bin ein Berliner. Se equivocó. Nikita tenía la jugada adelantada y la confrontación tuvo lugar sobre Cuba. Kennedy debió haber dicho ``soy cubano'', no ``soy un berlinés''.

Tan por sorpresa tomó Kruschev a Kennedy moviendo su reina en el ajedrez nuclear de Berlín a La Habana, que Kennedy sacrificó sus peones para salvarse. Sacrificó la disidencia y el exilio cubanos. El entendimiento fue forjado entre octubre y noviembre del 62. Tan confundido había estado el gobierno de Kennedy que toda su atención había estado puesta sobre Berlín, al punto de que muy cerca ya de estallar la crisis de octubre Rusk seguía con el tema de Berlín, reuniéndose para eso con Gromyko en Nueva York los días 21, 27 y 30 de septiembre. En inglés le llaman a esto haber sido blindsided. Los soviéticos cegaron a Washington hasta que finalmente despertó un día de octubre para encontrarse con misiles apuntando al corazón del país.

Es muy discutible quién ganó la partida, pero resulta claro quien perdió. Perdió el exilio y perdió la disidencia en la isla. ¿Ganó Kennedy y perdió Kruschev? No lo creo. Sí, Brezhnev sacó a Kruschev en septiembre del 64, pero es un error atribuir la caída de Kruschev a la crisis de los misiles de octubre. Kruschev cayó en medio de un realineamiento mundial del poder. Ese mismo año murió Jawaharlal Nehru en la India y en Inglaterra Harold Wilson y el Partido Laborista llegaron al poder tras 13 años consecutivos de gobierno conservador.

Cuba fue vendida por un plato de lentejas, el compromiso americano de ``respetar'' a su gobierno. La revolución desde ese día se convirtió en cadáver andante, con vida garantizada. El que hoy la comalución esté gobernada por un coma-andante le pone la crema al café, y no es más que la conclusión lógica a una transacción negociada 48 años atrás.

Volvamos al presente. ¿Cómo es posible que un gobierno como el nuestro, campeón de la libertad, de los derechos humanos, del libre comercio y la libre empresa, se mantenga impávido ante el sufrimiento de la isla esclava? Si invadimos Panamá cuando Noriega se tornó inaguantable, si invadimos República Dominicana en 1965, si mandamos boinas verdes a Guatemala en 1966, y a Bolivia en 1967 en pos del Che, si en 1973 intervinimos en el golpe contra Allende en Chile, si enviamos tropas a Granada en el 83 y Contras a Nicaragua durante el resto de los años 80, ¿por qué entonces no intervenimos en Cuba? Háganse la pregunta, y la respuesta será muy lógica. ¿Por qué el prologado coma de la revolución? Porque Washington la ``respeta''.

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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS

Nausea ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Guillermo Descalzi: La ``comalución''":

Sí, Kennedy, un arrogante incompetente, una imagen atractiva pero hueca, dispuesto a todo para avanzar y proteger su carrera política, vendió a Cuba con las vidas y el futuro de generaciones de cubanos. La vendió como si fuera una vaca o saco de arroz, como si los cubanos fueran meros insectos, porque consideraba que él y su carrera (que bien pronto terminarían) eran algo muy superior y mucho más importante que millones de cubanos. La vendió para salirse de un apuro causado por su propia ineptitud, que pudo haber evitado si hubiera hecho lo debido cuando lo de Playa Girón. Todo fue culpa suya y de su séquito de globos inflados, tan inflados como él y su hermanito Robert, otro que bien bailaba.

Todo rechazo, todo desprecio es poco hacia este ídolo falso y sumamente egoísta, que se creía merecedor de absolutamente todo lo que se le antojara tener, sin reparar en el costo a otros. La magnitud de su crimen en el caso de Cuba, pues crimen fue, es incalculable. No tengo ni el más ligero respeto por las generaciones de políticos americanos que, sabiendo del asunto, se han hecho los suecos y han seguido venerando a Kennedy y el cuento chino de su "Camelot."

Los cubanos y su país, evidentemente, eran desechables y sin mayor importancia. Nunca ha habido reconocimiento del crimen, y dudo mucho que jamás lo habrá. Es como lo del New York Times con las mentiras y fabricaciones de su infame "reportero" Herbert Matthews, que hicieron mucho daño en su momento, pero nunca ha habido admisión de culpa, por no hablar de disculpa.

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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS

Nausea dijo...

Sí, Kennedy, un arrogante incompetente, una imagen atractiva pero hueca, dispuesto a todo para avanzar y proteger su carrera política, vendió a Cuba con las vidas y el futuro de generaciones de cubanos. La vendió como si fuera una vaca o saco de arroz, como si los cubanos fueran meros insectos, porque consideraba que él y su carrera (que bien pronto terminarían) eran algo muy superior y mucho más importante que millones de cubanos. La vendió para salirse de un apuro causado por su propia ineptitud, que pudo haber evitado si hubiera hecho lo debido cuando lo de Playa Girón. Todo fue culpa suya y de su séquito de globos inflados, tan inflados como él y su hermanito Robert, otro que bien bailaba.

Todo rechazo, todo desprecio es poco hacia este ídolo falso y sumamente egoísta, que se creía merecedor de absolutamente todo lo que se le antojara tener, sin reparar en el costo a otros. La magnitud de su crimen en el caso de Cuba, pues crimen fue, es incalculable. No tengo ni el más ligero respeto por las generaciones de políticos americanos que, sabiendo del asunto, se han hecho los suecos y han seguido venerando a Kennedy y el cuento chino de su "Camelot."

Los cubanos y su país, evidentemente, eran desechables y sin mayor importancia. Nunca ha habido reconocimiento del crimen, y dudo mucho que jamás lo habrá. Es como lo del New York Times con las mentiras y fabricaciones de su infame "reportero" Herbert Matthews, que hicieron mucho daño en su momento, pero nunca ha habido admisión de culpa, por no hablar de disculpa.
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Jose Gonzalez ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Guillermo Descalzi: La ``comalución''":

Existen muchas razones politicas por las cuales USA no invadio,derroto, asesino o simplemente desaparecio a Fidel Castro, las cuales no cabrian en este comentario, lo que si cabe es la mala costumbre de culpar a USA hasta de cuando no interviene en un pais para "arreglarlo".
Que tal el culpar a los propios pueblos por los gobernantes que apoyamos,toleramos o simplemente dejamos que hagan y deshagan en lugar de la cantaleta apta para ignorantes o diarreicos mentales de que "USA es la culpable", "USA metio la pata", "USA la respeta", etc, etc....
Que tal el reconocimiento de la ineptitud de nuestros pueblos de convertirse en responsables de sus errores...??

saludos



3 Comments:

At 7:50 p. m., Anonymous Anónimo said...

Carta al cardenal.Firmas.

http://babalublog.com/2010/09/an-open-letter-to-cardinal-jaime-ortega-y-alamino/

 
At 11:02 p. m., Anonymous Nausea said...

Sí, Kennedy, un arrogante incompetente, una imagen atractiva pero hueca, dispuesto a todo para avanzar y proteger su carrera política, vendió a Cuba con las vidas y el futuro de generaciones de cubanos. La vendió como si fuera una vaca o saco de arroz, como si los cubanos fueran meros insectos, porque consideraba que él y su carrera (que bien pronto terminarían) eran algo muy superior y mucho más importante que millones de cubanos. La vendió para salirse de un apuro causado por su propia ineptitud, que pudo haber evitado si hubiera hecho lo debido cuando lo de Playa Girón. Todo fue culpa suya y de su séquito de globos inflados, tan inflados como él y su hermanito Robert, otro que bien bailaba.

Todo rechazo, todo desprecio es poco hacia este ídolo falso y sumamente egoísta, que se creía merecedor de absolutamente todo lo que se le antojara tener, sin reparar en el costo a otros. La magnitud de su crimen en el caso de Cuba, pues crimen fue, es incalculable. No tengo ni el más ligero respeto por las generaciones de políticos americanos que, sabiendo del asunto, se han hecho los suecos y han seguido venerando a Kennedy y el cuento chino de su "Camelot."

Los cubanos y su país, evidentemente, eran desechables y sin mayor importancia. Nunca ha habido reconocimiento del crimen, y dudo mucho que jamás lo habrá. Es como lo del New York Times con las mentiras y fabricaciones de su infame "reportero" Herbert Matthews, que hicieron mucho daño en su momento, pero nunca ha habido admisión de culpa, por no hablar de disculpa.

 
At 2:04 a. m., Anonymous Jose Gonzalez said...

Existen muchas razones politicas por las cuales USA no invadio,derroto, asesino o simplemente desaparecio a Fidel Castro, las cuales no cabrian en este comentario, lo que si cabe es la mala costumbre de culpar a USA hasta de cuando no interviene en un pais para "arreglarlo".
Que tal el culpar a los propios pueblos por los gobernantes que apoyamos,toleramos o simplemente dejamos que hagan y deshagan en lugar de la cantaleta apta para ignorantes o diarreicos mentales de que "USA es la culpable", "USA metio la pata", "USA la respeta", etc, etc....
Que tal el reconocimiento de la ineptitud de nuestros pueblos de convertirse en responsables de sus errores...??

saludos

 

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