BARACUTEY CUBANO

Roberto Martín Pérez: la santidad de Celia Sánchez y la relatividad de “la guerra”

octubre 13, 2010

Emilio Ichikawa

A Carlos Díaz, por su pregunta

El pasado viernes 8 de octubre el Sr. Roberto Martín Pérez concedió finalmente una prometida entrevista al locutor Armando Pérez Roura para su programa “Mesa Redonda”, que se transmite de 6 a 8 de la noche por Radio Mambí, Miami (6.70 AM). La misma entrevista fue repetida ayer martes 12 en el mismo espacio. Se trató de una conversación interesante, extensa y también, como el mismo Martín Pérez reiteró, una charla polémica acerca de su libro, del cual ya hicimos una breve reseña.

Roberto Martín Pérez es (él mismo se percibe así) uno de los representantes de la llamada “línea radical” (dura, vertical, extremista, consecuente, recalcitrante, etc.) del exilio cubano de Miami. En su caso no es que se haga el duro, sino que lo es: al menos su “dureza” está avalada por casi tres décadas de presidio. Tan “duro” resulta, que califica como “falsos ídolos” a personas que han asumido posiciones anticastristas abiertas como Oswaldo Payá y Jorge Mas Canosa; a cuya organización –La Fundación-, según confesó, celebró y acogió en la misma cárcel.

(Roberto Martín Pérez )

Sin embargo, en esa entrevista Roberto Martín Pérez confiesa que guarda agradecimiento incondicional a Celia Sánchez, a quien consideró varias veces “una Santa para mí” por salvarlo de varias humillaciones y de la propia muerte. Agradeció también a Aleida “Aleidita” March haberlo visitado en prisión, incluso acompañada de Ernesto Che Guevara, quien ya era pareja de la cubana. Esto confirma que Roberto Martín Pérez es un caballero, pues al “enemigo” se le reconoce la virtud aunque sea eso: el enemigo.

Pero el escritor Carlos Victoria veía en este tipo de caballerosidad algo más que una cualidad para simpatizar con un rival justo; hablaba de una regularidad nacional: “Todos los cubanos tenemos nuestro hijoeputa preferido”. El problema aquí estaría en que, si cada uno de los cubanos tenemos una, dos o tres hijeputables simpatías en “el otro bando”, entonces, ¿de qué diferendo hablamos? ¿Acaso de que el hijoeputa mío, por ser mío, es ya menos hijoeputa que el hijoeputa tuyo?

Imaginemos que otro duro –aplica para cualquiera pero los extremos son elocuentes- dice que él es anticastrista, muy anticastrista, a muerte, anticastristísimo, pero pasa a “Ramirito” porque de niños jugaban pelota en Artemisa; o “… óño, Furry, que fue novio de una prima”, etc. ¿No se puede ir cubriendo así a la nomenklatura, a todo el “otro bando”?

En una biografía de Gadamer encontré una duda semejante a esta: Al enterarme de que el más duro de los opositores villareños adjudicaba -con aceptables razones- la condición de Santa a la cómplice y confidente principal del tirano, tuve que preguntarme entonces hasta qué punto la guerra era absoluta y por cuántas partes estaba quebrado el frente.

-FOTO: Celia Sánchez y Fidel Castro: cubanhistoricalsociety/celiasanchez.org

-NOTA: De la interesante entrevista a Roberto Martín Pérez solo me quedan dudas acerca de la reconstrucción de algunos recuerdos históricos, como es la golpiza a Fidel Castro en la oficina de Baudilio Castellanos y, por supuesto, resultó un poco incómoda -creo que hasta para él mismo- la insistencia gerontocoqueta sobre la presidencialidad en la Cuba futura.

-NOTA2: Sobre la relatividad del frente he conocido este dato: Para diciembre hay vendida una cifra record de pasajes Miami-Cuba (solo desde Miami). Algunas agencias de viajes se han dado el lujo (lo critiqué pero me respondieron: “mercado es mercado”), ante la demanda, de casi duplicar los precios… y siguen comprando.