De avispas y topos. Espionaje cubano en Estados Unidos
Trece dracmas para Walter-Gwendolyn Myers y Carlos-Elsa 'Alvares, arpegios sincopados de kalingas nivosas a orillas del " Don Apacible"
Se cumplen 51 años de dictadura comunista en Cuba
I. Perversidades antológicas publicables, de unas kalingas nivosas de hogaño
Where Eagles Cry And Vultures Laugh
Gaze Upon Heaven In Flames
An Eternal Kingdom of Fire
Heaven In Flames
An Ancient Starry Sky
Heaven In Flames
In the Valley Of Death, I Am Their King
To Embrace The Corpses Bleeding…”
(Others ”Judas Iskariot” Songs, Yahoo music)
El PhD. Walter Kendall Myers (aka, “Agent E-202“) junto a su esposa amada, Gwendolyn Steingraber Myers (aka, ”Agent E-123” y “E-634″); daban la impresión en su comunidad y centro de trabajo, de ser una de las tantas parejas calmas retiradas hacia el Sunset Boulevard de su senectud. Nada extraño que cualquiera, sin conocimiento de causas, les hubiese adosado un bien ganado descanso tras una vida supuesta azarosa y cargada de emociones. Sucede que esas postales candorosas tomadas después de las batallas invernales, son bien reconocidas por las tarrayas del FBI. Siempre alertas en sus pescas profundas, más cuando se trataba de lanzar las redes –tan redondas como la desesperanza de los implicados en bellaquerías filibusteras zurdas– dentro de las negras del hábitat idóneo para los liberales y progress antiguos, y los fellow travellers sinistrorso de siempre. Porque allí es donde topan con alguna que otra especie rara, como los monstruos barbudos e incoloros de las profundidades, siempre renovada por la Célula Madre habanera.
(PhD. Walter Kendall Myers (aka, “Agent E-202“) junto a su esposa amada, Gwendolyn Steingraber Myers (aka, ”Agent E-123” y “E-634″))
Estos oficiales del FBI son unos chicos de cultura y modales exquisitos y sucede que por experiencias propias, ellos no dejan de chequear el reverso de cada postal, “por si las moscas”. La postal de los Myers, en específico, indicaba cautelas en el rastreo de su endémico sendero luminoso concomitante en regimen asesino, indigenizado a golpes de corazones arrancados por la chamanada inca, portadora de candores tan sensualoides como mendaces. Es la sempiterna cena caníbal de esos viejos depredadores del honor nacional norteamericano y de los que no lo son, porque no son tierra firme sino islas de horror como guaridas del “El Señor de las Moscas” ¹ de turno, sin escrúpulos de quien sea el felón. Sucede que nuestros EE.UU, asediados, están a punto de retortijones y así barrer con el meñique a los enemigos internos y externos. Es la licencia para despetroncar (cuyo significado único, no chovinista, es una invención cubana por “partirle el cuello”) a todos nuestros enemigos y que nos da el juramento constitucional de la ciudadanía norteamericana.
La imagen mostrada por la couple evocaba difusiones tibias, tales si fueran cosacos idílicos deshojando kalingas nivosas a orillas de “El Don Apacible“². Pero al final, ellos nos golpearon con nocturnidades y frialdades de figuras diluídas, tal si no se trataran nada más que de espejismos mesmerizados.
(Mariano Faget Jr. hijo de Mariano Faget quien fuera uno de los jefes del Buró de Represión de Actividades Comunistas antes de 1959. Según investigaciones recientes, Faget padre también era un comunista infiltrado. Fotos y notas agregadas por el bloguista de Baracutey Cubana)
Saber, advirtió el FBI, que se las veían con unos comunistas cortados con plantillas de la vieja guardia bolchevique, remanentes de la Generación Perdida norteamericana. Ambos, al igual que el ”Marianito” Faget, entrenados al ajillo en las perreras castristas y añejados por decenas de años en toneles de sicómoro, entre el mosto de los revisionistas –todavía entre naftalinas en los closets del Comandante en Jefe–, empecinados en la oborsión picassiana de su paloma hambrona de vuelo popular. Cuestión de que los agentes, se imaginaran tornados en campeones de justas heroicas del medioevo y tan imperecederos como sus amados líderes providenciales. Uno de ellos, quizás el más destacado y repleto de confusiones ahora apocalípticas; es un clon del Gran Morlock que representa la “Voz de Amo” –en el decir de la RCA Victor– hacia el cual sus Elois adamados fluyen presurosos al llamado suicida para abrirse las venas en una bañadera repleta de diamelas. Nos referimos al Dr. Fidel Castro Rúz, dictador vitalicio de la Isla de Cuba.
“Helene 37″ y otros hobbies ignominiosos del espionaje casero
Walter y Gwendolyn con cierta frecuencia y engañándose ellos mismos, solazaban éxtasis brumosos navegando placideces solitarias en busca de la Voz, a los 24 nudos de velocidad que les permitía en su hermoso bote “Helene“ de 37 pies de eslora, recién adquirido. Porque las trece dracmas de plata, al parecer, tintinearon fuerte y cantarinas como cebos, en las palmas de los comisarios. Ella se mostró radiante el día que se internaron por vez primera en el Potomac, hasta Broad Creek, donde quedaron al pairo, celebrando con libaciones por la pieza adquirida.
“Es lo más hermoso que hemos tenido“, dijo ella, olvidándose de todo lo terrenal, humano o animal que les rodeaba sobre el resto de la Tierra a zaherir.
La nave les servía en ocasiones, como instrumento para sus múltiples y consuetudinarias perversidades geriátricas. Hablamos de palabras mayores, como son las de engañar a familiares, comunidad, amigos y lo peor: traicionar a su patria durante todos y cada uno de los 10950 días (30 años) que perduraron en su felonía, sin una gota de arrepentimiento. A ojos y reflexiones de jueces y jurados, tales acciones les postularon como candidatos perfectos para un “paseo” gratis y sin retorno, a la Roca Tarpeya. Es que hoy, no existen suficientes rocas capitolinas activas para mantener los niveles de asepsia mínimos en el planeta que deseamos y vamos a adecentar.
En fin, con sus figuras ya desvanecidas en ocaso vil, pudieron transitar una hermosa vejez como tantos norteamericanos buenos de nuestra clase media, consentida y pujante. Sucede que tal vida decente, rodeados de la estima familiar y amistosa, nunca le fue grata a este par de alucinados. Ellos estaban decididos a dar la nota familiar con tono sincopado, indigno, como un par de ovejas roñosas de sí mismas y no sólo descarriadas, sino ennegrecidas.
Al menos Walter, era un personaje que había trabajado para el gobierno estadounidense como analista de inteligencia y por lo cual gozaba de todas las confianzas investidas a quien se le consideraba un patriota. Esto le sucedía como empleado franco en el Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica. Sólo que la actividad colateral de Walter se integraba en una couple del mal, junto con su esposa Gwendolyn, analista de una entidad bancaria. Ambos se desplazaban a sotto voce bajo una tortuosa doble personalidad. El dúo, hacía reflejos y graznidos de ocas machorras, hundidas en la ejecución de actos considerados entre los de mayor desprecio para cualquier ciudadano de los EE.UU o del mundo en que vivimos.
Ellos se mantuvieron durante años en calidad de espías al servicio de un país enemigo, declarado terrorista por los EE.UU. Era la Cuba regida por su idolatrado Castro, su clan y otros malvados, los cuales operan al más puro y eficiente estilo siciliano. Está claro que ni el quehacer torcido de los comunistas habaneros, ni su infame comportamiento en contra de sus propios ciudadanos inermes; a Walter y Gwendolyn les importó tres bledos, un síndrome intrínseco de los zurdos mentales. Tanto como el envilecimiento permanente de la sociedad civil cubana, desguazada y desbandada hacia diásporas desnudas y ha veces hostiles, a partir de inaugurarse el manicomio imperante hoy en la “Animal Farm” de cosecha roja reciente. Claro, bajo estrictos lineamientos del catecismo orwelliano anticipacionista.
Este binomio norteamericano por equivocación y apátridas por convicción, dedicado exclusivamente a satisfacer el alter ego de Castro, se acondicionó y así fue dispuesto por los Cuban Intelligent Service (CuIS), ajustado a un culto pagano y enfermizo acorde con la personalidad del líder y su imagen autocrática. La operación de ese grupo apolítico tiranizante, integrado por supuestos marxistas; se montó sobre Cuba el 1 de enero de 1959 siguiendo los dictados del dispositivo gansteril bolchevique –incrustado en el Kremlin desde octubre de 1917–, cuyos planes y objetivos se destinaban al enriquecimiento propio, el de los miembros del clan regente y su camarilla represora cómplice.
Cuba democrática, Delenda Est
El régimen instalado en Cuba, tras la destrucción del sistema democrático, se articuló bajo el pretexto de corregir males sociales y de corrupción, atribuidos al período republicano. Para ello, a los castristas les resultó indispensable destruir y arrasar con los altos principios de la república democrática existente entonces –aunque imperfecta como todo lo humano–, desmantelar sus instituciones e imponer una satrapía feroz, colgada de la denominada “dictadura del proletariado” en el tiempo real, cuyo vademécum se nutría de dogmas y principios filosóficos enchumbados en eufemismos teóricos del marxismo-leninismo. La Cuba democrática quedó suspendida para siempre en el ayer, donde permaneció detenida at eternum, hasta la polvareda de hoy tras el derrumbe virtual. Pero a los rojos, todo les resultó un fracaso de estruendos y arruinaron tanto a la isla como al pueblo.
Atendiendo a estas premisas distópicas –ni siquiera las utópicas de los comunistas originarios y en el sentido menos deletéreo a los pueblos–, las cuales siempre fallaron; sino ver el derrumbe de la URSS, muros, GULAGS y sus satélites, incluyendo el descalabro de la timba cubana. En esa isla trasnochada se instauró una entelequia armada con trozos de las peores troqueladoras subversivas totalitarias implantadas durante el siglo XX, especialmente en la Europa de interbellum, donde fascistas y comunistas intercambiaban osculaciones, mientras devoraban a los más inermes.
Se trataba de simples fantasías de gobiernos irrespetuosos de los derechos humanos elementales, tal sucedió en Cuba contra opositores y disidentes. Ver los 75 de la Primavera Negra encarcelados sin delito alguno, por simple venganza a causa de los espías capturados, confesos y sancionados (Florida) pertenecientes a la “Red Avispa“. Todo, de acuerdo al modus operandi de los totalitarismos comunistas y sus variantes tercermundistas con la toma de rehenes. Tales son las de Sendero Luminoso, Khemer Rouge, tupamaros, talibanes, Hamas o los sicarios autóctonos que asolan el África Negra.
Pax Romana, Pax Fidelis
Como pecesitos inquietos –al igual que otros capturados in fraganti tiempos ha como el ex superintendente del INS, Mariano Faget³–, arguyeron que sus actividades estaban dirigidas a defender, en el lenguaje ampuloso de los zurdos, ”el maravilloso modo de vida de los pueblos sometidos a los regímenes socialistas y así protegerlos de las actividades liberadoras de los oposicionistas democráticos“. Pero no se trataba de eso, sino preguntarle a la otra amazona perversa de iniquidades iguales, esa boricua de realidad virtual y ciudadanía alemana aparente, Ana Belén Montes.
Tal antinomia, sumida en ese pretendido mar de confusiones, es por donde navegaban inocentemente e impolutos, este par de sorex sincopados con el meilleur style de rufianes liberaloides ”con los pies puestos firmemente en el aire”, en el decir de Roosevelt . Quienes, sabiendo que al final serían abandonados por “Manila“, desconocedora de los altos principios, pero sin aprender la lección básica de los idiotas útiles detallada en el contrato concertado entre la Célula Madre y los progress como ellos. Este equivalente al ”To kill a mockingbird“, pero impreso con las mismas letras diminutas de los contratos hipotecarios confabulados para estafar a los ancianos. Cuestión de que los seniles después no argullan ignorancia.
(Ana Belén Montes en 1990; era la Analista Principal de Inteligencia del Pentágono para Cuba)
Ellos desconocieron los miles de crímenes cometidos por Castro y sus seguidores, incluyendo los perpetrados en toda la pradera guevarista latinoamericana por las narcoguerrillas; durante los últimos 5 decenios; mientras los opresores ”detentaban el poder absoluto de la isla, el mismo que los corrompió absolutamente“, en el buen decir de Lord J. Dalberg-Acton. Sobre Cuba se cernió la Pax Romana o Pax Fidelis, las de los camposantos.
Tampoco las intervenciones de los agentes de inteligencia y las tropas mercenarias cubanas, anexionistas, sueltas como “les chiens de guerre“, sobre los conflictos alimentados por los comunistas en países del Tercer Mundo, so pretexto de una independencia inmerecida. Sólo ver, mediando el Eje Apocalypto (ALBA), la introducción de los grupos narcoguerrilleros en Centro y Sudamérica, hoy todavía activos, (y que tanto dolor han causado a EE.UU, Colombia, Perú, México, Venezuela y otros), y de los cuales la inteligencia cínica de los esposos Walter y Gwendolyn, tampoco se dio por enterada. En junio 4, un cálido día veraniego del 2009; Walter y Gwendolyn perdieron para siempre su joya mas preciada (no los hijos, nietos u otros parientes), sino el hermoso “Helene 37“ de 24 nudos. Porque, el resto de los tesoros hollados bajo sus pies, el aire puro de la floresta capitolina o los corazones afectuosos palpitantes en derredor y el maravilloso país donde vivieron y disfrutaron sus mejores años; a los Myers; como acontece con todos los buenos comunistas, les importaban tres carajos. Sucedió cuando escucharon toques extraño en sus puertas: eran los oficiales del FBI que se les encimaron, les bajaron el telón y cargaron con ambas kalingas nivosas y sus matules estereotipados.
II. Petición al vate de la “Divina Commedia“: Un círculo judesco para las kalingas nivosas de antaño
“In a many dark hour
I’ve been thinkin’ about this
That Jesus Christ
Was betrayed by a kiss
But I can’t think for you
You’ll have to decide
Whether Judas Iscariot
Had God on his side“.
From Bob Dylan song ”With God on Our Side“
La mendacidad de la pareja sajona, coincide con otro par de serigrafías a la laca, ahora malahierbas del patio miamense y de igual pedegrû malévolo, pero esta vez oriundas de Cuba. Una especie de epítome repetitivo detectado en otro dúo de académicos atrapados por tarrayas similares del FBI floridense. Estos pescaditos, cálidos veraneantes en este mundo cruel; fueron sorprendidos in fraganti mientras nadaban al estilo libre –inexplicablemente– por entre las siempre acogedoras aulas de la Florida International University (FIU) y la sede de los Servicios de Inteligencia de Cuba (CuIS). Resultaba también curioso, según versiones, que dichas prácticas de natación se ejecutara sin que nadie (ni siquiera los mentores, admisores y jefes; que en opiniones varias, nadie les cree en los campuses universitarios de los cuatro puntos cardinales miamenses) advirtiera o fuera informados de la labor de espionaje escandaloso desarrollada “por la libre” por estos personajes.
(PhD. Carlos M. Álvarez Sánchez (aka, “David”) y su tierna esposa la Lic. Elsa R. Prieto Álvarez (aka, “Deborah”)
La cuestión resultó, en que tales actividades ilícitas fueron ejecutadas en favor del mismo régimen totalitario comunista apoltronado en Cuba, al cual los EE.UU tienen sindicado en la lista de países terroristas y al cual esta couple sirvió también religiosamente, durante decenas años. Un verdadero succès de fiesta para quienes se derriten por los thrillers al estilo de Graham Greene o John Le Carré. Ellos, ya deambulaban orondos por los mundos oscuros y sórdidos del espionaje, antes de conocerse e intercambiar votos de fidelidad eterna. Falsos, hasta que les envolvió el desastre.
“Esto apunta a que nunca se acabará. Pero vamos por buen camino“, reflexionó él en lo más ignoto de su interior, desalentado, en esa tarde otoñal y miró tierno a la esposa fiel, orgulloso de sus mutuas travesuras. Algo le recordó sus juventinas en la universidad de Gainesville (1974), cuando se unió a los estridentes contra la Guerra de Vietnam y también a inicios de sus contactos con el espionaje, al cual amó de manera entrañable.
“No estoy arrepentida, porque al final acabaremos con ellos“, meditó ella, arrogante.
Y rememoró, aun soltera, la primera noche deleitosa en el cabaret “Tropicana” –invitada gratis por el gobierno castrista junto con otros “tontos útiles”–, donde brincó con los exotismo del punk rock de la banda “Buzzcock“, que ella bailaba orgullosa (decía) de menear cinturas con ritmos de la rumba cubana. Inicios de la gran aventura revolucionaria para ganarse sus ansiados 15 minutos de fama, en la trampa inicial de las ”cazabobos”. Un sitio tan exclusivo que ni los propios cubanos podían entrar y también, tan distinto a las que ella estimaba ”insipideces y vulgaridades country” de Gainesville.
Paisajes de la saga a ver en:
http://www.latinamericanstudies.org/alvarez-espionage.htm.
Fue cuando en 1979 la ensartaron por medio de José Ignacio Márquez –un semental, machazo halterófilo–; y además apuesto oficial de la CuIS entrenado para esas “Noches de Cabiria” siempre repetitivas con las loquitas americanas (y de otras latitudes y oficios) y mejor, si eran solteronas. Y se lo echaron encima, como escorts o call boys profesionales destinados a otras (u otros visitantes, empresarios, artistas o diplomáticos de paso de la Ceca a la Meca), de las mariposas nocturnas arribadas desde cualquier punto del planeta; exitadas, curiosas y ansiosas de un buen cuento que llevar a las amigas acerca de las fabulosas sensualidades tropicales. Unas experiencias inolvidables y despampanantes, daba igual si era bailando una columbia solitaria o una rumba o yambaó tipo capetillo en parejas; en el mismísimo barrio de “Los Sitios” y lo mejor del tour sicalíptico: aventuras con habitación, comida y bebidas pagadas por los anfitriones comunistas, en nombre del “generoso pueblo cubano”. Nada igual a las fiestas perpetuas en la Cuba socialista.
El agente Márquez, fue un tipo que por breve se convirtió en el affaire dorado de ella (tal aparece en las confesiones del atestado judicial). Y así, tras el rendez-vous galant sobrevino el chantaje programado, pues en especial con todos los norteamericanos (agentes futuros o no) el protocolo indica que deben ser fotografiados y videograbados en y durante todas sus actividades en el país (aplicando las técnicas del momento) especialmente durante los contactos íntimos (coitus reservatus). Tales paisajes de la saga, son válidos de igual modo que con otros extranjeros o funcionarios que puedan hacer sombra al Líder Máximo, todos de interés para los CuIS.
Es la rutina de cualquiera de los Servicios de Inteligencia, para saber lo más íntimo o impublicable de las debilidades de sus candidatos en ciernes, hombres y mujeres. Observar que todos los lugares (no existe la posibilidad de otros) donde se llevan a cabo los rendez-vous están controlados por los CuIS. Después, cuando en 1981 ella topó con Carlos, un docente divorciado con dos hijos pequeños, en los predios del Instituto de Estudios Cubanos, de inmediato hicieron química, hasta que se casaron. Se desconoce si el encuentro fue casual o programado por los CuIS.
Arrobadores ”gatitos de María Ramos”, unos testigos de excepción, fracasados
Nos referimos a este otro dúo –ominoso como los Myers y doblemente desagradecidos perfectos– cuyas acciones les encasillaron como arquetipos de “gatitos de María Ramos”, el PhD. Carlos M. Álvarez Sánchez (aka, “David”) y su tierna esposa la Lic. Elsa R. Prieto Álvarez (aka, “Deborah”). Ambos fueron condenados a prisión según el memorándum del Juez Federal, K. Michael Moore, por ser espías confesos de actividades subversivas anti norteamericanas en favor del régimen de los Castro (entre otros cargos), enemigo declarado de los EE.UU. Sin embargo, es lamentable que en el memorándum condenatorio, no se explicaran las razones por las que estas personas no fueron multadas ni obligadas a devolver salarios, viáticos y otros rubros, cuyos tiempos de espionaje (infidencias y entrenamiento) corrían a cargo de fondos de contribuyentes y otras entidades particulares. En desfavor de ellos, existen versiones, según fuentes.
Una curiosa vinculación de estos espías con “Manila“ (La Habana), aflora con sus respectivos noms de guerre. ”David” era uno de los sobrenombres validados entre Fidel Castro Rúz y Frank País García jefe del “Movimiento 26 de Julio” (M26J), cuyo brazo terrorista eran los grupos de “Acción y Sabotaje” del clandestinaje castrista; en el extremo oriental de la isla (además utilizados por “héroes represivos” fabricados por el CuIS en las óperas jaboneras de la TV y cine (ICAIC) castristas); este último; un líder sano de amplia simpatía y desde luego una sombra política incómoda para el primero. País, un líder cristiano, resultó muerto a finales de noviembre de 1956 en un enfrentamiento sospechoso con la policía del presidente Fulgencio Batista. Un evento que coincidió con el naufragio a inicios de diciembre de 1956 de Fidel Castro y un grupo de aventureros garibaldinos en el yate “Granma” y naufragados en la ciénaga ”Las Coloradas” en la provincia de Oriente. Mientras que el seudónimo de ”Déborah” era uno de los alias de Vilma Espín Guillois, la finada esposa de Raúl Castro Rúz, a la cual sectores de revolucionarios combatientes contra el gobierno de Fulgencio Batista, enlazan con rumores de una delación a la policía, que culminó curiosamente con la muerte del mencionado líder, Frank País.
Para Carlos, eran sus segundas nupcias al unirse a Elsa. Las cuales disfrutaron a todo vapor en sus provechosas visitas, casi anuales, a Cuba y otros países para contactos y entrenamientos. Al parecer, apuntan crónicas, la Fundación Ford auspició y pagó parte de los tours, aunque cuyos gastos como empleados de la FIU eran suplidos, según informó el más alto nivel de esa institución, no con el bolsillo de los contribuyentes norteamericanos. El trasiego de estos cuerpecitos docentes angelicales, entre ambas orillas, se efectuaba bajo el archi manido por buena parte de los acuclillados en las salas yogas de las universidades norteamericanas; de igual prosapia ideológica y por supuesto estudiosos del pulguero castrista, utilizando el pretexto de los denominados “intercambios académicos de diálogos educacionales y culturales”.
Elsa, la esposa de Carlos, estuvo fichada como elemento pro castrista. Repasar la lista denunciada de agentes y colaboracionistas (unos 92) emitida en enero de 1980, por el controvertido Rev. Manuel A. Espinosa (ver en http://www.latinoamericanstudies.org.) y por ende, el Rev. Espinosa la vinculaba a grupos que obedecían directa o indirectamente a dictados del CuIS. Sucede que al menos con el arresto de los Álvarez, todo apunta de que Espinosa estaba en lo cierto. Por ello y sus filiaciones pro izquierdistas, ella compareció ante un Gran Jurado para dar explicaciones sin que sucediera nada. Uno de los grupos considerado como “afectos” al régimen habanero y así declarado por sus dirigentes, al menos por parte de los estudiosos del Asunto Cubano, es la denominada “Brigada Antonio Macéo”. Estas actividades raras de Elsa, que a su vez eran manifiestas y de conocimiento público (no sotto voce, porque en todos los decanatos universitarios; como regla; se conoce “desde el dos hasta la vela” de cada docente ); iban codo a codo con las contorsiones arabescas de otras “damas” cultas (no necesariamente todas cubanas) integradas a las cumbanchas zurdas convocadas con cierta regularidad a los saraos habaneros. Estas otras personas, al parecer, estan asentadas de igual modo en nuestras universidades, barras profesionales, medias, empresas, entidades gubernamentales y otros.
La pirámide de Tres Monos Sabios, una estafa monumental
Estos tête-â-tête académicos han demostrado ser una estafa monumental, al parecer, aprobada y santificada por juntas de gobernadores y rectores de cada universidad norteamericana involucrada en estos intercambios. Ello se ponía en marcha a instancias de los departamentos y secciones correspondientes, después que estos últimos acordaran inteligencias con sus homólogos en la isla. Como oficiales académicos jerárquicos, estaban bien al tanto de las nefastas experiencias similares de penetración desarrolladas durante la Guerra Fría, articuladas y montadas por la entonces URSS y sus satélites. Respondía a cuando el bloque comunista era pródigo en invitaciones de este tipo (claro, insípidas, sin la rumbita tropical sabrosa, brindada por Manila). Sólo que en estos casos, por magias del biribirloque esotérico del mundillo izquierdista pululante en nuestros centros universitarios; estos líderes docentes –protectores designados de nuestras universidades– de tan brillante prosapia comunitaria y educacional, han dado la impresión de ser asiduos virtuales al santuario de Toshogu en Nikko, Japón.
Allí, entre plantas de lotos esotéricos, como todas las flores de un día, se rinde culto a los Tres Monos Sabios o Místicos; representados por “Kikasaru, el Sordo”, “Misaru el Ciego” e “Iwasaru el Mudo”, que la leyenda califica como mensajeros de los dioses. Cada uno de los cuales posee dos virtudes y un defecto, a fin de pescar y delatar las malas acciones de los humanos por medio de un conjuro mágico. Unos cuantos de los cuales estaban adheridos a los tres defectos: al parecer, somáticos en ciertos jerarcas de nuestras universidades, tan alejados de sus obligaciones en calidad de líderes democráticos, como tan cercanos a las páginas sociales. Es una especie de dengue peripatético que genera sordera, ceguera y mudez concordantes en ciertos intelectuales del tipo Aedes; apoltronados in sæcula sæculorum en los hemiciclos de cada Alma Mater, insensibles a que sus centros educacionales están bajo ataques directos del espionaje enemigo.
Ilustra que ninguno de los interesados y obligados a preservar el prestigio de nuestras instituciones, comenzando por los encargados de filtrar la fuerza laboral hasta el último de los niveles de dirección , seguridad, requisitos del historial y antecedentes académicos, filosóficos, penales, morales, etc. de los aplicantes; no parecieron haberse molestado nunca sobre estos particulares, ni tampoco aquellos otros del segundo balcony quienes debían pedirles cuentas a estos primeros “rompeolas”, al parecer ni antes, durante ni después de las condenas. Es detestable que no exista por el Ministerio de Educación de los EE.UU, un protocolo exquisito único que norme detecte y drene las penetraciones enemigas en nuestros centros docentes, a todos los niveles.
Claro que después de cada desastre, todo se transforma en los ”yonofuiymeenteroahora“, “yonoestabaltanto“ y “quienlohubierasabido“, clásicos, que en el buen decir del refranero cubano es “échale tierra y dale pisón“; todo hasta el próximo intercambio académico entre Cuba y EE.UU que concluirá el día en que aparezcan nuevamente las badges, pistols y handcuffs de los inexorables del FBI, y se producen los arrestos correspondientes.
Es curiosa la habilidad de inmersión de toda la gente anodina que circunvalaba a los espías psicológicos, en algún misterioso Río Jordán, para salir ilesos de tales pecados y entretuertos.
De manera inexplicable, las señales apuntan y quizás es de presumir que; bajo presiones de una o varias altas voluntades de la pirámide educacional; estatal o peor nacional; el “caso de los Álvarez, de la FIU” –tras la condena en firme de ambos espías– reapareció como empantanado en el lodazal del olvido, carente de oxígeno y sin que se dilucidarán otras interrogantes abiertas sobre los comics representados por estos aparentes ”Llaneros Solitarios” (The lone rangers).
Curiosidades de un copycat resuelto en las pistas de un canódromo
Siguiendo por iguales vericuetos, por ejemplo, asombra el silencio acerca de si existieron vínculos con los niveles superiores o empresariales que les posibilitaron y aprobaron los “intercambios”, la existencia de otros implicados o reclutamiento de los mismos niveles docentes en otras universidades en o fuera de la Florida; detalles del movimiento de los bienes, acciones de la bolsa, cuentas de banco, etc.; o lo mejor de todo: si alguien ordenó parar la investigación y por qué. Tal vez, y quiera Dios, algún investigador y también algún día, nos refresque a los contribuyentes, estas nebulosas.
Observando lo sucedido con Carlos y Elsa Álvares, no queda menos que coincidir en un sugestivo copycat , tal si siguiera el patrón de liebres de canódromos inalcanzables por los judiciales, con el caso de Walter y Gwendolyn Myers; también capturados por el FBI y llevados ante los tribunales, igualmente bajo los cargos de espiar durante 3 décadas para el gobierno cubano actual y que en ocasiones se dice, cobrando estipendios, aunque todos lo han negado y que todo hecho fue por un desmedido amor por las artes del espionaje, contra sus patrias.
Los Myers, alardearon de haberse reunido personalmente en La Habana (1995) con el Dr. Castro, quien les colmó de diplomas y medallas por sus actividades relevantes de traición a los EE.UU. Como todos estos sociópatas, en realidad simple ególatras que se las dan de pícaros; argumentaron motivos ideológicos y humanitarios falaces, como los motores que les impulsaron en su prolongada actividad de ensañamiento felón contra los EE.UU.
Ambos dúos, convertidos en una mezcla de chantaje y muto propio, emularon con la archi traidora Ana Belén Montes (una solterona, sobre la que rumora –sin confirmar– que también fue “traqueteada” en Cuba, aunque a la inversa), el musulmán Padilla, Los macheteros, la finada terrorista Lolita Lebrón y su pandilla de asesinos, entre otros en remojo. Se incluyen artistas, políticos, legisladores y jurisconsultos contemporáneos exudados por igual, los cuales se han declarado activistas del odio contra los EE.UU, los mismos que les proveen sus canastas familiares ingratas y nuestro fabuloso sistema democrático, al cual ansían desmantelar.
Es comprender que estos agentes conspiraban incesantemente para destruir nuestras familias, nación, futuro de nuestros hijos, estándar de vida, educación, herencia cultural, valores religiosos, morales y éticos; y otras bondades que distinguen a nuestra sociedad libre, independiente, soberana y democrática, contrarias todas al servilismo que ellos profesan a su adorado “Gran Hermano” comunista. Es la transfiguración de la primavera limpia al horror invernal comunista de los gulags, cuando decidieron alevosos –en el caso de los cubanos, como inmigrantes venidos a EE.UU sin que nadie los llamara ni necesitara– apoyar una satrapía despretigiada desde su inicios. Carlos, según el dossier del FBI traicionó a su patria (por naturalización), consuetudinariamente durante 30 largos años; mientras que Elsa resultó un poco más modocita, ya que su espiadera la ejecutó cabalgando impunemente a través de dos décadas. Conmueve la largura y ensañamiento de tales entes vengativos, injustos e ingratos; quienes con cuyas dagas al desnudo desenvainadas de entre la chatarra comunista deshumanizada y amoral, nos rayaron las espaldas.
En ocasión justa, dijo el juez Walton
Estados Unidos no es una nación perfecta. Pero no es el demonio que usted podría creer. Usted contó con privilegios que otros no tuvieron, pero usted derrochó esos privilegios a expensas de su propio gobierno. Si usted creía en la revolución (cubana), usted debió haberse ido del país (a Cuba) –le dijo a Walter Myers y a su esposa Gwendolyn, el juez del Distrito Federal Reggie B. Walton, cuyo bisabuelo curiosamente había sido esclavo, ["ver, el Nuevo Herald, sábado 17 de julio, 2010, "Duras sentencias a agentes que espiaron para Cuba"]. Exactamente esas eran las palabras sabias que les encajaban a los Álvarez. Walter, el personaje aludido, enarboló algunos ditirambos e intríngulis de la sarta de versículos raros extraídos del diccionario felón, del Manual de Marxismo-Leninismo, los que declamó durante diez minutos en la Corte, utilizando la habitual jerigonza comunista de retrete. Resaltan paradojas históricas de sus ancestros respectivos, cuando Walter es también un biznieto y descendiente directo nada más ni nada menos que del destacado inventor del teléfono, Alexander Graham Bell, un patriota íntegro sin lugar a dudas.
Entre otras de las cosas bochornosas a anotar en el dossier familiar de los Myers –si observamos de soslayo y sin aspirar profundo–, es el hecho de que este conspicuo personaje en momentos en que el gobierno de Bush estaba en baja, tras la pérdida sufrida en las elecciones legislativas del 2006 (“midterm elections“, criticó a Bush de manera inmisericorde. No en balde, Denis MacShaue, un alto funcionario y ministro del gobierno laborista de la época, calificó a Myers de “rata inmunda que abandona el barco”. Ya desde 2006, Walter Myers se quejaba públicamente de lo que él (siguiendo quizás instrucciones de La Habana) denominaba “relación especial”; referido a la exitosa colaboración EE.UU y el Reino Unido (entre el presidente George W. Bush y el primer ministro Tony Blair), en los asuntos de la Guerra contra el Terrorismo.
Cadenas de condenas
Walter y Gwendolyn Myers, fueron condenados respectivamente a cadena perpetua para él (sin derecho a parolee) y 5 años de prisión para ella; más la devolución al gobierno y los contribuyentes de los EE.UU, de $1,735,o54 millones de dólares, por salarios y viáticos indebidamente ganados durante sus labores de espionaje. Carlos y Elsa Álvarez, fueron condenados respectivamente a 5 años de prisión con 3 años de probatoria para él y 3 años de prisión para ella con 1 año de probatoria.
Nada en el pliego de la condena indica las intenciones de los Servicios de Inmigración de EE.UU con respecto a los dos cubanos. Los cargos criminales imputados a los Álvarez, de ser hallados culpables (tal lo fueron), implicaban una pena máxima de 10 años de prisión, más el pago de una multa $250,000, cada uno de ellos. Tampoco, nada en la condena indica el pago de la multa obligatoria, ni la devolución de los dineros mal habidos en beneficio de sus labores de espionaje. Las autoridades de la Florida les suspendieron sus respectivas licencias profesionales para ejercer or su falta de ética, al utilizar las mismas para realizar actos de felonía.
Cantata Misericordium, Op. 69 en do mayor, que nadie desea escuchar
Es impredecible definir cuáles cantatas les serán entonadas a los hijos, nietos, bisnietos y al resto de las familias heridas para siempre; con la desgracia de estar vinculadas a esta mancha deshonorable. Será alucinante para los descendientes (inocentes) de las actividades de estos ambiciosos de poder, ver sus apellidos de Myers y Álvarez; ligados al traidor eterno de nuestra impresionante historia, el tal Gral. Benedict Arnold V. Porque estas kalingas nivosas de antaño y hogaño, no dudaron en enlodar y comprometer el futuro de sus seres allegados con tanta basura bolchevique (obviamos lo de “queridos”, por lo imposible de suponer en estas personas, un destello de amor al prójimo) sin sentir una gota de arrepentimiento.
¿Quién se atreverá a justificar las traiciones de esta gente contra los Estados Unidos de Norteamérica? Por lo pronto, de quienes sienten compasión y misericordia por los descendientes actuales y futuros de éstos señalados: ajústense los cinturones, porque la felonía desejemplarizante de éstos nuevos Arnold (ambas parejas), no consistió en un simple gesto, toma de posición o criterio, por una vez, como la de Arnold. Porque se trata de toda una saga desarrollada por décadas y que nunca caducará. Jamás, esperen disculpas de un comunista.
Valga una post data resortijona para ombligos cartujanos
Alguien ha apuntado no perder tiempo en preocupaciones por el futuro de esas familias dejadas atrás. Éste opinante argumentó que según crónicas de los reseñadores de los juicios, existe la obligación de una post data: los allegados de ambas familias (incluyendo sus mascotas), se personaron en Cortes para dar soporte “moral y espiritual” a estas personas acusadas de alta traición y no, “por robarle la lollipop a un toodler“ . Es que hay diferencias notables entre un ombligo cartujano y dos tropicales y otros dos sajones, expuestos ante un juez de urgencias. O tal si se tratara de una simple contravención, de tráfico. Quizás cualquiera pudiera suponer que tal modo de actuar de familiares y amigos, indicaría –por supuesto que ello debe ser deshechado como una realidad monstruosa– que en casa, ciertos estaban al tanto de las actividades delictivas de estas pareja y que al parecer, según crónicas de la época los hay que andan en pasos hacia la galería iconográfica de los notables familiares, ya convertidos en héroes ancestrales. Luego, no seria de extrañar que en algunos otros surja la interrogante, de si todo el cocido era también conocido por igual en los centros de trabajo. ¿Entonces … ?
Epílogo sin ton ni son para un pase de vareta “a la una mi mula”
Se sucederán los inviernos y miriadas de snowbirds azotarán las playas de Florida y las islas, con un pase de vareta de ”a la una mi mula”. Los prisioneros, mirarán todo desde el hueco alto de las celdas, no percibirán aromas de flores muertas y ni tan siquiera canoridades de pájaros infernales. Para ellos, que laboraron para asesinar a mansalva a todos los sinsontes de la libertad, democracia y patriotismo, se abatirán las tremendas soledades del Palacio donde Lucifer, el de las tres cabezas, campea en el círculo destinado por el Dante a los traidores. Sus jugos interiores, se les secarán como las uvas que el lobo arrogante quiso ver verdes, aunque estaban secas.
Pero el mayor “pase de vareta” entre los Álvarez, por citar un hecho sobrecogedor dentro de un matrimonio; sobrevino cuando Elsa, aterrada por las dentelladas del Cancervero que le devoraba por dentro, supo con estupor que su amado Carlos; el de los tantos años disfrutados entre las mentiras y triquiñuelas sabrosas del espionaje; en un gesto viril tipificado en los comunistas; la había “echa’o p’alante“ (echada para adelante) con el FBI, como si ella fuera el “carrito del’ela’o” (carrito del helado)4.
De reflexiones y preguntas que ninguno escuchará, ni le prestará atención
Pudieran quedar pendientes reflexiones y preguntas admonitorias a estas cuatro personas, destrozadas y azotadas por el vendaval de sus culpas terribles. Todo, a causa de los simpáticos hermanos Castro, los cuales les han dejado en la estacada y quienes con sus demagogias engañaron y empobrecieron un país y envilecieron a su población, otrora florecientes; a pesar de sus errores y deficiencias. Todas, perfectamente solucionables por la vía democrática en lugar de sumergirlos en un totalitarismo depravado. Sin embargo, los Castro siguen haciendo de las suyas y disfrutando de la misma dolce vita que se auto impusieron y extendieron a sus parientes y cómplices, desde el primer día que se encaramaron en el poder. Trágico que estas cuatro personas, los comunistas les arruinaron absolutamente la vida actual y el resto de la que les queda por vivir e incluyendo a las almas de su entorno íntimo, al dejarlas abandonadas en medio de la selva. Seria preguntarles a estas personas: ¿aparte de arruinarse ellos mismos y que “en el pecado original conllevan el castigo”, les valió la pena arrastrarse por ese pantano y quedar enterrados y olvidados allí, para siempre?
Una de las divisas más hermosas del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos de América, entre las otras instituciones armadas, por ejemplo: es que aún en medio de las situaciones más terribles, nunca dejan abandonados a sus hombres ni sus cuerpos abatidos, en territorio ni manos enemigas. Esto es parte del “esprit de corps” de los soldados norteamericanos en misiones de guerra. ¿Álguien puede imaginarse en los comunistas tal forma de actuar con devoción, honor y espiritualidad? No, por una razón histórica y social bien antigua: porque tal forma de asumir actitudes dignas ante el peligro; debe estar antecedida de un código de honor y de los altos principios morales, éticos, cívicos y espirituales propios de la civilización judeo-cristiana, de los cuales los comunistas ni siquiera han oído hablar. Pero a pesar de todo, es de sentir una gran lástima por los hijos inocentes.
Estos son los casos lamentables de los esposos Myers y Álvarez, a quienes les vendría bien que les esculpieran a cada uno sobre sus lápidas mortuorias los versos –quizás redentores de sus pecados–, de una teutona dolida y golpeada a causa del holocausto judío y que estas personas intentaban armar contra los EE.UU, de la Premio Nobel de Literatura (1966) la judía Nelly (née ”Leonie”) Sachs.
“In den Wohnungen des Todes” (En las moradas de la muerte)
“¿Quién vació la arena de vuestros zapatos
Cuando debíais levantaros de la muerte?”
Nelly Sachs (Berlín, 1946)
Addendum
(¹) Ver “El Señor de las Moscas”, 1990 film de Harry Hook
(2) Ver ”El Don Apacible” (1928-1940), una novela de Mijaíl Aleksándrovich Shólojov (Premio Nobel, 1965); la cual está considerada -igual que su autor- como una de las mejores muestras de la literaria rusa del siglo XX, aunque vista desde el punto de vista de los stalinistas. Se trata de la lucha de resistencia de los cosacos contra la imposición del régimen comunista en Rusia. Shólojov, sin embargo, ha sido despreciado mundialmente al empañar su talento literario por su apoyo incondicional a los regímenes comunistas. A diferencia del respetado escritor Aleksandr Isayevich Solzhenisynt (Premio Nobel, 1970), un apasionado defensor de la democracia, en especial, para el pueblo ruso. Ver “Archipiélago GULAG”
(3)Ver detalles en: http://www.latinamericanstudies.org/faget.htm
(4) Metáfora por “denunciado o delatado”, que el argot cubano denota el concepto de “chivatazo”. (“Alante”, es un vulgarismo por “delante”)
© Lionel Lejardi. Julio, 2010
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INVESTIGADOR HISTÓRICO. DR. ANTONIO ¨TONY¨ DE LA COVA
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TTE CORONEL(R) CHRIS SIMMONS
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