miércoles, diciembre 15, 2010

DESDE CUBA: Prisioneros del límite. despliegue militar para abortar a los posibles asistentes a la celebración de los Derechos Humanos

Tomado de http://www.cubanet.org/



Prisioneros del límite

Por Miguel Iturria Savón
Diciembre 14, 2010


LA HABANA, Cuban, diciembre, www.cubanet.org -Decía Albert Einstein que Dios no juega a los dados, pero el gobierno de Cuba juega a ser Dios y monta el tablero de la intolerancia en cualquier esquina contra quienes no entienden que las iniciativas parten de Palacio y no de los ciudadanos, considerados por el Estado Patrón como menores de edad, incapaces de disfrutar de los Derechos Humanos, más apropiados para Europa y Norteamérica que para esta ínsula del Caribe.

El viernes 10 de diciembre el tablero de juego fue ubicado en los alrededores del Parque Villalón, del Vedado, donde el doctor Darsi Ferrer convocó a desfilar –en silencio y sin pancartas- para evocar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada en 1948 en New York por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

En nuestra isla el documento apenas es conocido, fue obviado por la tiranía de Batista, de 1952 a 1958, y desde 1959 por la Comandancia de los Castro, aferrados hasta ahora a ordenanzas militares que contradicen los artículos de dicha Declaración, con la cual se identifican los opositores pacíficos del régimen, nucleados en torno a pequeños partidos políticos que promueven cambios hacia la democracia.

(Parque Villalón)

El forcejeo entre demócratas y militares es un hecho ordinario, pero a veces toca el absurdo y revela lo insólito. El viernes apreciamos el juego de cientos de gatos contra decenas de ratones. El comando principal fue ubicado en el Palacete que ocupa el portal digital La Jiribilla, al costado de la antigua casona del Generalísimo Máximo Gómez, quizás para asustar al fantasma del guerrero independentista y, de paso, a los funcionarios de la Oficina Regional de la UNESCO, a los músicos del Teatro Amadeo Roldán y a los transeúntes de la zona, donde las detenciones estuvieron a la carta.

Hubo guardianes con uniformes y agentes de la policía política en las esquinas adyacentes, desde Línea hasta el Malecón y entre la calle A y el Parque de Calzada y K, lugar de espera de quienes realizan trámites migratorios en la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, asediada por militares cada día del año.

Aunque la mayoría de los caminantes desconocen los postulados de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, muchos se percatan de la arrogancia y desfachatez de los jóvenes agentes, que simulan escuchar música con la mano derecha al lado de la pistola, mientras observan a posibles sospechosos y cumplen las órdenes que reciben.

El pasado viernes al amanecer fui testigo del despliegue militar para abortar a los posibles asistentes a la celebración del Parque Villalón. La cita era a las 11 a.m. pero a las 7 ya estaban en sus puestos los chicos de las SS. Bajé primero por Malecón y D hasta Calzada, en compañía de un amigo que llevaba sus niños a la escuela situada frente al Instituto Superior del MINREX. Retornamos a las diez evitando a los cazadores y sus patrullas.

Completaron el acoso y las detenciones del viernes las advertencias de la madrugada, pues ya es costumbre tocar a la puerta de los opositores mientras la familia duerme. Escoltarse en la sombra de la noche y en el anonimato de los agentes es una de las tácticas de la tropa del Brujo que tira los dados de la intransigencia y desprecia las libertades y derechos de los ciudadanos.