BARACUTEY CUBANO

Yo sí tengo el uno


marzo 8, 2011 – 10:56 am

Tte. Coronel Reynaldo Sánchez

He leído en estos días en la prensa acerca de la posibilidad de que el mayor y el peor de los Castros deje el cargo de Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC); el único cargo, la única autoridad nominal que le queda dentro del aparato directivo cubano. Sin embargo varios de esos escritos reconocen que Castro seguirá dedicándose a cuestiones económicas y de liderazgo, todo esto según revelan fuentes cercanas al PCC.

Bueno, no hay que darle mucha credibilidad a todo lo que sale de Cuba, y mucho menos a lo que escriben aliados del sistema imperante en nuestra Isla radicados en los Estados Unidos. El hecho de que Fidel Castro deje el cargo de Primer Secretario del PCC poco relevante; lo que cuenta es que seguirá dirigiendo y entrometiéndose en todo lo relacionado con la política interna y externa de la revolución que él mismo creó y que él mismo instaló para la humillación y desmoralización de todos los cubanos.

No creo en lo absoluto que las riendas del país sean entregadas por Fidel Castro a nadie, ni siquiera a su hermano Raúl; es muy posible que realmente renuncie al cargo de Primer Secretario pero lo que no va con su ego ni con su personalidad es la entrega total del poder. Fidel Castro seguirá en su liderazgo mientras pueda o hasta que, como hemos dicho antes, su deterioro mental se agudice tanto que sea imposible presentar sus escritos y opiniones sin correr el riesgo de hacer un ridículo mayúsculo ante la opinión pública.

Muchas veces oí decir a sus partidarios adulones que “esta revolución es de Fidel”, “el invencible comandante en jefe”, y entre adulonería y adulonería iba creciendo más y más el ego de Castro. El pueblo de Cuba no necesita de Fidel Castro; es más, él se ha convertido desde hace mucho tiempo en un freno a los sueños y ansias de libertad de ese pueblo; pero Raúl Castro sí necesita de su hermano para gobernar, desde adolescente necesitó y estuvo al lado de su hermano mayor. Creo firmemente que en las reuniones particulares entre Fidel y Raúl Castro, el viejo seguirá diciendo esta frase de una canción popular: “Yo sí tengo el uno”… Pero solo y solo por ahora.