BARACUTEY CUBANO

Nota del Bloguista

Recuerdo, cuando ambos éramos estudiantes universitarios, como M. A., un cuñado de Pablito, nos contaba como su hermana tenía, hasta hacía muy pocos años, que ir a Camaguey a llevarle las jabas a Pablito cuando estaba en la UMAP.

En el año 1966, cuando este bloguista estaba en la primera experiencia de La Escuela al Campo, llevaron a mi Preuniversitario a la localidad de Manga Larga en Camagüey a diferentes campamentos de esa localidad donde los mosquitos eran una insufrible plaga, la cual se unía a la otra plaga: el hambre, por la escasa comida que se nos daba y que gracias a unos pudines que se vendían en una casa del caserio podiamos mitigarla en algo. Recuerdo que una mañana fuimos a guataquear el campo y cuando dimos el primer guatacazo se nos encimó una nube de mosquitos que estaban posados en las yerbas que tuvimos que huir y meternos dentro de los mosquiteros; otro día un caballo amaneció muerto porque se había quedado fuera del lugar donde lo guardaban. Un profesor de Inglés ( que era un repatriado) dejó, o le dejaron, el mosquitero sin cerrarlo y salió en paños menores por la cantidad de mosquitos con los que se encontró adentro al irse a dormir. Recuerdo que los mosquitos picaban por debajo del bastidor de saco de yute y teníamos que poner la colcha o frazada debajo y acostarnos arriba de ella para que los pinchazos de los mosquitos no nos alcanzaran. En una ocasión que fui en algo parecido a un tren, pero mucho menos largo ya que tenía sólo dos o tres vagones, al antiguo central Violeta ( creo que se llamó después Bolivia) nos atacó a medio camino una nube espesa de mosquitos sólo comparable a la que había visto en mi niñez en un viejo ¨muñe¨o ¨cartoon¨norteamericano. Bajo esas terribles condiciones se trabajaba en la UMAP, lloviera, tronara o relampagueara.

Después de unos torrenciales aguaceros nos evacuaron por tren ( parecía que el tren era un barco que navegaba por el agua) hacia un campamento que había sido de la UMAP que precisamente parecía un campo de reconcentración nazi o de los gulags soviéticos. Sólo sentirnos dentro de esas altísimas alambradas nos hacía sentir mal pese a que no teníamos un régimen severo como los internos de la UMAP.

Por Paquito D'Rivera
El Nuevo Herald. Agosto 13, 2011


La UMAP en la Cuba de los sesentas fue, ni mas ni menos que un combinado de auténticos campos de concentración al estilo Nazi. Lo único que faltaron fueron los hornos crematorios, la nieve y las temperaturas bajo cero. Las "Unidades Militares de Ayuda a la Producción" se crearon no precisamente para producir, sino mas bien para reprimir a ciertos sectores de la juventud que no eran elegibles para servir en las filas de las fuerzas armadas, y directamente contra elementos religiosos, desafectos al castrismo o de tendencias abiertamente homosexuales. "El trabajo los hará hombres", rezaban amenazantes los enormes cartelones colocados a la entrada de los campamentos rodeados de alambres de púas; como si tanta crueldad los fuera a hacer dudar de la sagrada existencia de Mahoma o Jehová, ni renunciaran otros a sus heterodoxas fantasías eróticas mas íntimas y privadas. Miles de jóvenes valiosos fueron forzados a servir en aquel satánico proyecto, y entre ellos uno de los personajes más brillantes y contradictorios de toda la historia musical de mi país: el trovador bayamés Pablo Milanes.

Pablito, como le llamábamos todos afectuosamente, cantó durante un tiempo con “Los Bucaneros”, gran cuarteto vocal dirigido por el pianista Robertico Marín, y que estaban en la onda jazzística de Los HI-LOS. También trabajó Pablo con un cuarteto de jóvenes negros que pertenecía a una iglesia de Adventistas del Séptimo Día, llamado "Cuarteto del Rey" (cuyo nombre evidentemente no aludía al Rey Pelé ni a Tito Puente el Rey del timbal, sino a Cristo Rey). También participó como uno de los miembros mas jóvenes del movimiento del "Filin", en algunos night clubs de la ciudad. La mismísima palabra que identificaba este género musical venía del inglés "feeling" (sentimiento), y tenía muchos elementos, sobretodo harmónicos, del Jazz. Era música nacida de las románticas noches habaneras de los 50tas y 60tas, y que acabó cuando los comunistas mataron en 1970 aquella Negra Bonita con Ojos de Estrellas de que hablaba Portillo de la Luz en su bolero inmortal.

(Pablo Milanés)

Desde la penumbra y como flotando en el humo del tabaco negro que envenenaba el aire frio y viciado del saloncito, el piano de Kemal Kairus acompañaba sutilmente a Pablito, tejiendo a su alrededor una delicada red de acordes "filineros". Vestido con un ajustado traje de corte Continental , bien a la moda, y sus lentes parecidos a los de Paul Desmond, surgía de entre las sombras del club "Karachi" la figura de aquel mulatico flaco que entonaba con voz fina y bien timbrada: "¡Soy tan feliz,...nada me preocupa el mundo!..." Desde entonces mucha agua ha pasado bajo el puente, pero me parece recordar que fue quizás aquella la ultima vez que vi en libertad al carismático artista que años mas tarde eternizara en una hermosa canción a la bella Yolanda. Poco después lo enviaron junto a miles de jóvenes, a servir por 3 años en los campos de "ayuda a la producción" de la tenebrosa UMAP en la remota provincia de Camagüey. ¿Por contrarrevolucionario, religioso, mariquita?... Quien sabe. Eso habría que preguntárselo a el. A mi me da lo mismo, pues aunque no participaba de todos sus ritos, siempre mantuve las mejores relaciones con miembros de todas aquellas tribus. Pero a modo de comentario, decían los chismosos (de lo que quedaba) del ambiente de la noche, que reponiéndose después de un intento de suicidio en los campos de concentración, Pablo compuso Mis 22 años, aquella canción que en la portentosa voz de Elena Burke, se convirtió como en un velado himno de esperanza para los que lograban salir con vida y salud mental de aquel infierno:


Inexplicablemente, Pablo Milanés terminó ofreciendo su enorme talento a sus propios verdugos, convirtiéndose en el cantor oficial del sistema que poco antes le aplicara todo el peso de su poder represivo, y poniéndose al servicio de un dictador cuya devoción por el arte no pasó jamás de las modelos de Tropicana. Pero como canta otra de sus creaciones: “El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos”, y alguien me contó que Pablo había declarado que no confiaba en ningún dirigente cubano mayor de 75 años. Que gracioso… debiste decir mas bien: “No confío en ningún dirigente cubano” y punto. La edad es irrelevante, Pablito. La única diferencia entre el Che Ghevara y Fidel o Raúl Castro es que el primero supo (y lo ayudaron a) morirse a tiempo. Tampoco hay ninguna diferencia sustancial entre Armando Hart y Abel Prieto, Robaina y Ramiro, o entre las purgas de Estalin, los asesinatos de Menhistu Haile Marian y el patético "socialismo del siglo XXI” de Hugo Chavez. El resultado es el mismo siempre y tu ya debías saber esto muy bien. En fin, mi querido Pablo, que como diría mi abuela Panchita: o te peinas o te haces papelillos, que esa eterna indecisión tuya, ya a tus años no te va. ¿Es que no hace ya demasiado calor en ese closet?

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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS

Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Paquito D'Rivera sobre el cantautor cubano Pablo M...":

Paquito, tu saliste del closet antes o despues de salir de Cuba?
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Excelente todo lo dicho sobre Pablito, pero los seres humanos somos difíciles de entender y quien sabe bajo que presiones y miedo Pablito acepto pactar con el enemigo.
Los jóvenes cubanos que han esatdo en la UMAP o en Villa Marista están todos trastornados y si los que no hemos estado en estos terribles sitios de tortura,tenemos un miedo y una sensación de persecución muy arraigados, que podemos esperar de los que lo han experimentado.

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Pablito bajo ninguna presion ni miedo acepto pactar con el enemigo,lo que si le aseguraron que podian darle una casa en la Habana un auto,viajes,Radio y Television, eso si....tenia que cantarle a la revolucion. Recuerdo que en dos dias se le olvido lo que habia pasado en la UMAD y acepto la propuesta de A. Santamaria y camarilla.
Sobre Paquito nunca estuvo en ningun closet, siempre todos alla sabiamos como pensa,por eso siempre tenia en las giras a un policia de la Orquesta que lo vigilaba.
Me parese que usted nunca estuvo en Cuba ni aqui....Warestein