sábado, marzo 10, 2012

Félix Luis Viera: Sesenta años de dictadura en Cuba

Nota del Bloguista

La inmensa mayoría del pueblo cubano lo que deseaba realmente era que la situación de terrorismo revolucionario y de terrorismo batistiano acabara; no le importaba tanto quien ganara. El pecado de Batista fue el de permitir esos asesinatos y torturas; el de los Castro es el de alentar esas acciones y hasta materializarlas personalmente. Por cierto, los asesinados por los esbirros batistianos no tenían los ojos sacados, ni las uñas; algunos de ellos sí golpeaban por los testículos; los torturadores batistianos daban, piñazos, con manoplas o sin manoplas, daban patadas, ¨bicho de buey¨ y quemaban brazos y otros lugares del cuerpo con cigarros y tabacos.; de esto hay testimonio fotográficos; no así en las fotos de los revolucionarios que aparecían asesinados o muertos; tampoco ninguno de los revolucionarios pudieron en enero de 1959 enseñar uñas u ojos sacados; sí quemaduras, huellas de latigazos, piñazos, etc.

En http://baracuteycubano.blogspot.com leemos:

Los llamados torturadores, los testaferros de la Dictadura, los esbirros, todo género de calificativos que sembró la prensa en la mente de los cubanos, especialmente la obra de Manolo Ortega, el locutor comunista de CMQ, que ocupo “valientemente” cuando no había nadie dentro, el 2 de Enero de 1959, el BRAC y tomo de allí piezas de un pequeño museo de los tiempos coloniales y los llevo a Bohemia junto a una caja de unas plásticas y desato una campana focalizada sobre un señor llamado Roberto Freyre, quien había era cuñado de Esteban Ventura Novo, pero nunca había sido Policía, ni colaborar del régimen, fue suficiente para sembrar para siempre la imagen anclada en los cubanos de que el régimen de Batista torturaba sistemáticamente sacando, ojos y testículo. El tal Roberto Freyre fue capturado y después de la campana se le dio libertad y permiso para salir legalmente del país, sin la intervención de abogado, pues era imposible demostrar que este ciudadano había trabajado en las Estaciones Policíacas. (Tomado del libro Memorias de Esteban Ventura Novo, Capt XLIII pagina 245).

En las elecciones parciales antes de las próximas elecciones generales de 1952 Fulgencio Batista había sido el Senador ( por Santa Clara) que más votos había obtenido pese a no poder hacer su campaña electoral por haber estado en su ¨autoexilio¨en Daytona Beach.

Los votantes auténticos (PRC) y los ortodoxos sumados eran ampliamente más numerosos que los votantes a favor de Batista en 1952, pero la exageración de los defectos, errores y corrupción que hacían los ortodoxos de los auténticos durante la gestión presidencial de Carlos Prío Socarrás, perteneciente al PRC ( auténtico), y de su predecesor, también auténtico, Ramón Grau San Martín era tanta, que la mayoría del pueblo cubano deseaba que asumiera el poder en el país, una mano fuerte que trajera paz y orden, pese a que realmente los dos últimos años de la presidencia de Prío habían mejorando considerablemente respecto a su gestión presidencial. Todo esto dentro de la acusación ortodoxa de que los auténticos harían fraude electoral para mantener el control de la Presidencia del país.

Batista no tuvo que organizar ninguna conspiración para dar el golpe y durante mucho tiempo antes, era del criterio que sería contraproducente dar un golpe de estado ( el tercero en el que él participaría) . Un Batista que había perdido gran parte de su fortuna por el divorcio con Elisa Godínez y por los gastos de un Exilio nada austero, era mientras tanto amenzado por el líder ortodoxo Luis Orlando Rodríguez de que de triunfar los ortodoxos en las elecciones generales se le incautarían sus propiedades en Cuba. Si a eso le sumamos que se descubría una supuesta conspiración ( al frente de la cual estaba Eufemio Fernández; un ex jefe de la Policía Nacional durante uno de los gobiernos auténticos, que en abril de 1961 sería fusilado por los Castro) para bombardear con morteros su residencia familiar de Kuquine y su partido era obstaculizado de llevar a cabo con normalidad su campaña electoral, sólo había que darle un ¨empujoncito¨para que diera un golpe ¨manu militari¨ como ex general y líder en un tiempo de las fuerzas armadas o ¨golpe de Estado¨como Senador que era de la República. Ese ¨empujoncito¨ llegó en manos de sus aduladores y personas que querían aproximarse de manera oportunista al poder para gozar de sus prebendas. Le presentaron tres conspiraciones ya organizadas y sólo tuvo que ponerse al frente de ella. El golpe del 10 de marzo de 1952 tuvo 3 víctimas mortales; dos de un bando contendiente y otro del otro bando.

El pueblo en su gran mayoría, y en particular el movimiento obrero, aprobó el golpe, ya que Batista en la década de los años 30s había traido la paz y el orden al país con un mínimo de víctimas en su lucha contra del terrorismo revolucionario y en 1940 había ganado limpiamente la Presidencia, ejerciendo entre 1940 y 1944 su presidencia de tal manera, que el Castrismo apenas en su historia oficial habla de ese período. Batista había dado muestra en 1944 de ser una persona que podía dejar democráticamente el Poder, al perder las elecciones su coalición por divisiones y separaciones que hubo y porque el nuevo candidato a la Presidencia ( la Constitución de 1940 prohibía la posibilidad de ser elegido por dos períodos consecutivos) no tenía el carisma de Batista.

En el artículo Cuba: El golpe de estado del 10 de marzo de 1952, Pedro Simeón escribe:

¨ La Universidad se convirtió en tribuna y centro de fermento insurreccional. Las asociaciones de banqueros, colonos, hacendados y otras entidades económicas o sociales ofrecieron respaldo al gobierno de facto. Los dirigentes políticos, unos se hicieron cómplices del asalto, algunos esperaron semanas para comprometerse, y muchos otros hicieron el papel de leales oposicionistas, prestándose a farsas electorales. Los partidos políticos no tuvieron ni la menor capacidad para erguirse con dignidad. Algunos activistas se pusieron bajo la protección de personeros del gobierno de facto y por suerte para su personal destino, estuvieron a punto de ingresar en un Consejo Consultivo creado por nombramiento. La presión de amigos lo impidió, lo que les permitió participar en la lucha insurreccional que se avecinaba de forma protagónica.
El partido comunista envió una comisión al campamento militar de Columbia para entrevistarse con el Gral. Batista, integrada entre otros por Blas Roca, Salvador García Agüero y Lázaro Peña al objeto de ofrecer la colaboración del Partido al gobierno golpista. La gestión fue de inmediato neutralizada por el Embajador Norteamericano que le comunicó al general que todo acuerdo tendría por consecuencia el no reconocimiento de su gobierno por Estados Unidos. No obstante el nuevo régimen, estableció un concordato de tolerancia. Los sindicatos en su gran mayoría se plegaron en pocas horas al nuevo gobierno. La Iglesia en la voz del Cardenal Arteaga felicito a Batista por el exitoso asalto.
Los grandes partidos auténticos y ortodoxos se fraccionaron dedicando sus energías mayores a la lucha por el liderazgo, más que al enfrentamiento a la dictadura que surgía. ¨

Después del golpe del 10 de marzo de 1952 se llevaron a cabo elecciones en 1954. Batista y algunos de sus cercanos colaboradores querían convocar a elecciones lo antes posible para mostrar sus intenciones democráticas; otros de sus cercanos colaboradores le aconsejaban a Batista que esperara a que la Oposición política le pidiera convocar a elecciones. Batista se inclinó por la primera variante y convocó a elecciones para noviembre de 195A; la oposición al ver que se acercaban las elecciones y no tenían posibilidad de ganar se fue al retraimiento; Ramón Grau San Martín fue el último al irse al retraimiento, al irse dos días antes de las elecciones donde no tenía ninguna posibilidad de ganar. Manuel Márquez-Sterling que es el historiador de la fuente (2) que veremos en el siguiente fragmento extraido de Wikipedia, está muy lejos de haber sido, o ser, un simpatizante de Batista, al ser el hijo de Carlos Márquez Sterling el oponente más fuerte que tenía el candidato oficialista Andrés Rivero Agüero en las elecciones del 3 de noviembre de 1958 y haber sido un crítico y opositor político a Batista .

Los resultados de esas elecciones de 1954 fueron:

Tomado de http://es.wikipedia.org

Elecciones presidenciales de Cuba de 1954

Las elecciones presidenciales de Cuba de 1954 se llevaron a cabo el 1 de noviembre de ese año (1). Fulgencio Batista fue elegido presidente de la República para el período 1955-1959.

A lo largo de 1954 hubo algunos intentos de sabotaje al proceso electoral, incluyendo un complot organizado por el ex presidente Carlos Prío Socarrás y su ex Secretario de Educación. Durante la campaña electoral, Ramón Grau mostraba una importante intención de votos, pero no la suficiente para triunfar (2).

Los abstencionistas, que en general apoyaban a Prio, los Ortodoxos y los Comunistas boicoteaban los actos de Grau, irrumpiendo en los mismos con consignas revolucionarias. Los actos de Batista, por el contrario, se desarrollaban sin disturbios (2).

El ex presidente Grau, sospechando que Batista cometería fraude, renunció a su candidatura dos días antes de los comicios. Batista fue entonces elegido presidente sin oposición. La participación se redujo a un 52,6% frente al 79,5% de las elecciones de 1948 (3).

(1)Aquel 30 de septiembre de 1954 Juventud Rebelde, 29 de noviembre de 2009.
(2) Cuba 1952-1959: The True Story of Castro's Rise to Power . Manuel Márquez-Sterling. Páginas 56-57. ISBN 978-0-615-31856-1
(3) Cuba: order and revolution. Jorge I. Domínguez. Página 124. ISBN 0-674-17925-0
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En el libro ¡25448, No! Roberto Martín Pérez, de Rafael Cerrato Salas
se lee

"Batista anunció elecciones para noviembre de 1954. Se presentaron a estos comicios Batista y Grau San Martín, quien se retiró en el último momento consciente de su derrota, alegando sus partidarios habían sido aterrorizados. Batista fue elegido presidente con el 45, 1 % de los votos. Grau recibió sólo el 6, 8 %. A partir de este momento quedaba restablecida la constitución de 1940."

Tengo la opinión que fue un gran error de Batista postularse en esas elecciones celebradas el 1 de noviembre de 1954.

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Tomado de http://www.ellugareno.com



Sesenta años de dictadura

Por Félix Luis Viera


Se cumplen este 10 de marzo de 2012. Yo tenía siete años de edad cuando allá, en el barrio —marginal—de mi infancia mi mamá me dio la orden de salir a la acera y gritar “¡Viva Batista!”. Así lo hice, sin saber por qué. “Hay que estar al día”, me explicó mi mamá luego. Recuerdo que un tiempo después leí en la revista Bohemia algunos reportajes que llamaban a Fulgencio Batista y sus acólitos “marzistas”; qué cábala.

A Batista, buena parte de lo que siete años después sería un pueblo trabajador, entusiasta, revolucionario y miliciano, le decía, con cariño, el Indio y lo preveía con el lema “Ese es el hombre”. Por aquellos años ya había llegado la televisión al barrio—Emelina, la dueña del único aparato que había cobraba dos centavos por tanda. Vi a Batista por televisión entonces y luego. Muchas veces. El otrora sargento taquígrafo, bien recuerdo, gustaba vestirse con traje de dril 100. Dicen los que saben que aquel dictador Fulgencio Batista y Zaldívar mantuvo la economía cubana enhiesta, pero le dio mucho poder a los militares y cometió otras venalidades.

Todavía no he encontrado quien me aclare, al ciento por ciento, si la condición de asesinos de Batista y su clan hubiera aflorado si el otro, el “marxista”, no lo hubiera emplazado mediante el asalto al Cuartel y Moncada y lo que siguió.

(Gen. Fulgencio Batista, smiling with upraised hands, is surrounded by Cuban soldiers at Camp Colombia, the Cuban army base, during the revolution, March 11, 1952. Batista is the new leader of Cuba. (AP Photo/Harold Valentine) (Nota del blog: El pie de foto de AP lo copio textual como fue publicado en ese momento por la agencia de noticias))

Fulgencio Batista y sus súbditos asesinaron a muchas personas, hombres sobre todo, que simpatizaban o militaban en el Movimiento 26 de Julio, de Fidel Castro. Y torturaban: sacaban uñas, aplastaban testículos, apagaban cigarros en la piel de los prisioneros, etc. Allá en el barrio perdimos a buenos amigos, de los “grandes”, como el boxeador Bayoya o el zapatero Dinamo o Ángel Mantecadito, víctimas de la tiranía batistiana.

Así las cosas en toda Cuba, la inmensísima mayoría de los cubanos anhelaba que el Movimiento 26 de Julio y el Ejército Rebelde, ambos de Fidel Castro, así como las demás guerrillas revolucionarias que luego se pondrían bajo el mando de este, triunfaran. Y así fue: la victoria se declaró el 1 de enero de 1959.

No pocos analistas plantean que si Fulgencio Batista hubiese sido más listo no le hubiera hecho el juego a Castro, reprimiendo, Batista, cada vez más y más, sumando así cada vez más a la población en favor de la revolución prometida por el de Birán.

Aquel primero de enero de 1959 yo tenía 13 años y volví a gritar, solo cambiando el nombre “¡Viva Fidel Castro!”. Esta vez mi mamá no tuvo que ordenármelo.

El comandante Castro había prometido, desde que estaba alzado en la Sierra Maestra, democracia, elecciones libres, distancia del comunismo y otras bondades que luego no cumpliría.

A los dos años aproximadamente de haber tomado el poder, al fin Castro dijo: “Elecciones para qué”, declaración que llevó a Ganzúa, marido reconocido de la Chelo, matrona del bayú quizás más grande de Santa Clara, a exclamar allí en una cuatroesquinas: “Muchachos... esto se jodió”. Y se fue de Cuba al poco tiempo Ganzúa, con lo que queda demostrado que los hombres visionarios no son precisamente aquellos que cursan la universidad o están reconocidos como intelectuales.

Desde el 10 de marzo de 1952 hasta hoy, han pasado 60 años. Desde entonces, descontando las eleccioncitas que armó el batistato en 1958, que finalmente no constan, ningún cubano de entonces y de después ha votado, en Cuba, en elecciones presidenciales.

Yo voté por primera vez en mi vida precisamente a los 60 años de edad. Aquí en México. Ninguno de los tres candidatos presidenciales era gran cosa. Pero me di el gusto de escoger entre tres, y tachar a dos. Qué placer.

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Agregado por el bloguista de Baracutey Cubano

Rally electoral a favor de Fulgencio Batista en las elecciones de 1954


En una foto se lee:
Acto político celebrado en la explanada de la Punta, La Habana, durante la campaña electoral de 1954. En los comicios efectuados en noviembre fue electo Presidente de la República, por el término de cuatro años, el general Fulgencio Batista y Zaldivar. En la tribuna se destaca el aspirante presidencial por por los partidos Acción Progresista, Liberal, Demócrata y Unión Radical, cuyos emblemas también visibles conjuntamente con el el lema: ¨Este Hombre es la Paz¨)
En la otra foto se lee:

(Ángulo de la multitud que expresaba su adhesión al candidato con letreros como el que dice ¨Lo que importa a Cuba es Batista¨al fondo el Palacio Presidencial.)


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Acto de Desagravio a Fulgencio Batista el 7 de abril de 1957 por el Asalto al Placio Presidencial


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¿ Qué se hicieron muchos de los numerosos simpatizantes de Fulgencio Batista hasta el 31 de diciembre de 1958 ?

Veamos un ejemplo: el de la periodista y escritora Marta Rojas, la primera periodista al entrar al Cuartel Moncada después del asalto el 26 de julio de 1953 y autora de libros sobre el Asalto al Cuartel Moncada y la prisión de los ¨ moncadistas¨ que ya en 1959 era una furibunda Fidelista.


Marta Rojas ya en 1959 era una furibunda Fidelista, después de haber sido una furibunda batistiana. En Bohemia, cuando Batista, se le temía por batistiana





El original de la carta de Marta Rojas fue encontrada por Marta Jiménez, la esposa de Fructuoso Rodríguez, cuando se procesaba a ¨Marquitos¨ por ser el presunto delator de los asaltantes al Palacio Presidencial que fueron asesinados en Humbolt 7; Marta Rojas había tratado de encontrarla sin tener éxito después del triunfo de enero de 1959. En la foto de abajo se ve a marta Jiménez durante el sepelio de Fructuoso Rodríguez. Por cierto, Fructuoso Rodríguez en una ocasión fue a Pinar del Río orientándole a personas del Directorio de esa provincia de cómo debían dinamizar la lucha. Fructuoso les dijo de que cuando se dieran manifestaciones estudiantiles contra Batista situaran un francotirador que le dispara a la Policía cuando la Policía y la manifestación estuvieran cerca y frente a frente, que eso era lo que ellos hacían en la Universidad de La Habana; que la Policía al ver a uno de los suyos caer le dispararían a la manifestación y que eso es lo que quedaría captado por la prensa y por aquellos que estaban presentes.



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Tomado de http://zoevaldes.net

Imágenes históricas del 10 de marzo en Cuba, vistas por la televisión francesa.

“… en menos de una hora y sin derramar una gota de sangre…” Así el comentarista elogió a Batista por haber liberado al país de los gánsteres políticos.