jueves, abril 05, 2012

Manuel Cuesta Morúa desde Cuba sobre la esponsabilidad del Cardenal Jaime Ortega en la actual represión de los Castro: La Primavera Ortegueana

Nota del Bloguista

Excelente y crudo artículo de ¨Calule¨. Sólo una observación: algunas de las cosas que ha hecho el Cardenal Jaime Lucas Ortega Alaminos han tenido la aprobación de altos jerarcas del Vaticano; que algunas de ellas hayan sido iniciativas suyas, o de la tiranía, y las haya llevado a cabo con mucha satisfacción, eso es otra cosa. El propio Vaticano en diferentes asuntos no es algo monolítico como públicamente aparenta ser.
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Tomado de http://www.cubaencuentro.com


La Primavera Ortegueana



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La Iglesia católica cubana es responsable espiritual, aunque no culpable, de la nerviosa persecución de disidentes desatada por el Gobierno en cada rincón posible de la Isla
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Por Manuel Cuesta Morúa
La Habana
03/04/2012


Llamo Primavera Ortegueana no al presumible despertar religioso que resultaría de la visita a Cuba de Benedicto XVI, sino al escenario y ambiente represivos que la hizo definitivamente posible. Lo de Ortegueana viene del nombre del único Cardenal de Cuba: la cabeza visible de un proceso ignominioso que ha entrado ya en la historia de la Iglesia en Cuba. Lo de Primavera, ya sabemos, por la represión de 2003 que llevó a prisión a 75 conciudadanos demócratas.

Como los molinos de los dioses muelen lentamente, nunca sabremos cuál será el impacto positivo de la visita Papal. Para la sociedad, no para la Iglesia desde luego. La Iglesia afianza su espacio luego de cumplir su tarea de intento de legitimación del único régimen en el mundo moderno que hace, al mismo tiempo, dos cosas supuestamente contradictorias: participar en una misa católica y desatar una cacería cívica por todo el país contra ciudadanos pacíficos, algunos de ellos devotos por confesión.

La imagen que me viene a la mente es la de varias películas que tratan el tema del nazismo y describen aquellos momentos sublimes en la que los diseñadores del crematorio escuchan música clásica, al mismo tiempo que sus ejecutores confeccionan peines con los huesos de las víctimas judías del Holocausto.

La diferencia entre el crematorio nazi y la represión en Cuba es bíblica. De modo que no comparo la dimensión sino la naturaleza mental de los perpetradores. Pero si Beethoven o Bach no fueron responsables de aquellas matanzas ejecutadas contra la humanidad, la Iglesia católica cubana sí es responsable de la nerviosa persecución de disidentes desatada por el Gobierno en cada rincón posible de la Isla. Muchos lugares del país entrarán al mapa virtual de Google Earth no como zona turística sino como zona de represión santificada.

(Cardenal Jaime Ortega y Alaminos)

Responsable espiritual, no culpable. La culpa de reprimir la tiene exactamente quien reprime: el que tiene toda la voluntad de desviar a cualquier precio y costo el curso de la historia, y piensa que encarcelando o deteniendo a cientos de demócratas consigue conjurar la libertad. Ese es el Gobierno cubano, que no acaba de darse cuenta que ciertas libertades le seguirán dando un mal bounce para colarse de lleno en los jardines de la sociedad. Y anotar.

Pero seguir adelante con el aterrizaje en Cuba del Vaticano en pleno sin arriesgar una crítica minimalista a la violencia desatada contra la comunidad democrática a lo largo y ancho de la Isla proporciona un halo místico a la represión, que muestra una conexión católica con el castrismo más profunda que las meras coincidencias de fines entre el cristianismo, la doctrina social de la Iglesia, de la que el catolicismo en Cuba no hace mucha gala, y una retórica socialista bastante sedicente.

En una dimensión clave, estamos ante un pacto criollo de tipo corporativo intentando reciclarse cruzadamente: la Iglesia en una salida social, y el castrismo en una de tipo espiritual luego de su vacío ideológico y de valores. La salida económica de este pacto la aporta, desde un reciclaje de otro tipo, el Cuba Study Group.

Sobran los cubanos en este pacto. Y los demócratas los primeros. No extraña por eso que en medio de los cánticos religiosos, muchos de nosotros nos encontráramos o bajo detención domiciliaria, o en las celdas de cualquier estación policial, o frente a ellas penando por nuestros amigos o familiares, o mal heridos en un hospital o policlínica del país. Y, aunque parezca extraño también, golpeado por un integrante de la Cruz Roja o vilipendiado por un devoto de la fe católica. La violencia a las puertas de esa fe.

Después de todo no valió la pena, ni para la iglesia más universal de occidente. Unas misas sin entusiasmo, llenas de jóvenes que taponaron sus oídos con reggaetón y de funcionarios del Estado, no colmaron las expectativas de unos y otros a pesar de los grandes esfuerzos de imagen, de organización y de propaganda.

La fe seguirá borrada. Independientemente de que tanto jerarcas de la fe como sociólogos gusten de la estadística y afirmen que aumentan los católicos porque aumentan los bautizos. Superficialidad institucional que se niega a reconocer la Cuba civil, plural y descreída: esa Cuba que avanza, sincréticamente, frente a la hipocresía doctrinal.

¿Qué le pasó a la Iglesia católica? Lo mismo que al Partido Comunista. Este se imagina que la sociedad no existe porque solo concibe el vacío fuera del Estado. Esa percepción errada lleva a pensar la sociedad, que sí existe, como un regimiento disciplinado controlable por los canales habituales. En este discurso antisocial, la espontaneidad es indisciplina y la protesta provocación. Y la represión el recurso. De la fe y del partido. No hay que asombrarse de que ninguno de los dos parezca aceptar esta doble realidad: la sociedad cubana se autoconstituye en todos los niveles posibles, por un lado, mientras que por otro solo mal funcionan las instituciones encargadas de la coacción: la policía y la Contraloría General de la República. Aquellas otras dedicadas a la creación de consensos y bienestar languidecen sin ruido y preocupación general. Porque simplemente la Cuba institucional no coincide con la Cuba societal.

En este sentido, y afortunadamente para ellas, el mensaje de Benedicto XVI en Cuba salva a la iglesia universal primero, para reconstruirle el camino a la iglesia local después. Diría que el Papa vino a la Isla con un propósito y tuvo que torcerlo en el trayecto para socorrer a una fe que ya estaba en llamas frente a la sociedad, que lo es en tanto es civil.

La jugada fue hábil. Señalar al comunismo como el origen del pecado limita los esfuerzos teóricos de la Iglesia del patio por avalar su actualización. Y si bien no desautoriza al Cardenal Ortega por la conversión de la policía local en Guardia Suiza momentánea, si le recuerda que hay otras partes legítimas de la historia. Confirmación de que si entre ellos se dan codazos, contra ellos se protegen. La Iglesia en Cuba rescatada del Estado con una vetusta maniobra que le devuelve su mensaje bíblico de libertad sin darle al Estado toda la legitimidad que pedía y necesitaba.

El Vaticano demuestra que sigue siendo políticamente interesante, la Iglesia católica cubana que tiene mucho que aprender del mismo Vaticano y el Estado cubano que no se puede apurar la fe para satisfacer apuros políticos.

Al final, Benedicto XVI coincidió más con quienes no se les permitió llegar a misa, aunque muchos no pretendiéramos ir, que con los que le organizaron su presencia en Cuba. Ese es el consuelo, en términos religiosos, para quienes sufrimos la Primavera Ortegueana tras un desastre político que no sirvió a la estrategia de nadie. Benedicto XVI debe estar bastante arrepentido. Después del protocolo de despedida.

© cubaencuentro.com
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Comentario tomado de Generación Y

Tato Cyberpol
Marzo 29th, 2012 en 14:19
Lajera (1936):
Decía Martí “El dolor es el resultado de la inconformidad de la naturaleza sentidora - alma - con la existencia real. -O la inconformidad del deseo con el logro“.
Soy católico y desde hace días vengo diciendo - palabras más, palabras menos - NO SOY ORTEGUISTA, Y MIENTRAS NO SE ME DEMUESTRE LO CONTRARIO, TAMPOCO SOY BENEDICTINO. Tal vez por aquello de que “el primer corte es el más profundo”. La primera impresión que me dió Benedicto XVI cuando fue seleccionado Papa fue “este NO es Juan Pablo II”.
Cuando hizo su comentario sobre el marxismo me hizo reconsiderar mis puntos de vista iniciales.
Cuando las primeras palabras a su llegada pensé que había para más. La misa en Santiago de Cuba fuedemasiado ecuménica para mi gusto y si bien consideré que era la festividad del 400 aniversario de laaparición de la imagen de la Virgen, no pasé por alto que Juan Pablo II aún así hubiera sido mucho más“incendiario”. Ya me di cuenta de que no tenía sentido esperar “milagros”. La misa de ayer fue bastante“reconciliatoria” por decir algo, lo cual me dejó con dudas porque NO estamos aún en esa etapa. Faltamuchísimo - en el mejor de los casos - y la agresión al valiente que gritó ¡¡¡ABAJO ELCOMUNISMO!!! es la mejor prueba. Eso me hizo considerar: ¿Por qué las homilías de Juan PabloII y las de Benedicto XVI fueron tan diferentes?. La respuesta que me dí a mí mismo es la siguiente:
las homilías han sido solicitadas por la Iglesia de Cuba. En 1998 cuando JP II, estaba casi “recién
salido del horno” el documento “El amor todo lo espera”, redactado por el COCC (Consejo de ObisposCatólicos de Cuba), Ortega y Alamino a la cabeza, además de Meurice, José Siro González Bacallao,etc, quienes fueron enemigos abiertamente declarados del régimen. El resultado se vió. Las homilíasdijeron punto por punto todo lo que debía de desaparecer - y también aparecer - en Cuba. La gente gritó ¡¡¡LIBERTAD!!! en la misa de la Plaza José Martí (yo estuve allí), en la misma jeta del asesino en jefe, incluso te puedo decir más, a la hora del abrazo cristiano NADIE quiso abrazar al biranosaurio.
Fueron los seminaristas los que, haciendo un acto de contricción, se acercaron a él.
Al terminar la visita de SS JP II, y al haberse visto en franca desventaja con la realidad, decidieron “despapizar la Habana” (frase de Esteban Lazo), y comenzaron a apretar tuercas, especialmente a Ortega y Alamino, que al parecer tiene BASTANTE cola que le pisen aunque todo se puede resumir en que es simplemente un COBARDE. Por otra parte se plantearon - precisamente porque vieron que podrían perder - que para mantener buenas relaciones con la Iglesia, ésta tendría que hacer ciertas concesiones, entre ellas “suavizar” el lenguaje áspero, o desaparecerlo por completo. También casualmente los obispos más contestatarios - Meurice y José Siro - pasaron a retiro. Entró en acción Jorge Enrique Serpa (quien había estado una bola de años en Bélgica y sabía poco o nada de la realidad cubana) a sustituir a José Siro, y desmanteló una a una TODAS las obras del anterior Obispo: Vitral, el Centro de Formación Cívico-Religiosa, la Hermandad de ayuda al preso y sus familiares y un largo etcétera. A Dagoberto (director de Vitral y el CFCR), quien era miembro de la Pontificia Comisión de la Paz, lo sacaron anticipadamente de dicha comisión por solicitud expresa del régimen cubano, y transmitida con prisa y sin pausas por Ortega y Alamino…..
La Iglesia tiene tres misiones: Litúrgica (la Misa), Caritativa (ayuda a los necesitados, Cáritas, por ejemplo) y Profética (que es la que estaba llevando a cabo el CFCR y Vitral), que consiste en ANUNCIAR UN MUNDO MEJOR, DENUNCIANDO EL DESASTRE - entre otras cosas - DEL ACTUAL, Y LOS MEDIOS PARA LLEVARLO A CABO. Ortega y Alamino, en aras de cumplir con la primera y la segunda misiones (que al parecer son las únicas que le podrían permitir) ha optado por prescindir de la tercera, además de que es un COBARDE. ¿Significa eso que el Papa apoya al régimen de Cuba?, como ya dije ayer EN LO ABSOLUTO. ¿Puede el régimen de Cuba salir beneficiado por la visita?, depende del punto de vista desde el que se analice, la imagen del ESBIRRO abofeteando al valiente y enmascarado en el logo de la Cuz Roja ya todo el mundo la vió. Pero de todasmaneras nunca me hice grandes ilusiones con esta visita Papal. Justamente como no me hice grandes ilusiones - y así fue que comencé este comentario - es que no me siento dolido en este momento, aunque me hubiera alegrado al menos un guiño de ojo a Berta Soler, o Payá o Dagoberto. Si hay un culpable es Ortega y Alamino, ese es mi veredicto, y espero haber sido coherente.
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5 Comments:

At 4:33 p. m., Blogger Humberto Herrera Carlés said...

¿ Que es esponsabilidad?

 
At 5:39 p. m., Blogger Mike L Palomino said...

don manuel;
Usted está un poco atrasado en su concepto del holocausto judío que utiliza en su artículo.
Debe saber que desde el descubrimiento del ADN, que brinda la posibilidad de analizar cualquier resto humano y clasificarlo por raza, han desaparecido las pantallas de lámparas hechas de piel humana judía y los artefactos de hueso judío como el que usted menciona.

 
At 5:42 p. m., Blogger Mike L Palomino said...

don manuel;
Ya el cuento de la piel y los huesos judíos utilizados para artefactos en el holocausto está un poco atrasado.
Desde el descubrimiento del ADN sería muy fácil analizarlos y determinar origen y raza de las muestras.

 
At 11:28 p. m., Blogger PPAC said...

La palabra esponsabilidad, es la palabra responsabilidad sin la r, la cual fue omitida por error. El post tiene ya una URL y de rectificar ese error podría traer problemas en el buscador de Google para encontrar ese post. Es evidente cuando cualquiera empieza a leer el artículo, que la palabra correcta es responsabilidad; no me explico como usted no se dió cuenta de eso. Gracias por ese señalamiento.

 
At 4:18 a. m., Anonymous Anónimo said...

cuba esta divida por 50 y largos años ..por que el papa no se reune con las dos partes del conflicto..que se reuna con raul castro es normal por que es el que esta al frente del gobierno militar ..y cual es la explicacion de la reunion con fidel y su dinastia familiar.si ellos no son ni catolico .ni apostolico ni romano..el señor manuel cuesta ...se desahoga

 

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