sábado, junio 02, 2012

Esteban Fernández, Jr. : RAÚL DÍAZ TORRES EL COMANDANTE BUENO

RAÚL, EL COMANDANTE BUENO

 

Por  Esteban Fernández, Jr.
6-1-12

Raúl Díaz Torres desembarca en Cuba en el Granma, se dispara la campaña completa en La Plata junto a Fidel Castro. Durante los primeros  días de 1959 llega a Güines, su pueblo natal.  Las masas lo reciben como si fuera un gladiador romano. La barba le llegaba a la cintura, su uniforme verde olivo era casi un harapo. Si usted lee mis ensayos con la suficiente  atención,  ya debe saber bien que yo era alérgico a los “cantos de sirena” del Ejército Rebelde.  Sin embargo,  ya para junio del año 59 este comandante me agradaba  sobre manera. Ya estaba a un tilín de convertirse en mi solitario héroe dentro de los barbudos.

Amigos comunes iban a abrazarlo, a saludarlo, y él los recibía con muestras de afecto y humildad, pero cuando alguien lo visitaba dando señales de admiración, lo paraba en seco. Y si lo felicitaban,  recibían  una descarga de su parte.

La gente se quedaba fría cuando él contestaba  sorpresivamente a los halagos diciendo: “¿Por qué me felicitan? Yo solamente hice lo mismo que Fidel, NADA”. Era inaudito que en aquel momento  “un aguerrido combatiente”, un expedicionario del Yate Granma, dijera públicamente que “Yo hice  muy poco desde que me di cuenta que Fidel Castro se pasó la mayoría del tiempo acostado en una hamaca, fumando tabacos H. Upmann y leyendo libros”...

Y aquí  utilizo palabras textuales del Comandante Raúl Díaz Torres cuando se le acercaban sus simpatizantes  y los de la revolución: “¡Ahora si que nos cayó carcoma, esto es una basura, Fidel no es solamente comunista,  sino que es tremendo hijo de  perra!”...

Mis coterráneos llegaban al parque después de haberse entrevistado con Raúl y venían azorados, pálidos, y "con el rabo entre las piernas". Un amigo me dijo: “Tienes que conversar con este hombre, si fueras a la cárcel a hablar con el General Eulogio Cantillo,  estoy seguro que hubieras recibido una opinión más favorable de Fidel Castro que la que tiene Raúl Díaz”...

En Güines,  todos los Viernes Santos se hacía  públicamente la "Escenificación de la Vida y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo". Era algo bello y apoteósico.  Media Cuba desfilaba por nuestro pueblo.  De La Habana venía personal  de la CMQ a maquillarnos y a cooperar para hacer nuestra obra más real (y me incluyo,  porque yo actuaba como un  miembro del “Tribunal de Caifás”).

He aquí un hecho histórico,  desconocido por la mayoría de los cubanos,  que tuvo lugar el Viernes Santo de 1961: De pronto los fidelistas comenzaron a tirotear al pueblo presente en la Escenificación,  todo el mundo corría despavoridamente, y en ese instante surge la figura erguida del Comandante Raúl Díaz Torres, y delante de todos los presentes,  se arrancó de sus hombros las estrellas de comandante y  las tiró al piso, mientras gritaba: “¡Yo no desembarqué en el Granma, ni estuve en la Sierra para esta mierda!” Y ese preciso día el Comandante Díaz se consagró ante mi vista.

Acto seguido,  mediante el patriota güinero Renán Llanes Ravelo,  se ocupó de hacerle llegar armas y pertrechos de guerra a los alzados en El Escambray bajo las órdenes de Tomasito San Gil.


Creo innecesario decir que Raúl  terminó siendo un exiliado político más y murió siendo un activo anticastrista. Es una verdadera lástima que todo el que fue adoctrinado,  creyendo en "la epopeya gloriosa del Comandante en Jefe en lo más alto del Pico Turquino",  no pudo hablar con  Raúl Díaz Torres y enterarse que todo no fue mas que la creación de un mito, una pantomima,  y que el tirano en ciernes vivió en la loma  “mejor que Carmelina”...

6 Comments:

At 2:25 p. m., Anonymous Anónimo said...

Por eso la historia que cuentan se me hace tan absurda...

 
At 10:42 p. m., Anonymous Anónimo said...

Aunque nunca tuve la confirmacion hasta ahora, yo siempre considere poco creible la historia de "sacrificio" del barbudo en la Sierra Maestra, ha ese hombre siempre le ha gustado la buena vida, incluso en el libro"la prision fecunda" el mismito se hecho para alante acerca de la buena vida que disfrutaba en Isla de Pinos, y muy lejos de las condiciones en prision de los actuales disidentes

 
At 7:36 p. m., Anonymous Anónimo said...


Por este medio deseo felicitar y agradecer a Esteban Fernandez Jr., por su escrito al Comandante Bueno, Raúl Díaz Torres. Verdaderamente fué un hombre íntegro, honesto y de gran valor moral y humano. Raúl Díaz Torres es el padre de nuestros tres hijos, Raúl, Ricardo y Rubén que estan muy orgullosos de él y su trayectoria patriótica.

La historia que comenta, me consta que fué cierta. Lo conocí bien después de estar casada con él por 13 años.

 
At 8:37 p. m., Blogger madman said...

A mi tambien me consta que la historia es verdadera. Raul era primo segundo mio y conozco lo que hizo y el fin tan horrible que tuvo en relacion a su salud aqui en Miami.Es una lastima que todos los libros de historia de Cuba lo han ovidado por completa y era de esperar...

 
At 8:24 p. m., Blogger Lázaro Diaz said...

Por desgracia la historia de verdareros héroes como el solo vive en nuestros corazones pero algún día saldrá a la Luz soy sobrino de este héroe Lázaro Diaz

 
At 6:23 p. m., Blogger Unknown said...

tuve la gran suerte de conoserlo a Raul fuimos amigo en la Quinta barrio de mi bello pueblo GUINES tuve la suerte de que YO y Vicente Torre sastre de la quinta y empleado de la cop electricadespues de casarse con la distiguida sra Raquel farradaz estuvimos la suerte de estar a su lado en el exilio en su momento de gravedad cuando le cortaron sus pierna siempre estara entre los afortunado ser su amigo Raul esta junto a DIOS en un cuadro de HONOR en el cielo



 

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