jueves, mayo 31, 2012

Alexis Jardines: La conspiración al descubierto: ¿quiénes están detrás de Estado de SATS?

 Nota del Bloguista

El autor, al que aplaudo por su artículo sobre el editorial de espacio Laical y otro artículo escrito conjuntamente con Antonio G. Rodiles,  ahora me sorprende negativamente  con estas palabras: ¨Debería dar vergüenza a estas alturas recurrir a tan trillados e infantiles argumentos, que desmoralizan a quienes los esgrimen y no a los que van dirigidos...¨. No Alexis, quizás esas personas utilicen esos argumentos erroneamente contra Estado de SATS, pero la construcción de falsas organizaciones opositoras y  tratar de tomar control de las verdaderas organizaciones opositoras son métodos y acciones que fueron, son y serán    usados  por la Inteligencia y la Contrainteligencia Castristas, pues le fueron muy útiles para neutralizar y aplastar la oposición antiCastrista de la primera década y  estar bien ubicados dentro de la disidencia y oposición pacífica  histórica y actual de dentro y de fuera de Cuba. En el Exilio cubano la historia no ha sido, ni es, muy diferente desde casi el mismo triunfo de la Roboilusión Castrista. Los casos  son abundantes y el caso de Felaifel y del padre de una famosa dueña de una agencia de viajes  no fueron los primeros. El padre de la Cheká soviética expresó que  había que  construir su Oposición antes de que surgiera la verdadera. Esa es la escuela de la Seguridad del Estado Castrista.

Alexis dice  algo que es cierto en parte, pero no en todo: ¨particularmente preocupante es la degradación que ha experimentado la educación superior con la colonización a que se ha visto sometida por parte de las hordas del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”. Este tipo de instituciones pedagógicas —calcadas del sistema soviético— nunca fueron, hablando en propiedad, universidades. ...¨. Es cierto que se ha degradado la educación superior o universitaría, pero no es cierto que NUNCA  los Institutos Superiores pedagógicos tuvieron nivel universitario. YO AFIRMO que con el Plan B  dichos institutos tuvieron en la especialidad de  Matemática  un nivel universitario que tiene sus antecedentes en la década de los años 70s del pasado siglo. El Plan C, ya aprobado y listo para aplicar era superior al Plan B, lo que sucedió fue que al llegar el mal llamado ¨Período Especial¨ ese Plan C empezó a sufrir ¨descargas¨en los programas de las diferentes asignaturas y con ellos a bajar drásticamente el nivel académico de dichos institutos. Le hago también la observación que antes de la revolución existía en la Universidad de La Habana ( no se en la otras del país) la carrerea de Doctor en Pedagogía. que era donde alcanzaban el nivel universitario los graduados de las Escuelas Normales para Maestros de Cuba, las cuales tienen sus antecedentes en los cursos emergentes y de veranos  para maestros cubanos en las universidades de Yale y de Harvard. Sobre esos cursos he publicado al menos dos posts en Baracutey Cubano hace varios años.

Alexis Jardines afirma: ¨Pobre del que asiente su pensamiento en estrategias nacionalistas, que hoy sería como pretender volver al feudalismo.¨. Sobre eso diré, que aún en la Unión Europea la mayoría de las naciones han conservado, y desean conservar, estrategias nacionalistas para conservar un cierto grado de independencia y determinación ante ciertos  intereses foráneos.

*******************


La conspiración al descubierto: ¿quiénes están detrás de Estado de SATS?

    Por Alexis Jardines
    San Juan, Puerto Rico


    may 29, 2012 
 
Mientras es considerado una construcción de la Seguridad del Estado por algunos anticastristas extremos y un engendro de la CIA por los cibertalibanes del gobierno cubano, el proyecto independiente Estado de SATS trabaja con éxito por el fomento de la sociedad civil y el tránsito a la democracia.

Es presumible suponer que las razones que mueven a ambas interpretaciones diametralmente opuestas del proyecto Estado de SATS tengan un origen común, para nada relacionado con el “síndrome de la sospecha”. Me inclinaría a pensar que son de tipo narcisista. Un coeficiente de inteligencia medio basta para comprender, en apenas segundos, que si realmente se tratara de una organización vinculada al trabajo del espionaje y la subversión no iban a ser las delirantes perretas de una escritora exiliada en París ni el desamparo neuronal de un gris comisario político —devenido bloguero por encargo— quien lo descubriría. Por otra parte, si Estado de SATS no fuera más que la actividad de “cuatro gatos” con presencia exclusivamente digital —argumento que, curiosamente, comparten desde los extremos del espectro ideológico Zoé Valdés e Iroel Sánchez, ¿por qué le temen? Por cierto, los lectores pueden remitirse a la última actividad con público del proyecto, la muestra Cocodrilo Smile para que comprueben por sí mismos si el centenar de personas allí presentes tiene tan sólo una existencia cibernética.

La lógica hegeliana —y la sabiduría popular— enseña que los extremos se tocan, pero también que en ninguno de ellos suele encontrarse la verdad. Debería dar vergüenza a estas alturas recurrir a tan trillados e infantiles argumentos, que desmoralizan a quienes los esgrimen y no a los que van dirigidos. La nueva jugada es bien predecible: los blogueros revolucionarios tienen la tarea de crear —falsos— estados de opinión para justificar la intervención de la policía política y el consiguiente desmantelamiento del proyecto.

¿En qué cabeza puede caber la descabellada hipótesis de que Estado de SATS trabaja para una intervención militar norteamericana en Cuba? Leo estas cosas y no dejo de percibir el miedo aterrador que domina a quien las escribe o las dicta. Ni siquiera son confiables cuando intentan reseñar los hechos: “El espacio Estado de SATS… acogía este 1ro de marzo el discurso del jefe adjunto de la Sección de Intereses de EE UU en Cuba”. Amén de que lo de “discurso” es pura manipulación —se trataba de un panel donde todo el mundo (público incluido) expresó su opinión— con esta información el comisario Iroel ¡se adelantó 2 días al acontecimiento real! (seguramente porque el leal copista confundió la fecha del encuentro con la de la reunión preparatoria-orientadora en Villa Marista). Con su último ataque del 7 de abril en Cubadebate este gris funcionario puso de manifiesto el tipo de persona que es. Hoy todo el mundo conoce la llamada operación “Voto de Silencio”, tras la que fueron secuestrados y encarcelados sin más centenares de opositores, disidentes, activistas, simpatizantes y hasta individuos “potencialmente peligrosos” para la Seguridad del Estado. He aquí la versión del comisario: “Tratando de justificar ante sus empleadores su fracaso en dañar la visita papal, algunos de los presentes en el encuentro de este sábado [se refiere al del 3 de marzo] alegaron ante Monserrate su supuesta detención por algunas horas”.

Tanto sus deliberadas y torpes mentiras como sus delirios sobre invasiones militares se apoyan en inferencias infundadas, irracionales y desmedidas. Es algo así como querer matar una mosca con un misil: puro pánico. Ya echó por la borda el kamarada Sánchez su más mortífero argumento y con ello perdió el juego. ¿Ahora qué sigue si gracias a Estado de SATS le están cayendo a bombazos a Cuba? La blogosfera oficialista se está quedando sin parque. Toda la bazofia que postea contra los que cometen el “delito” de pensar y actuar libremente se reduce a dos acusaciones (erigiéndose, como de costumbre, en fiscal de los demás): la de agente de la CIA y la de mercenarios (que, para el caso, viene a ser lo mismo). La falta de imaginación y la carencia argumental de los revolucionarios es algo que hasta el propio Raúl Castro se ha visto obligado a reconocer. Es penoso ver cómo intentan confundir deliberadamente a los lectores haciendo pasar por actos conspirativos unos encuentros que se celebran a puertas abiertas y, tras ser filmados en video, se cuelgan en Youtube. Como ya dejó claro Ailer González, la teoría del complot no funciona con Estado de SATS, que se atiene al derecho de dialogar con quienes crea necesario, para lo cual ni se pide ni se necesita el permiso de la Seguridad. Lo que el gobierno cubano esconde celosamente es la acelerada e irreversible pérdida de apoyo entre la gente. Los blogueros entrenados, mantenidos y equipados por el Partido (único) apenas si pueden ayudar en eso. No consiguen lectores ni dentro —por razones obvias— ni fuera de Cuba. Nada sensato les queda por decir, nada tienen ya que defender. Mentir y fabricar sospechas es el único recurso al que acuden de forma delirante mientras se hunden en esa amalgama nauseabunda —sin capacidad de cambio— que sólo gira y gira viscosa y viciosamente en torno a sí misma y que algunos siguen llamando “Revolución”.

La estrategia de desacreditar a los opositores con calumnias y acusaciones de agentes del enemigo rindió frutos todos estos años. Estado de SATS, apoyado en una mentalidad abierta y desprejuiciada, desestima de plano este recurso intimidatorio y propone cambiar las reglas de juego.

Antes de reparar en el argumento favorito y casi exclusivo de la batería ideológica castrista voy a hacer un poco de historia, para que el lector sepa qué es exactamente Estado de SATS.

Un día del año 2010 Antonio G. Rodiles llegó a mi casa, se presentó y me expuso una idea que, además de utópica, me pareció fascinante: un evento científico-cultural realizado por nosotros mismos y que ya tenía nombre. Cómo todo el mundo hace, lo primero que pregunté fue por el significado de aquella frase tan críptica como seductora. No hay dobleces en esto, como pretende hacer ver la enfermiza mentalidad de la “ciberguerra”. Lo que el término quiere decir, relacionado con el momento en que el actor se dispone a salir a escena, se ha explicado más de una vez. Tampoco se cocinó en la Universidad de la Florida, según otra de las invenciones de los blogueros oficialistas. El nombre fue una feliz sugerencia de Esther Cardoso a Evelyn Quesada, Antonio G. Rodiles y Jorge Calaforra (ex co-director y co-fundador este último de lo que en aquél entonces no era más que un boceto).

El evento de la Casa Gaia en La Habana Vieja, ya bajo vigilancia de la Seguridad del Estado, fue todo un éxito y, al propio tiempo, constituyó el acto fundacional de un Proyecto independiente. Yo tenía la clara sensación que había participado en algo sin precedentes y, cuando todo acabó, me le acerqué a Antonio y le comenté: “Bueno, ya cumplí contigo”. A lo que este me contestó: “Oye, si esto empieza ahora. El año que viene vamos a hacer otro y, para no estar inactivos todo ese tiempo, podemos planificar encuentros más pequeños cada 21 días”. Todos estábamos contentos por los resultados tan alentadores que habíamos obtenido, pero, lo que para mí fue la clausura de un evento científico-cultural sui géneris, para Antonio G. Rodiles y Jorge Calaforra fue otra cosa: había nacido Estado de SATS. Estas dos personas, cuyo coraje, humanismo e inteligencia están más allá de toda duda, no sólo habían coordinado aquél complejo y monumental programa con el grupo OMNI Zona Franca y su equipo de realización —que ya es también el equipo de Estado de SATS— sino que cubrieron todos los gastos con dinero de sus propios bolsillos. Al menos yo no tengo conocimiento de que alguien más proporcionara apoyo financiero.

Es por eso que los que acusan al proyecto de recibir financiación de potencias extranjeras, siguiendo el gastado guión de la policía política, necesitan recibir una lección definitiva: habida cuenta que nosotros no conspiramos, sino que ejercemos nuestro legítimo derecho de manera franca y transparente, y a sabiendas que esas trilladas acusaciones no son más que herramientas de manipulación, satanización y destrucción de aquello que cae “fuera de la Revolución”, invitamos a todos los proyectos independientes y grupos opositores a gestionar abiertamente ante los ojos del mundo ayuda económica e invitaciones de viaje con cuanta institución académica o cultural, fundaciones, ONGs les sea posible contactar. Es más, sostenemos que cada uno de estos espacios no institucionales ni gubernamentales debería tener un representante o gestor encargado de la promoción y búsqueda de financiamiento. Así de sencillo: “al que no quiere caldo, le dan tres tazas” o si prefieren el original de la sabiduría antigua: “lo semejante se cura con lo semejante”. Históricamente, el régimen ha amenazado, estigmatizado y humillado a la disidencia con estas sórdidas acusaciones. El pueblo cubano, la gente, el cubano de a pie debe saber que así también funcionan las instituciones del Estado: con dinero y presupuestos, mediante intercambios con el exterior y la colaboración, donaciones, etc. Resulta que si es el Estado el que recibe la ayuda se trata de la “solidaridad de países, gobiernos o instituciones amigas” pero si es un grupo de personas, por reducido que sea, que no responde a los intereses del gobierno —y se mueve fuera de la institucionalidad— el donativo se convierte en un asunto de seguridad nacional a la manera de “financiamiento por parte de una potencia extranjera”. Nótese que este retorcido planteo admite la posibilidad de naciones no extrajeras (¿Venezuela?). Semejante disparate obedece a que no es un argumento lógico, sino una tendenciosa construcción destinada a sembrar en las mentes de la gente una suerte de fobia a los Estados Unidos. Ya nadie se acuerda que, precisamente, una potencia extranjera como la URSS financió al gobierno cubano durante 30 ininterrumpidos años.

Con Estado de SATS se acabó el estigma. Hacemos un llamado a todos los cubanos a que realicen, en legítimo derecho, su proyecto independiente de pensamiento, activismo y creación libres y soliciten ayuda de todo el mundo civilizado y de los propios exiliados, los cuales no deberían ser aliados del gobierno sino de los que luchan en el interior de la Isla por levantar la frente. No hay que sentir vergüenza —ni pedir autorización— cuando se trabaja por la libertad y los Derechos Humanos. Mientras el dinero no pertenezca a agencias de espionaje o al narcotráfico, poco importa de dónde provenga siempre que la vía sea legal y el destino decoroso. El cubano debe saber que hay otras maneras más dignas de hacer —y también de obtener a cambio— que el jineterismo y la delación, únicas ofertas gubernamentales en la Cuba actual.

Atendiendo a que las instituciones avasallan al individuo y a que, particularmente, las de tipo académico y cultural excluyen a los jóvenes recién graduados, siendo además fuente de corrupción y el obstáculo inmediato principal para el desarrollo de la sociedad civil en Cuba, Estado de SATS aspira a ser un espacio alternativo, donde confluyan todos los excluidos que quieren expresarse por sí mismos.


El caso de Abel Prieto admite dos interpretaciones igualmente plausibles. Pudo haber sido ascendido, puesto que está más cerca del presidente Raúl Castro, pero; pudo haber sido destituido, ya que un ministro amasa recursos y un asesor, sólo consejos. La burocracia concentra poder (dinero). Cuando se está al frente de una institución estatal se maneja parte del presupuesto del Estado, lo cual también significa que estos individuos con cierta cuota de poder harán lo posible por acceder a la mayor tajada en detrimento no de la cúpula gobernante, sino de los que dependen de la manera en que ellos mismos redistribuyen ese dinero en las instituciones (incluyendo a los ministerios, claro está).

Simplificando al máximo, es aquí donde se genera la corrupción. Y no solamente porque la burocracia impida que los recursos lleguen a su objetivo y los dineros a los bolsillos de los de abajo, sino porque la propia élite tolera a la burocracia debido a que ésta sabe que no todo el dinero que debería bajar, baja. En suma, yo robo porque tú robas y tú me dejas robar para poder robar también. En la dinámica de la corrupción quien se perjudica, como siempre, es el trabajador, el individuo simple que, en adición, la ideología ha convertido en un zombi —o, lo que viene a ser lo mismo, en un “revolucionario”— con el propósito que justifique y defienda el statu quo, es decir, su propia opresión. La corrupción le viene al gobierno cubano por dos vías: la cultural y la política. No creo que haya un solo país latinoamericano donde la corruptela se pueda considerar un fenómeno de segundo orden. Asimismo, todos los países socialistas de Europa del Este generaron un patrón de corrupción similar al cubano.

En Cuba, tanto las instituciones culturales como las académicas se encuentran en franco proceso de deterioro y no solo material. El nivel de los alumnos y profesores cae en picada, particularmente preocupante es la degradación que ha experimentado la educación superior con la colonización a que se ha visto sometida por parte de las hordas del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”. Este tipo de instituciones pedagógicas —calcadas del sistema soviético— nunca fueron, hablando en propiedad, universidades. En la antigua URSS estaba bien clara la diferencia. En rigor, un graduado del Pedagógico, con su título de Licenciado en Educación, no está preparado ni para la investigación ni para la docencia a nivel superior, sino para impartir clases en el nivel medio-superior (preuniversitarios y secundarias básicas). Por un decreto, que sólo perseguía el propósito de darle más poder a Miguel Díaz-Canel —un protegido de Raúl Castro meteóricamente ascendido a los más altos cargos— los Centros se convirtieron en Institutos y estos, a su vez, en Universidades. Las tropas del Pedagógico, con su consustancial mediocridad que prioriza lo político-ideológico por sobre lo académico, dominan el entorno de la educación superior en Cuba (tanto en el aspecto directivo como el docente) y se extienden como una plaga a los institutos de investigación.

Desde un inicio, a propuesta mía, Estado de SATS concibió la posibilidad de desarrollar al menos un grupo multidisciplinario que pudiera hacer ciencia fuera del alcance del partido único y sin compromiso ideológico alguno. Lo había conversado antes con Antonio y quedó registrado en el párrafo final de mi ponencia en la Casa Gaia:

    Recomendaciones: Atendiendo a la especial situación que vive el país, dar pasos por la vía de la creación de Tanques Pensantes sui géneris, esto es, aquellos que ?estructurados no como instituciones, sino como pequeños grupos no gubernamentales de estudios avanzados? llenen el vacío de pensamiento mediante la producción (y publicación en la red) de ideas originales y de políticas, en un primer momento educacionales, que vayan sentado las bases de la recuperación de las universidades cubanas y de su espíritu competitivo.

Es, sin duda un plan ambicioso que choca con innumerables dificultades para su desarrollo. Por ahora se mantiene en estado de latencia con el conocido espacio de análisis FORA.

El célebre Platón descubrió la realidad de unos entes que tenían dos notables características: ser generales e inmateriales. Si se le preguntaba al filósofo por las cosas sensibles (individuales) él respondía: solo existen en virtud de que participan de la idea general abstracta. Así, reconocemos una flor en la medida que encarna la idea general de “Flor” y será tanto más bella y perfecta la primera cuanto más se acerque a la segunda, es decir, a su eidos o arquetipo. El problema del platonismo comienza cuando se pretende trasladar este razonamiento al ser humano. El hombre no cabe ni puede diluirse jamás —según los experimentos totalitarios del Castrismo— en la Revolución; en ella solo cabe el revolucionario. Por lo tanto, la reducción de toda la diversidad del ser humano real a uno solo de sus accidentes es un daño antropológico (mutilador y lacerante). Lo mismo se hace extensivo a las nociones de Patria o Nación. Muchos cubanos en la Isla —incluyendo la izquierda crítica— aún viven dominados por ideas abstractas.

Hasta el año pasado (2011) yo viví en Cuba. Quienes me conocen saben que lo hacía como si viviera en Suecia; así también escribía mis textos, no desde La Habana, sino situándome mentalmente en los Alpes suizos. Y aunque algún precio, obviamente, se paga por ello nunca me autocensuré y vagué por la ciudad —y por la propia Universidad— como un alma libre. Creo que este rasgo de mi personalidad lo ha destacado ya Emilio Ichikawa: aprendí a vivir libremente en la más asfixiante opresión. La impresión inmediata que tuve al conocer a Antonio G. Rodiles fue precisamente la de una persona como la que acabo de describir. Coincidíamos en un punto poco común y, sobre esa base, me fui enrolando en el proyecto.

Estado de SATS se sitúa más allá de todo lo que pueda constituir un límite al desarrollo pleno de la individualidad humana (personalidad); más allá de las banderas, las causas, las muchedumbres, las revoluciones, los ideales patrióticos y doctrinales. Todas esas abstracciones que abrazan de una manera u otra los comunistas, fascistas, marxistas y patrioteros de toda laya las damos a cambio de la singularidad de una vida. Entendemos que no se hizo el hombre para la patria, sino la patria para los hombres concretos. En consecuencia, no estamos interesados en “la hierba que pisan nuestras plantas” ni en odios, rencores, ni en Humanidad alguna, sino en el confort de esa pisada sobre la hirsuta hierba (con h o con H) que ilumina y mata. Individuos habrá aun cuando Cuba ya no exista como nación —es decir, aunque no sean “cubanos”— y lo que reclama la atención no es el gentilicio, sino la condición humana de ser libres o no ser en modo alguno. Justamente, una de las barreras que contienen la libertad en el presente es el nacionalismo, herramienta predilecta de dominación de cuanto dictador ha engendrado la modernidad. Por supuesto que nos conmueven profundamente los asuntos patrios, pero no dejamos de reconocer que son impulsos ancestrales. En otra perspectiva, “patria es dónde comen mis hijos”, según la definición lapidaria de una madre (la del cantautor Joan Manuel Serrat) que echa por tierra la mitad del edificio de la ciencia política moderna.

El individuo no puede ser libre bajo el paradigma de la soberanía, el cual sólo atañe a las naciones. Un individuo soberano sólo puede ser el rey, pero el rey no es propiamente un individuo, es un monarca. Tampoco un pueblo soberano es garantía alguna de libertad individual; la libertad, o es individual o no es ninguna. De aquí nuestra renuncia al nacionalismo. Tal y como un día surgieron, ya comienzan a desdibujarse los Estados-nación dentro de la nueva reorganización del orden mundial. Pobre del que asiente su pensamiento en estrategias nacionalistas, que hoy sería como pretender volver al feudalismo. Particularmente en el tema de la reconciliación entre cubanos, Estado de SATS evade la polarización nacionalismo/anti-nacionalismo y apuesta por lo postnacional. Los cubanos debemos poner fin a la primitiva adoración de símbolos si no queremos seguir viviendo en el pasado. A fin de cuentas, ello sólo le da alimento a la hoguera castrista donde se cocinan los dardos del plattismo, el anexionismo y otras ridículas remembranzas dirigidas a la destrucción del otro. Quien aboga por lo postnacional no puede ser anexionista, sería una contradicción en los términos. Más bien la pregunta es: ¿Con qué moral un gobierno que excluye a los nacionales (dentro y fuera del país) de los asuntos económicos y políticos, mientras se abre —con lógica de “jinetera”— a la inversión extranjera puede acusar a nadie de plattismo? ¿Qué clase de nacionalismo es ese que, frente al extranjero, ha privado al cubano de sus más elementales derechos llegando, incluso, a aniquilar su autoestima?

La nueva concepción de la resistencia

La realidad es bien distinta de la cínica y descabellada idea sobre el supuesto financiamiento de la CIA esgrimida por los blogueros oficialistas. El proyecto viene atravesando una situación económica difícil, pero no se detiene. Con todas las limitaciones, Estado de SATS ha alcanzado una difusión y visibilidad internas nunca antes registrada en la disidencia. Tenemos conexión dentro de Cuba con intelectuales, artistas, académicos, activistas, opositores, proyectos independientes y alternativos, blogueros, etc. Hoy se puede decir que SATS es la ventana de la sociedad civil cubana. A sus encuentros asisten regularmente hasta un centenar de personas que luego diseminan por todo el país los videos copiados en CD y memorias flash. Su proyección exterior se canaliza a través de blogs, Youtube, Facebook, Twitter, TV y Radio Martí, así como de versiones digitales de conocidos periódicos de Europa y América. Esta arista mediática de nuestro trabajo ha sido aprovechada por algunos “iluminados” en el exterior que se han dado a sí mismos la tarea de enseñar, desde el teclado de su ordenador, cómo se debe luchar contra el régimen cubano —luego de haber formado parte del establishment cultural castrista.

El error fundamental que comparten no pocos autores de estos posts “derechosos” y extremistas que pretenden orientar a la disidencia interna desde el exilio, es que apoyan en una imagen obsoleta de la dinámica opositora y carecen de vínculos directos con la resistencia en la Isla, únicos capaces de aportarle algo de credibilidad a lo que escriben. En los mejores casos, tales vacíos se suplen con una innecesaria retórica, cargada de falsa profundidad, citas traídas por los pelos, alardes de erudición histórica y amagos conceptuales que mueven a risa; en los peores, con auténticas propuestas de videojuegos, pero que deben ejecutar actores reales para derrocar a un gobierno real. Para los disidentes reales, en cambio, se va haciendo claro que situado en el punto de confluencia del arte, el pensamiento y el cubano de a pie, Estado de SATS ha abierto una brecha real en el blindaje que separaba al pueblo de la actividad opositora.

¿Quiénes están, finalmente, detrás de Estado de SATS?


Tan sólo las damiselas Transparencia y Libertad, a quienes los represores cubanos se empeñan en desconocer. Así, pues, nuestro próximo invitado podría ser el general jefe de la Seguridad del Estado o el senador Marco Rubio. El mundo entero podrá ser testigo en caso que el primero rechace la invitación y el gobierno no otorgue la visa del segundo. Esa es la razón por la cual, a mi modo de ver, nos reprimen pero nos toleran. Así, pues, nuestros detractores deberían hacer un acopio de inteligencia para comprender, al menos: 1) que del otro lado del video hay actividad opositora real en el espacio físico y; 2) que si nos siguen vinculando con la Seguridad del Estado es por la única razón que la verdad no les interesa, como tampoco les interesa averiguarla a aquellos que, desde el oficialismo, nos relacionan con la CIA. Las puertas de Estado de SATS están abiertas; visítennos, que eso será la mejor manera de conocernos.

Alexis Jardines
San Juan

1 Comments:

At 6:44 a. m., Blogger Esperanza E Serrano said...

Indiscutiblemente en esas líneas escritas por Alexis Jardines hay una respuesta apasionada a los que han criticado el proyecto Estado de SATS. Hay pasión, dolor, ira, indignación por los ataques que él considera injustificados e infantiles, por los argumentos que sus atacantes de ambas orillas esgrimen en contra de Estado de SATS.
Hay algunas impresiciones como esa de la educación superior, pero hay tela por donde cortar, porque desde hace muchos años la educación, desde los circulos infantiles hasta la enseñanza superior en Cuba está determinada por la ideología dominante, impuesta por el partido unico, lo cual es una gran limitante al desarrollo del pensamiento y de la personalidad del individuo en tanto ente que vive en mundo circundante, no lineal, no blanco y negro, no unidireccional.
Gracias por publicar este artículo y por las notas aclaratorias.
Particularmente, desde que descubrí Estado de SATS gracias a Martha Beatriz Roque que les llamó disidencia light creada por la seguridad cubana, entro al blog, los leo, los sigo, publico algunas trabajos de ellos, opiniones, videos, entrevistas, etc. Creo que es un buen proyecto y que efectivamente es un espacio para la confrontación del arte y del pensamiento crítico, abierto, a todos los públicos, lo cual aplaudo y veo como un paso imprescindible en la democratización de Cuba.
Jardines es joven, él razones para minimizar y hasta despreciar los simbolos patrios ya que estos han sido utilizados para manipular los sentimientos patrios de la nuevas generaciones de cubanos, y no creo que esté errado en lo que dice sobre las ideas nacionalistas esgrimidas por los demagogos que buscan apoderarse del poder para luego perpetuarse en el mismo.
Saludos Espe

 

Publicar un comentario

<< Home