martes, julio 17, 2012

Decenas de cubanos 'atrapados' en la 'guerra civil' en Siria. "Ninguna embajada dejó [abandonados] a sus ciudadanos, solo la cubana"


Decenas de cubanos 'atrapados' en la 'guerra civil' en Siria

************
'Hay gente que pidió ser repatriada a la Isla, pero los del Consulado no les respondieron', dijo un joven cubano-sirio que lleva 22 años residiendo en ese país.

************

Manuel Zayas
Miami
17-07-2012

El Comité Internacional de la Cruz Roja describió hoy la situación que vive Siria como "un conflicto armado no internacional", lo que equivale a una situación de guerra civil. Varias decenas de cubanos —hasta 200 mujeres con familias, según versiones no oficiales—, estarían "atrapados" en ese conflicto y denuncian trato de "perros" por parte del personal diplomático de la Isla allí.

"La embajada cubana nos da el trato de perros, estamos a punto de morir achicharrados", escribió María Antonia Gavira Estévez, residente y profesora universitaria en la ciudad de Tal Abiad, ubicada a unos 600 kilométros al noreste de Damasco.

El destinatario del mensaje fue un cubano residente en Nueva Jersey, Julio Soto Angurel, quien decidió publicar el texto para denunciar la situación de total abandono diplomático que sufren los cubanos en Siria.

"No les era difícil poner un avión, y sacar a las más de 200 cubanas que estamos aquí en todo el país", dice el mensaje de Gavira Estévez, "pero les gustaría escuchar que estamos muertas todas".

"Ninguna embajada dejó [abandonados] a sus ciudadanos, solo la cubana", dice Gavira Estévez en su mensaje.

Silencio como respuesta

Su hijo, Samir Mahmoud Gavira, un joven cubano-sirio que lleva 22 años residiendo en ese país, relató este lunes a DIARIO DE CUBA desde la ciudad de Latakia, ubicada a unos 348 kilómetros al noroeste de Damasco, que varios cubanos han pedido ser repatriados y solo recibieron el silencio como respuesta.

(Un barrio de Homs, en Siria. (AP))

"Hay gente que pidió eso, pero [los del Consulado] no les respondieron", dijo.

Contó el caso de Lazarita, compatriota con la que mantiene comunicación y quien reside en Daraa, ciudad donde comenzaron las protestas hace 16 meses contra el régimen de Bashar al-Assad. En medio de un bombardeo, la cubana se comunicó con la embajada y el cónsul "solo le dijo que trataran de salir de las casas".

Samir Mahmoud Gavira, estudiante de tercer año de universidad en traducción inglés-árabe, aseguró que ha perdido su trabajo como actor de teatro y que a fin de mes abandonará la ciudad de Latakia para regresar a la casa familiar en Tal Abiad.

"No tengo más dinero para alquilarme y poder seguir estudiando. Mucha gente perdió el trabajo igual que yo", dijo el joven, que también se desempeña como voluntario con personas necesitadas, muchas de ellas con Síndrome de Down.

"Yo no puedo hablar de política porque me cortan la llamada. Tampoco enviar fotos", aseguró mediante videollamada.

Un funcionario de la embajada de La Habana en Damasco, quien no se identificó al teléfono, declinó hacer comentarios sobre la situación en que se encuentran los cubanos en ese país y dijo que toda solicitud de información debería ser cursada al Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.

Un correo electrónico a Luis Marisy Figueredo, embajador de Cuba en Siria, tampoco fue respondido.

La alianza del mal

Mientras la comunidad internacional ha arreciado sus críticas a las violaciones de los derechos humanos en Siria, solamente tres países se mantienen como fieles aliados al régimen de Bashar al-Assad: Cuba, Rusia y China.

Debido a restricciones del régimen de La Habana, los cubanos que engrosan la categoría de "residentes en el exterior" pierden automáticamente el derecho a la residencia en la Isla, a donde solo pueden regresar como turistas si cuentan con autorización. Los casos de repatriación son minuciosamente estudiados y normalmente son personas de la tercera edad.

El anuncio del Comité Internacional de la Cruz Roja eleva el carácter del conflicto sirio a "nacional", lo que significa que las partes enfrentadas deberán respetar la Convención de Ginebra, y podría representar acusaciones de crímenes de guerra para quienes ataquen a detenidos o a la población civil.

La Cruz Roja reaccionó así después de que observadores de Naciones Unidas visitaran el poblado de Tremse, donde este domingo murieron decenas de desertores del ejército y activistas en un ataque perpretado por el régimen.