Con José Daniel Ferrer García, opositor pacífico; María Caridad Gálvez Chiú ¨Karina¨, economista y miembro de la revista digital ¨Convivencia¨; Alfredo Fernández, Investigador de la Academia de Ciencias de Cuba; Wilfredo Vallín, abogado Asociación Jurídica y Oscar Espinosa Chepe, economista.
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CONSIDERACIONES EN TORNO A UN DOCUMENTO
Por : Lcdo. Sergio Ramos
Agosto 7, 2012
“¿Del error? Pues del error
Di el antro, di las veredas
Oscuras: di todo cuanto puedas
Del tirano y del error”
José Martí
Un
documento promoviendo un dialogo nacional acaba de ser divulgado por
distintas personalidades del exilio cubano. El mismo contiene unos
planteamientos sobre respeto a las libertades fundamentales y derechos
humanos al que todos los cubanos aspiran. Sin embargo, también adolece
de imprecisiones y planteamientos que podrían ser contraproducentes por
conducir a serios errores políticos.
No
vamos a dudar de la buena fe de los que lo promueven, pero sin
descartar la posibilidad de la existencia de no tan buena en algunos sus
promotores.
Analicemos los ángulos preocupantes del “Llamamiento Urgente por una Cuba Mejor y Posible”.
Condicionamiento
al Pacifismo: El pacifismo es un método de lucha, y no puede adoptarse
como un planteamiento ideológico, so pena de perder la flexibilidad que
las luchas por la libertad de los pueblos requieren. En Túnez se derrocó
la dictadura de modo pacífico, tal como todos desearíamos que se
resuelva en Cuba; pero en Libia, la despiadada violencia del régimen
obligó a los luchadores pacíficos a tomar las armas para derrocar al
sanguinario Khadafi. Pacifismo o belicismo son métodos de lucha, no
posturas ideológicas, y se usan según las circunstancias imperantes de
cada caso. El belicismo, cuando es en procuración de los derechos
humanos y las libertades de un pueblo es legítimo y constituye parte del
‘ius resistendi’ que proclamaba Santo Tomas de Aquino.
Es
un error atar a priori el pacifismo como método, antes de haberse
sentado a la mesa de negociaciones, pues eso equivale a entregar las
armas antes de firmar la paz.
Entrega
unilateral de la Base de Guantánamo: No hay duda que la Base de
Guantánamo en poder de los Estados Unidos es una violación del
territorio soberano de Cuba. Pero resulta, que en las presentes
condiciones políticas del país, adjudicar su entrega a priori sin nada a
cambio, representa perder una importante cabeza de playa de la
democracia en suelo cubano, que ha servido todos estos años de dictadura
totalitaria de refugio para los que escapan de la tiranía buscando la
libertad. Y todavía se hace más riesgoso aun cuando recientemente el
dictador sustituto Raúl Castro firmó un tratado con Rusia para la
reapertura de las bases militares y de espionaje rusas en Cienfuegos y
en Lourdes, respectivamente. Bajo las actuales condiciones la falta de
la base de Guantánamo, le daría una superioridad a las pretensiones
neo-expansionistas Rusas y un mayor interés para ejercer su veto ante la
ONU en las cuestiones que afectaran la tiranía castrista. La Base de
Guantánamo debe ser un asunto solamente negociable con los Estados
Unidos una vez la dictadura cubana haya sido derrocada –por el medio que
sea – y se haya instaurado definitivamente un gobierno democrático y
libre en Cuba.
Desconsideración
al poder de negociación: Para negociar con éxito hay que tener, entre
otras cosas, elementos de poder que otorguen la capacidad para hacer
ceder a la otra parte en sus posiciones y llegar a los objetivos básicos
deseados. Si se carece de este poder de negociación (Bargainning
Power), entonces el contrario impondrá sus condiciones, convirtiendo la
misma en una rendición. El exilio y la oposición carecen en este
momento de esa capacidad dada la desunión y la falta de capacidad de
poner en peligro inminente la existencia del régimen. El jugador
castrista tiene todas las cartas, mientras nosotros no tendríamos
ninguna.
¿Quien
negocia? (Legitimidad y representatividad): La ausencia de
representatividad legítima del exilio y de la oposición interna plantean
un problema de legitimidad de la representación. Hasta ahora los
diálogos que se han producido en Cuba se han transformado en monólogos
del régimen y donde este último ha impuesto sus dictámenes. Más bien han
sido unos mal montados simulacros de negociación. La falta de
representatividad de la base popular cubana implica que los “acuerdos”
que se tomen carecerán de legitimidad y por ende de validéz ante el
pueblo. El descontento en quienes no se sintieron representados hará que
las desavenencias y las luchas continúen, a menos que se logre el
fantasioso deseo de que el tirano entregue por nuestra linda cara las
riendas del poder político del país. El exilio y la oposición no tienen
base organizativa para negociar con la dictadura de los hermanos Castro
que lo hacen desde el poder absoluto con una maquinaria y control total
de las condiciones.
Dejar
la negociación en manos de terceros foráneos o de nacionales
comprometidos con otros intereses distintos al fin libertario, sería
desastrosa y facilitaría que una vez más seamos traicionados. Usar de
interlocutores como la actual jerarquía de Iglesia Católica, cuyos
intereses no responden a los del pueblo cubano, como quedó demostrado
tras el viaje papal a Cuba, sería caer en las manos de los traidores y
de los opresores. Solo los surgidos del pueblo que respondan al interés
del pueblo, pueden servir de negociadores. Pero de nuevo, se requiere de
la inexistente legítima representatividad y de los ausentes elementos
de fuerza que den poder de negociación a nuestra parte.
¿Con
quien negociar?: Tampoco habla el documento con quien se negociaría. Se
asume que es con la actual nomenclatura que ostenta el poder. El
problema que se presenta es que bajo las condiciones de un estado
totalitario, se presta a que el régimen, cuyo historial de violar
acuerdos y negociar de mala fe, es impresionante, no cumpla con lo
acordado en lo que a la oposición le es beneficioso.
Lo
ideal sería que se pudiera negociar con una Junta de Gobierno
Transitoria, donde el país esté en manos de un gobierno provisional con
voluntad de cambio. Pero lamentablemente, sabemos que con el profundo
aferramiento de la alta cúpula gobernante en Cuba al poder, por lo que
este escenario es, bajo las actuales condiciones, muy improbable.
La estratagema del régimen: Es muy interesante el articulo “
La Nueva Gran Estafa”
del politólogo cubano Néstor Carbonell Cortina, al plantear que las
actuales movidas del régimen están orientadas a su supervivencia, pues
pretenden proyectar un cambio de actitud simulado, tal como lo hizo
Lenin en los comienzos del régimen soviético en la década del veinte. A
la dictadura le convendría tener un foro controlado donde por virtud de
supuestos acuerdos y concesiones, se neutralicen la capacidad y la
voluntad de resistencia de la oposición y el exilio, para así
garantizarse una estabilidad que les permita recuperarse de la crisis
actual y para luego de logrado el afianzamiento, echar por la borda todo
lo pactado y seguir en el poder.
¿Documento o carnada?: El documento de marras tiene un titulo harto sugestivo:
“Llamamiento
Urgente por Una Cuba Mejor Posible” e inicia sus planteamientos con un
reclamo a no cometer errores del pasado, ignorando los que en sí mismo
tiene el escrito y acto seguido, infunde el miedo al derramamiento de
sangre en un tono que tiende a crear el sentimiento de culpa al lector
si eso sucediese en Cuba. Cuando lo cierto es que la culpa del
derramamiento de sangre—pasado, presente y futuro—de Cuba, es
responsabilidad exclusiva de la dictadura castrista. El pueblo cubano es
la víctima, no el victimario y las víctimas tienen derecho a defenderse
de la agresión. Esa posibilidad de represión despiadada, tiene amplias
probabilidades en Cuba, pues se trata de una dictadura totalitaria de
corte ideológico. Este tipo de tiranías ideológicas fomentan entre sus
seguidores un fanatismo apocalíptico, tal como lo hicieron las
dictaduras de Hitler, Mussolini, Stalin, Khadafi, y actualmente en el
caso de Bashar al-Assad en Siria.
La
carnada que esconde un posible anzuelo, es el destaque inicial de
aspiraciones legítimas del pueblo cubano. Respeto a los Derechos
Humanos, libertad de movimiento, sociedad pluralista, libertad de los
presos políticos, cese de la tortura, etc. El problema se presenta
cuando no deja claro si el diálogo es solo con la dictadura o de pueblo a
pueblo, contando o no con el régimen. No está claro si es con los que
ahora ostentan el cincuentenario poder o con una Junta de Gobierno
Provisional. Son interrogantes que dejan preocupaciones válidas que
deberían aclararse por lo propulsores del documento.
Lo
posible en Cuba hoy: En estos momentos el régimen pasa por una crisis
que de continuar agravándose, puede desembocar en una explosión social
generalizada en el territorio nacional como ocurrió en Túnez, Egipto o
Libia. Esta explosión social es un resultado natural y necesario para
que se desarrollen las fuerzas positivas pro-democráticas del país y
pueda alcanzarse la recuperación de espacios importante de poder en
manos del pueblo cubano, y que al final concluya en el derrocamiento del
totalitarismo castrista. Un esfuerzo, donde el régimen sabe que
sectores de sus Fuerzas Armadas podrían cambiar de lealtad como sucedió
en los países afectados por la primavera árabe o durante la caída del
Campo Socialista en la Europa Oriental y la URSS.
En
conclusión, el documento deja muy serias interrogantes sobre las bases y
garantías de que no sea parte de una maniobra planificada por la
dictadura o que pudiera ser utilizado por el régimen, para lograr su
estrategia engañosa de cambios ficticios y aperturas inexistentes. Deja
la duda de si es un señuelo preconcebido o si pudiera ser utilizado por
la dictadura para aplacar cualquier acción directa de la oposición o
para desalentar una explosión social dentro del país con el eventual
apoyo externo del exilio, lo que sería en estos momentos sumamente
mortal para el régimen castrista.
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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Estimado Pedro Pablo: Me gustaría colgar un post en su blog, con su aprobación por supuesto, pero no tengo como localizarlo por correo para enviárselo. . Saludos cordiales. Marlene
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Comentario del Bloguista
Saludos Marlene
Usted puede dejar su artículo como comentario en este post y de ahí yo puedo extraerlo y valorarlo. Gracias por leer a Baracutey Cubano; estoy atento esperando su artículo.
Pedro Pablo
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