La tiranía de los Castro oculta y miente escribiendo la Historia: las muertes de Jesús Cejas Arias y Crecencio Galañena Hernández en Argentina. La diplomacia Castrista subversión, espionaje y terrorismo Ejemplos
03/08/2012
El Equipo de Antropología Forense de Argentina (EAAF) identificó a uno de los tres cadáveres que fueron encontrados en un descampado cerca de la ruta 202 y del aeropuerto de San Fernando el 11 de junio. Se trata de los restos de un diplomático cubano, que había sido secuestrado en Buenos Aires por fuerzas de la dictadura militar argentina el 9 de agosto de 1976 y estaba desaparecido desde entonces.
"Con los análisis antropológicos y las muestras de laboratorio que tenemos en Córdoba se obtuvo un perfil genético que comparamos con la base de datos en la que figuran unos 9.000 desaparecidos. Así se determinó que el cadáver corresponde a Crescencio Nicomedes Galañena Hernández, un cubano que trabajaba en la Embajada de Cuba en Argentina", confirmó Luis Fondebrider, presidente de EAAF.
Un grupo de chicos había descubierto los restos de Galañena Hernández mientras jugaba en unos terrenos sobre Miguel Cané. Vieron tres barriles de metal oxidados de 200 litros con cemento del que se asomaban huesos humanos de tres personas. Los expertos del EAAF aún analizan los restos óseos de los otros dos cadáveres.
Durante la última dictadura argentina otros siete recipientes que contenían cadáveres fueron enterrados en un cementerio de San Fernando. En 1989 pudo comprobarse que una de las víctimas era Marcelo Gelman, hijo del poeta Juan Gelman, que había sido secuestrado en 1976 junto a su mujer María Claudia García, quien estaba embarazada de siete meses.
Todos estos datos fueron enviados a la embajada de Cuba en Argentina. Allí se determinó que Galañena Hernández había sido secuestrado junto a Jesús Cejas Arias, otro diplomático cubano que aún sigue desaparecido, cuando salían de la embajada. Ambos había sido trasladados a Automotores Orletti, que funcionó como centro clandestino de tortura bajo la fachada de un taller mecánico entre mayo y noviembre de 1976.
Allí estuvieron cautivas unas 200 personas. Entre ellas argentinos, uruguayos, chilenos, bolivianos, paraguayos y cubanos, como el hijo y la nuera del poeta Juan Gelman, Marcelo Gelman y María Claudia García Iruretagoyena. Según los medios cubanos, tras el secuestro de ambos diplomáticos, la dictadura montó un operativo para simular que los funcionarios habían abandonado el Gobierno cubano a través de la difusión de una nota que decía que habían desertado de la embajada "para gozar de la libertad del mundo occidental". El caso es investigado por el juez Daniel Rafecas, a cargo de la causa por los delitos de lesa humanidad cometidos en Automotores Orletti.
(Nuevo Acción hay una foto de Guillermo López Sampol junto a Aldo Rosado Tuero y Esteban Fernández)
Cuando en los primeros días del mes de agosto de 1976, desaparecieron en Argentina los diplomáticos castristas Crescencio Galañena Hernández y Jesús Cejas Arias, enseguida la tiranía lanzó su mentiroso aparato propagandístico a inventar mentira tras mentira, y como siempre, los "culpables" acusados por la tiranía eran representativos del combatiente exilio militante, que ellos han bautizado como "la mafia terrorista cubana de Miami" . Y como siempre acudieron al invento, que convierten en verdad pontificia y ex cátedra, por obra y gracia de la enorme maquinaria internacional de militantes, "compañeros de viaje y toda esa ralea "liberal" que responde a los intereses comunistas: Porque lo dijeron en La Habana "los asesinos de los agentes castristas tenían que ser del exilio militante y combatiente."
Esta vez les tocó ser blanco de la calumnia a los ya desaparecidos Orlando Bosch y mi tocayo, amigo y coterraneo Aldo Vera Serafín, a los que se señaló por los voceros de la satrapía fidelista como los autores del secuestro y ajusticiamiento de estos dos esbirros castristas que en Argentina cumplían misiones subversivas, ayudando a los terroristas que combatían a la Junta militar que regía ese país.
Por años los calumniadores de oficio del castrato señalaron, como siempre, sin pruebas, a estos dos patriotas como los responsables de esas muertes.
Ahora, cuando por una casualidad se ha encontrado un viejo y corroído tanque lleno de cemento, que contenía unos huesos humanos que se han identificado como los del desaparecido Crescencio Galañena, cerca del aeropuerto de San Fernando, en Buenos Aires y la prensa argentina ha dado a conocer que se ha sabido que ambos cubanos fueron detenidos por los servicios de inteligencia de la Junta Militar argentina, trasladados al centro de detención situado en Automotores Orletti, donde fueron interrogados y ajusticiados, según parece al confesar sus conexiones con los "Montoneros" y otros grupos subversivos que eran financiados y asesorados desde La Habana.
Pero como las informaciones de los periódicos argentinos, les han destruído su gigantesca mentira inventada en el 76, ya no mencionan, ni a Bosch ni a Aldo Vera; ahora han reinventado otra mentira y aseguran, sin presentar ninguna prueba que el patriota cubano Guillermo Novo Sampol fue hasta la Argentina y estuvo en el centro de detención de Automotores Orletti, para interrogar y torturar a ambos cubanos.
Esto es risible, pero claro, lo hacen con dos objetivos: el de tapar la afirmación hecha hace tantos años señalando a otros cubanos anticastristas como los captores y ejecutores de sus diplomáticos y el de crear un foco de diversión que desvíe la atención sobre la muerte de Payá y su joven acompañante; y a la vez tratar de dañar a un probado enemigo real y peligroso para ellos como lo es Guillermo.
Francamente nadie que tenga dos dedos de frente puede prestar atención a tan burdo invento.
Y por último, ahora que se ha probado que quienes capturaron e hicieron desaparecer a estos dos operativos de la subversión castrista en Argentina fueron las propias autoridade represivas de la Junta Militar, cabe destacar las buenas relaciones que mantuvo el castrato con dicha Junta.
Una vez más lanzan sus ridículas novelas de ficción, que ya nadie compra.
1 Comments:
llamar buen cubano a orlando bosch no creo ayude a la causa cubana.orlando bosch fue un terrorista confeso.se jacto de la bomba de barbados diciendo que en el avion iban agentes de la seguridad cubana.no mezclemos las cosas.fidel castro es un hijo de perra pero bosch no fue un patriota.los patriotas mueren luchando como hombres,no poniendo bombitas desde la distancia.
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