Delatores en el comunismo, al frente de la Iglesia
ARCHIVO. Sacerdotes ortodoxos búlgaros esperan durante la reunión del Patriarca de la Iglesia Ortodoxa búlgara, Máxim, con el presidente griego, Karolos Papoulias, en Sofia, Bulgaria.
Por Alvaro Alba
febrero 28, 2013
El mundo espiritual tiene sin dudas una renovación de sus líderes a nivel mundial. El Obispo de Roma deja por su voluntad las llaves de San Pedro y los miembros del colegio cardenalicio elegirán un nuevo Sumo Pontífice en breve.
A inicios del mes de febrero, fue electo el arzobispo caldeo de Kirkuk - Irak, Luis Rafael Sako, como Patriarca de la Iglesia Católica Caldea, con el título de Arzobispo de Bagdad y Patriarca de Babilonia de los Caldeos. En Siria, también por esos días, tomaba control de la Iglesia Ortodoxa Griega en Antioquía y Oriente, el nuevo Patriarca de Antioquía, Yuhana X.
En Bulgaria, Máximo, el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Búlgara falleció a los 98 años el pasado mes de noviembre y el Santo Sínodo se reunió a finales de febrero para escoger a su sucesor. El reglamento exigía que el candidato tuviera más de 50 años, haber sido uno de los doce líderes de las abadías del país por lo menos durante cinco años.
El elegido Neofit (Simeon Dimitrov Nikolov) nació en 1945, estudió en un seminario búlgaro, en la Academia Teológica de Sofía y de allí pasó a la Academia Teológica de Moscú para cursos de postgrados teológicos y dirección coral.
Al regreso a Sofía impartió clases de música eclesial oriental en la Academia Teológica. En 1975 se consagra monje y en 1977 ya era Archimandrita, y después vicario de la Catedral Metropolitana. Fue rector de Academia Teológica y al instaurarse en 1991 la Facultad de Teología en la Universidad de Sofía fue su primer decano. Desde 1992 era el secretario general del Santo Sínodo y en el 2001 pasa a dirigir la diócesis de Russe.
Una comisión de la iglesia había presentado tres candidaturas para la elección: los metropolitanos Galaction, Neofit y Gavril. Los dos primeros, Galaction y Neofit, fueron mencionados en un informe del parlamento como informantes de la policía secreta búlgara (Darzhavna Sigurnost) durante el régimen comunista. Según ese informe, de los quince metropolitanos de la iglesia búlgara, once escribían informes a la seguridad del estado y tenían expedientes como colaboradores.
Cinco años estuvo la comisión parlamentaria investigando los archivos búlgaros antes de presentar en el 2012 las conclusiones, determinando que muchos de los materiales incriminatorios fueron destruidos antes de que los comunistas salieran del poder.
La victoria la obtuvo Neofit en la segunda vuelta, con 94 votos de los 138 participantes, el que menos votos recibió fue Galaction, que en el informe del parlamento aparece como el más activo de los informantes. El candidato que quedó en segundo lugar fue el obispo Gavril, uno de los pocos jerarcas de la iglesia ortodoxa búlgara que no tuvo relaciones con los órganos de seguridad de ese país eslavo.
La historia de jerarcas de la iglesia que colaboran con los servicios de espionaje no es nueva. El Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa y de Moscú, Cirilo, también ha sido acusado de haber estado al servicio del KGB durante la existencia de la URSS. Y su antecesor, el Patriarca Alexei II, era el agente Drozhno en los informes al KGB. Los búlgaros, siempre interesados en imitar a los rusos, repiten la tragedia.
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