domingo, marzo 10, 2013

Raúl Rivero sobre las futuras elecciones en Venezuela el 14 de abril de 2013: Capriles toma dos. Si Henrique Capriles puso en jaque al original, es el único que puede vencer a la copia.



Capriles toma dos



                                                                 Henrique Capriles. (AFP)

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Si Henrique Capriles puso en jaque al original, es el único que puede vencer a la copia.
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Por Raúl Rivero
 Madrid 
9 Mar 2013
 
Las elecciones presidenciales de octubre de 2012, que ganó Hugo Chávez con el 55% de los votos y 10 puntos por encima de su contendiente Henrique Capriles, fue una batalla desigual en la que el candidato oficial dispuso de todos los recursos del Estado, una mayoría de medios a su servicio y la historia de 14 años de regalías y demagogia populista. Los comicios anunciados ahora después de la muerte del presidente, con Nicolás Maduro en la boleta chavista, tampoco serán un campo de rosas para la oposición. Van a ser más duros.

El hombre designado por Chávez va a la campaña con el mismo apoyo material que su jefe. Tiene, además, el respaldo de la figura santificada y celestial del líder carismático que exhortó al país, en una cadena de radio y televisión, a que si moría y se convocaban elecciones, como ha sucedido, eligieran a Maduro. "Yo se lo pido de corazón", dijo.

Los herederos del estruendoso dirigente han conseguido, en medio de refriegas acalladas por las solemnidades del velorio y la consternación de millones de venezolanos, ponerse de acuerdo, por el momento, para darle continuidad al proyecto chavista.

Esa cohesión pública es un factor importante frente a las urnas, como lo será el respaldo de los camaradas del socialismo del siglo XXI desde sus calculadoras, y de arribistas, indolentes y mudos de la región y de otras partes del mundo.

Henrique Capriles, el actual gobernador del estado de Miranda, debe ser de nuevo el candidato de la opositora Mesa de Unidad Democrática. Consiguió 6.800.000 votos frente a Chávez, pero su alianza se deshizo después de la derrota. Su figura y su programa perdieron vigencia y su masa de votantes se sintió frustrada. Él, en aquellas elecciones realizó la proeza de crear ilusiones democráticas en su país y le trasmitió a Chávez una corriente de incertidumbres y dudas. Si puso en jaque al original es el único que puede vencer a la copia.

El abogado de Caracas tiene una buena sintonía con las bases y es un experto en pelear con desventaja. Necesita paciencia para reconstruir su alianza y voluntad para volver a la calle con su discurso integrador y plural. Y, por encima de todo, talento y transparencia para actuar como una persona decente y un demócrata real en una atmósfera diseñada por farsantes que rezan por la paz de rodillas en las esteras de los tanques.

Este artículo apareció en El Mundo. Se reproduce con autorización del autor.