sábado, abril 06, 2013

Zoé Valdés: La abuelita de Capriles, y un Memorial a las Abuelas Cubanas


La abuelita de Capriles, y un Memorial a las Abuelas Cubanas


Por Zoé Valdés
05.04.2013


La semana pasada escribí en este blog sobre el candidato Capriles y las mujeres, mencioné a su mamá, a su ex novia, a las mujeres que conozco que lo apoyan, y por supuesto a Maria Corina Machado, una reconocida venezolana que lleva años enfrentándose a los chavistas y a los castristas con un coraje digno de admirar. Una amiga me recordó que había olvidado a la abuelita de Capriles. Es cierto, pido disculpas. Porque si la abuelita de Capriles es muy importante en su vida, las abuelitas venezolanas en general también lo son por lo que pude observar en varios videos en You Tube.

En este periódico leí hace algún tiempo, en un artículo de Jorge Cajías, sobre el ultraje que le hizo el finiquitado Chávez en vida, por supuesto, a la abuela judía de Capriles, a la señora Radonski: "Recientemente el presidente de la República de Venezuela se refirió en forma ofensiva y en cadena nacional al pasado judío de un ciudadano llamado Henrique Capriles Radonski. Chávez ha mencionado a la abuela judía de Capriles como un antecedente terrible, trascendiendo con estos ultrajes la eternidad y el infinito de todos los tiempos, tratando de alcanzar y perforar con su habitual rabia y ponzoña la tierra del cementerio donde reposan los restos de esta mujer judía, la abuela Radonski, que vivió y luchó con dignidad toda su vida." Chávez cometió hybris entonces, ese acto de soberbia, pero ahora sólo nos queda recordarlo con desgano algunos, como yo.

Jorge Cajías recordaba que: "...los padres de la abuela Radonski fueron cruelmente asesinados en el campo de concentración de Treblinka en Polonia, mientras que ella, Lili Bochenek de Radonski, se mantuvo oculta durante casi dos años en un sótano en el Gueto de Varsovia para evitar ser asesinada por los nazis. Tampoco cita que Lili Bochenek de Radonski fue descubierta y llevada a la fila de la cámara de gas, y cuando estaba próxima a ser envenenada con los gases mortales del régimen del genocida Adolfo Hitler, que bajo la consigna la decisión final exterminaba al pueblo judío, un soldado nazi la sacó de la cola y la salvó en el último minuto. Chávez no indica en su aberrado discurso que Andrés Radonski, abuelo materno de Capriles, formaba parte durante la guerra de la resistencia polaca en la clandestinidad, ni que Lili Bochenek de Radonski luego de salvar la vida, tenía que salir del gueto de Varsovia a limpiar las oficinas de los ocupantes alemanes, lo que le permitió escapar junto a Andrés Radonski de la humillación y del infierno creado por Hitler contra seres que fueron torturados y asesinados."

Ahora me explico mejor el amor que vi en ese video por el candidato Radonski a las abuelas venezolanas.

Yo también tuve mucho amor por mi abuela, y sigo sintiendo una inmensa ternura por la mujer que se ocupaba de mí mientras mi madre trabajaba, día y noche. La que me dio una buena parte de lo mejor de mi educación, mi abuela. No era judía, era irlandesa, y llegó a Cuba muy pequeña acompañada por sus padres y sus hermanas mayores; mi tatarabuelo ya habían estado antes en la isla, y había trazado un camino para que mi bisabuelo pudiera llegar e instalarse con alguna holgura, la mínima.

Mi abuela, emigrante, se convirtió desde muy joven en una activista política, su bisabuelo había participado en la Guerra de Independencia, de lo que conservo un documento que prueba su anónimo protagonismo. El activismo de mi abuela fue en contra de Machado, por eso simpatizó con Batista. A la llegada de los comunistas al poder enseguida detestó a Fidel Castro y a los que lo acompañaban. De sus recuerdos de niña trashumante aprendí mucho.

Las abuelas cubanas han hecho lo inimaginable para mantener la memoria de los buenos tiempos intacta y trasmitírsela a sus nietos, ha sido el mejor baluarte de la resistencia frente a la destrucción de todo un país. Comprendo el amor de Capriles por las abuelas, él sabe cuánta fortaleza las habita. El día en que Cuba sea libre y democrática, el primer monumento que debiéramos construir, en un parque sembrado de flores, será el Memorial a las Abuelas Cubanas. No tiene que haber ningún esperpento de mármol ni de bronce, nada de nada, con que haya flores, mariposas y nietos correteando bastará.


Henrique Capriles y las abuelitas